En la historia de la Psicología hay pocas figuras tan relevantes como Wilhelm Wundt.
En pleno siglo XIX, este investigador hizo que naciera la psicología científica y fue uno de los primeros en enfrentarse a los problemas prácticos y epistemológicos de estudiar los procesos mentales con la intención de extraer conocimiento generalizable a muchas personas. En este artículo me he propuesto hacer un breve repaso de su papel como iniciador de una ciencia que hasta hace no tanto tiempo era una de las muchas facetas de la filosofía.
Wilhelm Wundt: biografía de un psicólogo fundamental
Conozco a muchas personas que, cuando se han propuesto empezar a estudiar psicología por su cuenta como parte de una afición, empiezan leyendo libros de filósofos clásicos como Platón o Aristóteles.
No sé exactamente por qué empiezan con este tipo de lecturas, aunque me lo puedo imaginar: son autores muy conocidos, sus libros son de fácil acceso (aunque de difícil interpretación) y, además, representan los primeros intentos por examinar de manera sistemática el funcionamiento de la mente humana.
Sin embargo, las obras de estos filósofos no tratan fundamentalmente sobre psicología (por mucho que etimológicamente la palabra psicología tenga sus raíces en los orígenes de la filosofía occidental) y, de hecho, tampoco nos dicen nada sobre las metodologías que se utilizan hoy en día en la investigación sobre la conducta. El origen de la ciencia del comportamiento es relativamente reciente: tuvo lugar a finales del siglo XIX y corrió a cargo de Wilhelm Wundt.
El papel de Wundt en la Psicología
La psicología parece haber formado parte de nuestra existencia desde hace ya mucho tiempo; básicamente, desde que empezamos a hacernos preguntas sobre cómo pensamos y de qué modo percibimos la realidad, hace milenios. Sin embargo, esto solo es una verdad a medias. Ni la psicología es simplemente la formulación de preguntas acerca de la conducta y los procesos mentales, ni ha existido independientemente del desarrollo de nuestra historia.
Es por eso que, aunque en ciertos aspectos puede decirse que filósofos como Platón y Aristóteles sentaron las bases de la psicología, el encargado de hacer emerger esta ciencia como una disciplina independiente fue Wilhelm Wundt, un investigador alemán que, además de filósofo, invirtió muchos esfuerzos en hacer de los procesos mentales algo proclive a ser estudiado a través del método experimental, algo que no se había hecho en siglos anteriores. Este es el motivo por el que, por consenso general, se considera que la psicología nació en el 1879, año en el que Wundt abrió en Leipzig el primer laboratorio de psicología experimental de la historia.
La nueva investigación de la mente
Hasta el siglo XIX, la tarea de muchos filósofos había sido crear teorías sobre el funcionamiento de la mente humana basadas en la especulación. Autores como David Hume o René Descartes hablaban sobre la naturaleza de las ideas y el modo en el que percibimos nuestro entorno, pero no construían sus teorías a partir de la experimentación y la medición. A fin de cuentas, su trabajo era examinar las ideas y los conceptos más que explicar de manera pormenorizada cómo es el cuerpo humano. Descartes, por ejemplo, hablaba sobre las ideas innatas no porque hubiera llegado a la conclusión de que estas existen a partir de experimentos controlados, sino a partir de la reflexión.
Sin embargo, en la época de Wundt el desarrollo del estudio del cerebro y los avances en materia de estadística contribuyeron a que se fueran preparando las bases necesarias para que se pudiera empezar a estudiar el comportamiento y la sensación mediante instrumentos de medición. Francis Galton, por ejemplo, desarrolló los primeros test para medir la inteligencia, y hacia 1850 Gustav Fechner empezó a estudiar el modo en el que la estimulación física produce sensaciones según su intensidad y el modo en el que son estimulados nuestros sentidos.
Wundt llevó más allá el estudio científico de la mente al pretender generar teorías sobre el funcionamiento global de la consciencia basadas en la experimentación. Si Galton había pretendido describir las diferencias psicológicas entre las personas para hallar tendencias estadísticas y Fechner había utilizado las pruebas de laboratorio para estudiar la sensación (un nivel muy básico de consciencia), Wundt quería combinar la estadística y el método experimental para generar una imagen de los mecanismos más profundos de la mente. Es por eso que decidió dejar de impartir clases de fisiología en la Universidad de Heidelberg para pasar a investigar en Leipzig los procesos mentales más abstractos.
¿Cómo investigaba Wundt?
Gran parte de los experimentos de Wilhelm Wundt se basaban en la metodología utilizada por Gustav Fechner a la hora de estudiar la percepción y la sensación. Por ejemplo, durante un breve lapso se le mostraba un patrón de luces a una persona y se le pedía que dijera lo que experimentaba. Wundt se tomó muchas molestias para hacer que fuese posible comparar casos entre sí: el tiempo que debía durar un estímulo era controlado a rajatabla, al igual que su intensidad y su forma, y la situación de todos los voluntarios que se utilizaban también debía ser controlada para que los resultados obtenidos no se contaminasen por culpa de factores externos como la posición, los ruidos provenientes de la calle, etc.
Wundt creía que a partir de estas observaciones controladas en las que se manipulan variables se podía ir “esculpiendo” una imagen sobre los mecanismos básicos secretos de la mente. Lo que quería era, fundamentalmente, ir descubriendo las piezas más simples que explican el funcionamiento de la consciencia para ver cómo funciona cada una y de qué modo interactúan entre sí, del mismo modo en el que un químico puede estudiar una molécula examinando los átomos que la forman.
Sin embargo, también se interesó por procesos más complejos, como por ejemplo la atención selectiva. Wundt creía que el modo en el que atendemos a ciertos estímulos y no a otros está guiado por nuestro interés y nuestras motivaciones; a diferencia de lo que ocurre en el resto de seres vivos, decía Wundt, nuestra voluntad tiene un papel muy importante a la hora de dirigir los procesos mentales hacia metas decididas por nuestro propio criterio. Esto lo llevó a defender una concepción de la mente humana llamada voluntarismo.
El legado de Wundt
Hoy en día las teorías de Wundt han sido descartadas, entre otras cosas, porque este investigador confiaba demasiado en el método introspectivo, es decir, en la obtención de resultados según el modo en el que las personas hablan sobre lo que sienten y experimentan. Tal y como se sabe hoy en día, aunque cada individuo tenga un conocimiento privilegiado acerca de lo que ocurre en su cabeza, este casi nunca es válido y es producto de una gran cantidad de sesgos y limitaciones perceptivas y cognitivas; nuestro organismo está hecho de una manera en la que saber objetivamente cómo son los procesos psicobiológicos que operan en su trastienda es mucho menos prioritario que sobrevivir sin distraerse demasiado.
Es por eso, entre otras cosas, que la Psicología Cognitiva actual tiene en cuenta esos procesos mentales inconscientes que, a pesar de ser diferentes a los teorizados por Sigmund Freud, influyen poderosamente en nuestra manera de pensar y sentir sin que nos demos cuenta y sin que tengamos posibilidad de adivinar sus causas por nosotros mismos.
Sin embargo, a pesar de las lógicas limitaciones del trabajo de Wilhelm Wundt (o quizás por ellas), toda la comunidad de la psicología actual está en deuda con este pionero por ser el primero en utilizar de manera sistemática el método experimental en un laboratorio dedicado exclusivamente a la psicología.
Texto publicado originalmente en https://psicologiaymente.com/biografias/wilhelm-wundt