Antonio Machado nació en Sevilla un año después de su hermano Manuel. La familia se mudó a Madrid en 1883 y ambos se inscribieron en la Institución Libre de Enseñanza. Durante estos años, y gracias al aliento de sus maestros, Antonio descubrió su pasión por la literatura. Mientras completaba el bachillerato en Madrid, las dificultades económicas lo llevaron tener que encontrar varios trabajos, incluido el de actor. En 1899 viajó con su hermano a París para trabajar como traductor para una editorial francesa. Durante estos meses en París, entró en contacto con los grandes poetas simbolistas franceses Jean Moréas, Paul Fort y Paul Verlaine, y también con otras figuras literarias contemporáneas, como Rubén Darío y Oscar Wilde. Estos encuentros fueron los que cimentaron la decisión de Machado de dedicarse a la poesía.
En 1901 publicó sus primeros poemas en la revista literaria ‘Electra’. Su primer libro de poesía fue publicado en 1903 con el título Soledades. A lo largo de los años que siguieron, modificó gradualmente la colección, eliminando algunas piezas y añadiendo muchas más, y en 1907 se publicó la colección definitiva con el título ¨Soledades. Galerías. Otros poemas¨. El mismo año, Machado tomó el puesto de profesor de francés en la escuela de Soria. Allí conoció a Leonor Izquierdo, que era hija de los dueños de la pensión donde se hospedaba. Se casaron en 1909: él tenía 34 años, ella tenía 16 años. A principios de 1911, la pareja se fue a vivir a París, donde Machado se empapó de literatura francesa y estudió filosofía. En el verano, sin embargo, Leonor fue diagnosticada con tuberculosis avanzada y tuvieron que regresar a España. Ella murió en agosto de ese mismo año, pocas semanas después de la publicación de ¨Campos de Castilla¨. Machado quedó devastado y abandonó Soria, la ciudad que había inspirado la poesía de ese libro. Se instaló en Baeza, Andalucía, hasta 1919. En esa ciudad escribió una serie de poemas sobre la muerte de Leonor que se agregaron a una nueva edición de Campos de Castilla publicada en 1916 junto con el Primera edición de Nuevas canciones. Mientras que sus poemas anteriores se conforman en un estilo adornado y modernista, con la publicación de “Campos de Castilla” mostró una evolución hacia una mayor simplicidad, una característica que marcaría su poesía a partir de entonces.