En 1889, Marcelo T. De Alvear escuchó a Regina Pacini cantar en el teatro Politeama. Impresionado, le envió al camarín rosas rojas y blancas, y una pulsera de oro y brillantes, que le fue devuelta. Marcelo no se rindió y pasó los siguientes años llenando los camarines de los teatros europeos de rosas rojas y blancas. Se casaron en 1907, en secreto, en Lisboa. Él tenía 39 y ella, 36 años.
El destino de la Casa del Teatro es proteger a mujeres y hombres de teatro con más de 65 años que ganen la jubilación mínima. El edificio, exponente del art déco, fue construido gratis por el arquitecto Virasoro y se tardó una década en finalizarlo.