1- Aeropuerto (George Seaton). La primera de una interminable serie de películas con intrigas y desastres aéreos… Es de 1970, con Burt Lancaster y Dean Martin. Hubo muchas “Aeropuerto” numeradas después, pero no tiene gracia, imagínenselas. Esta tiene el mérito de iniciar casi casi un género en sí.
2- Vuelo 93 (Paul Greengrass). Muy buena película, con un ritmo narrativo y de edición inmejorables. Las actuaciones son tan buenas que realmente no parece que estuvieran actuando. Y el espantoso drama que muestra no tiene ningún agregado de espectacularidad cinematográfico, está filmado y actuado con la crudeza de lo que está ocurriendo y no de lo que está recreado.
3- Vuelo nocturno (Wes Craven). Un thriller que se genera en un avión pero que lo sufren personas que están en tierra… Buen planteo argumental que, como suele suceder, hace agua al final. Otro ejemplo en el que el trayecto se disfruta más que el destino. Con Rachel McAdams y Cillian Murphy en su clásica máscara de cínico.
4- Relatos salvajes (Damián Szifron). Planteo argumental muy interesante aunque no tan creíble, actuaciones maso (bah, flojas), final fabuloso. Da para lo que es: un cortometraje bastante bien logrado.
5- Y dónde está el piloto? (Jim Abrahams & David Zucker). Delirante comedia de 1980; un gag tras otro, uno mejor que el otro. Fue el modelo adoptado después para una serie de sátiras sobre diferentes películas. Leslie Nielsen hace reír aunque no haga nada. Pero no es el caso. El personaje del piloto (Peter Graves) y el del desquiciado controlador en el aeropuerto son desopilantes.
6- Serpientes en vuelo (David R. Ellis). Un bodrio clase menos que B, al que no lo salva ni Samuel Jackson, que tampoco se cree su personaje, de paso. Serpientes invadiendo un avión… ayayay…
7- Desaparecida en vuelo (Flightplan) (Robert Schwentke). Una niña que viaja con su madre desaparece en pleno vuelo. Vamossss…Thriller en el aire en el que no hay muchas opciones así que rápidamente se deduce lo que ocurre y quién fue. Jodie Foster necesitaría engrosar su cuenta bancaria por alguna razón, de otro modo es difícil explicar su aparición en esta película.
8- ¡Viven! (Frank Marshall). Emotiva película sobre el famosísimo accidente del avión uruguayo en la cordillera de Los Andes en 1972. Basada en el libro de Piers Paul Read, es bastante fiel al mismo. En el avión empieza todo, y después se transforma en la escenografía permanente de los interminables días de sufrimiento y esperanza.
9- Duro de matar II (Renny Harlin). Un aeropuerto bloqueado por un grupo terrorista que busca rescatar a un dictador preso y que no le hace asco a nada con tal de lograr su objetivo, aviones que se estrellan, comandos de rescate, peleas en los lugares más insólitos, traidores… y un tipo solito que desbarata todo sin apoyo de nadie. ¿Creíble? Y, no… pero en este caso eso es lo menos importante. Diversión pura y acción de calidad. Hay argumento, y está Bruce Willis a sus anchas, llevándose todo por delante.
10- El vuelo (Flight) (Robert Zemeckis). El avión boca abajo, el aterrizaje poco ortodoxo (para ser suave), son el punto de partida de una historia que va acorralando al piloto (Denzel Washington) que salvó a la mayoría de los pasajeros. Típico final americano, moralista pero… naaaaaa.
11- Kóblic (Sebastián Borensztein). El avión está latente en el pasado del personaje principal (Ricardo Darín), acompaña durante el transcurso del relato y se hace presente (y cómo) en el final, que es inmejorable.
12- Con Air (Simon West). Acción de principio a fin. Parece una película de peleas de presos en una cárcel, pero en un avión. Bueno, en el avión van presos, así que es lógico. Nicholas Cage y John Malcovich son el ying y el yang, pero después aparece Steve Buscemi y se los fuma (actoralmente hablando) en cinco minutos. Delirante y pochoclera.
13- Top Gun (Tony Scott). A esta altura ya es casi un clásico, con Tom Cruise y Val Kilmer en los papeles centrales. Histeriqueo aéreo con jóvenes pilotos que hacen piruetas y una oficial en tierra con devaneos aquí y allá. Cinematográficamente ni. O no, bah.
14- Avión presidencial (Air Force One) (Wolfgang Petersen). Otra divertida película en el que Harrison Ford (el presidente) se maneja a sus anchas en esos papeles de héroes imposibles. Muy bien lograda y mejor filmada, mantiene intriga desde el principio (uno ya la ve venir cuando ve que Gary Oldman va a subir al avión) y suspenso hasta el final. La parte floja del filme son las patéticas las escenas en tierra de la vicepresidente (Glenn Close), los mandos militares y el gabinete de gobierno.
15- Decisión crítica (Stuart Baird). Película de acción con argumento altamente improbable no por el planteo sino por la ejecución. Hay un dúo de acción (Kart Russell y Steven Seagal) que asegura venta de tickets pero que dura poco. Buena la primera mitad, floja la segunda.
