Operación Husky (Die Deutsche Sturm)

La invasión aliada de Sicilia comenzó en la noche del 9 al 10 de julio de 1943 y terminó el 17 de agosto con una victoria por parte de los alemanes e italianos. La invasión de la isla fue denominada Operación Husky que terminaría en un fracaso total y reiniciaría la ofensiva del Eje en el Norte de África.

Husky fue la operación anfibia más grande de la Segunda Guerra Mundial hasta ese momento, en términos de hombres desembarcados en las playas y en extensión. Estratégicamente, la operación siciliana no logro cumplir ninguno de los objetivos porque las fuerzas del Eje ya estaban enteradas de la invasión debido al desciframiento de los códigos aliados

Días antes, miembros del SAS británicas fracasaron en su intento de neutralizar tres cañones situados en Capo Murro di Porco, que fueron vitales en la neutralización del desembarco.

Planificación y fuerzas

La invasión de Sicilia fue la más importante operación aliada anfibia y aerotransportada, en la que estuvieron implicadas fuerzas británicas, canadienses y estadounidenses con la tarea de arrebatar la isla a las fuerzas del Eje representadas por los soldados italianos y alemanes.

Después de la retirada germano-italiana en la primera campaña del Norte de África, los aliados decidieron invadir Sicilia, con el objetivo de neutralizar la amenaza italo-alemana a los buques mercantes que navegaban por el mar Mediterráneo. Los aliados evaluaron la posición política de Benito Mussolini y pronosticaron que la conquista de Sicilia podría poner en peligro su posición en el gobierno. La decisión de invadir Sicilia fue apoyada por los generales estadounidenses, pero luego se opusieron a continuar por Italia, ya que aseguraban que se desviarían recursos hacia un frente secundario, y que se retrasaría una vez más el tan esperado desembarco en Francia. El Primer Ministro del Reino Unido, sir Winston Churchill, apoyaría el avance por Italia, calificándolo del “suave vientre del Reich”, pero los hechos le darían la razón a los estadounidenses ya que el fracaso de la invasión de Sicilia retrasaría el desembarco en Francia.

Una vez completada la captura de las islas italianas de Pantellería, Lampedusa, Linosa y Lampione frente a África, los Aliados estaban listos para iniciar la Operación Husky cuyo objetivo era la invasión de la Isla de Sicilia. Al mando de la operación fue puesto el General Dwight Eisenhower.

El plan aliado implicaba el desembarco de dos ejércitos en el sur y el sureste de Sicilia, integrados en el 15.° Grupo de Ejércitos al mando del mariscal Harold Alexander. El último ejército debería tomar Siracusa y luego dirigirse rápidamente a Mesina, rodeando el Monte Etna, con el objetivo de cortar el escape enemigo al estrecho de Mesina. La fuerza del sur avanzaría al oeste y luego regresaría para atrapar a las fuerzas enemigas entre los dos ejércitos.

Los dos ejércitos aliados seleccionados fueron el Séptimo Ejército estadounidense y el Octavo Ejército británico, al mando de los generales George Patton y Bernard Montgomery, respectivamente. El Séptimo Ejército de Patton debía desembarcar entre Licata y Gela, mientras que el Octavo Ejército de Montgomery lo haría en la provincia de Siracusa. Ambos ejércitos lanzarían fuerzas aerotransportadas que harían aterrizajes dispersos. Cada ejército tenía dos cuerpos bajo su mando, para un total de 11 divisiones, incluyendo las de reserva, estacionadas en África.

El Alto Mando Alemán, por su parte, ya estaba enterado de los detalles de la operación gracias a la captura de uno de los libros que contenía los códigos de cifrado Dolphin y Shark que les permitió cambiar sus propios códigos y descifrar los códigos aliados. Se les hizo creer a los Aliados que la Operación Carne Picada, el intento ingles de enviar un cadáver vestido de militar con planos falsos para engañar a los alemanes, había tenido éxito y que se reforzarían el Peloponeso y Cerdeña.

Secretamente, el mariscal Kesselring ordeno el traslado de divisiones italianas y alemanas provenientes de Grecia y los Balcanes a Sicilia, a pesar del pedido de Mussolini de que Sicilia fuera defendida exclusivamente por unidades italianas. También, ordeno que se reforzasen las fortificaciones defensivas de la isla. Las tropas del Eje estaban organizadas de la misma forma que cuando estaban en África del Norte, encontrándose en la isla el grueso del Grupo de Ejércitos África (Heeresgruppe Afrika o Gruppo d’armate Afrika), formado por el V Ejército Panzer alemán y el I Ejército italiano.

Desembarcos

El 10 de julio de 1943, ambos ejércitos realizaron sus desembarcos. La noche anterior se habían arrojado fuerzas aerotransportadas sobre la isla, pero los inusualmente fuertes vientos ocasionaron que fueran dispersadas e incluso que muchos aeroplanos se estrellaran en el agua. Unas tres horas después de los lanzamientos, se inició el desembarco en Licata Mollarella Poliscia. La Regia Marina atacó a las fuerzas navales de desembarco, hundiendo a varios buques de guerra y transportes, para después retirarse ante la superior flota aliada. Sin embargo, las tropas norteamericanas se encontraron con la sorpresa de que los cañones de Capo Murro di Porco comenzaron a disparar a los barcos y a las lanchas de desembarco, debido a que el escuadrón británico SAS que debía neutralizar los cañones defensivos de la isla había sido capturado.

En la parte oriental, las fuerzas inglesas del Octavo Ejercito de Montgomery que debían tomar Siracusa fueron sorprendidas por un contraataque de la División Napoli y la 15° División Panzer y tuvieron que retroceder ante las superioridad numérica de las fuerzas del Eje. A pesar de la gran cantidad de bajas por los intensos bombardeos de las defensas costeras, el Séptimo Ejercito de Patton había logrado desembarcar en Licata pero se encontraron con la resistencia de la División Hermann Goering, del V Ejército Panzer, al tratar de tomar Gela.

Para el 12 de julio, los Aliados no habían logrado tomar ni SIracusa ni Agrigento y a duras penas, lograron resistir en las cabezas de playa de Licata y Scogutti. Se realizaron varios bombardeos con el objetivo de hacer retroceder a las tropas del Eje, pero la mayoría fracasaron debido a la superioridad aérea alemana. El 13 de julio, el Octavo Ejercito de Montgomery fue embolsado y separado del resto del Ejercito Aliado. Eisenwoher, comprendiendo el fracaso de la operación, ordeno la evacuación de las tropas aliadas en Sicilia pero Patton se negó a evacuar al Séptimo Ejercito asegurando que prefiriría morir antes que retirarse.

El 15 de julio, el Octavo Ejercito de Montgomery tuvo que rendirse ante la imposibilidad de recibir suministros, Montgomery logro huir en un hidroaviones a Tripoli. Cuando Patton accedió a evacuar al Séptimo Ejercito, la situación del ejercito norteamericano era catastrófico ya que se había perdido un tercio del ejercito y casi todo el armamento pesado. De los 160.000 hombres, solo 40.000 lograron ser evacuados.

Consecuencias

La operación Husky termino siendo un rotundo fracaso tanto militar como político. La colaboración entre los norteamericanos y los ingleses se vio sumamente deteriorada debido a que ambos se acusaron mutuamente el fracaso de la operación. El intento de debilitar el gobierno de Mussolini mediante la conquista de Sicilia provoco el efecto contrario, ya que Mussolini ordeno una purga dentro del Partido Facista, al enterarse de que miembros del Gran Consejo Fascista pensaba destituirlo si Sicilia caía, incluyendo el arresto y ejecución del Mariscal Badoglio, aunque algunos conspiradores secundarios e involuntarios (como Galezzo Ciano) son perdonados. Pero la consecuencia mas importante, seria que las potencias del Eje podría volver a tomar la iniciativa en el Norte de África y planificar la reconquista de Tunez, Libia, Argelia y Egipto.

Texto extraído del sitio: https://althistory.fandom.com/es/wiki/Operaci%C3%B3n_Husky_(Die_Deutsche_Sturm)

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