Mahalia Jackson: la personificación del góspel

Originaria de Nueva Orleans, nació bajo el nombre de Mahala Jackson, el 26 de octubre de 1911. Bisnieta de esclavos e hija de trabajadores que traspasaban penosamente la idea de humildes, Mahalia no tuvo acceso a una educación formal (ni algo siquiera parecido) y encontró en la iglesia un hogar (arbitrio que la encauzó a dedicar su vida a llevar la palabra de Dios con su insuperable voz, enfervorecidas actuaciones y venturosas canciones y alabanzas). Cuando adolescente se mudó a Chicago para unirse a los “Johnson Singer”, uno de los primeros grupos de góspel de la época. Durante 15 años, Mahalia, además de cantar y de ser adorada por su capacidad vocal y actitud alborozada en todas las iglesias de Chicago, de cantar en funerales, eventos políticos y en revivals, trabajaba fregando pisos y sirviendo a pretenciosos y privilegiados blancos maltratadores y segregacionistas por míseras monedas (sarcásticamente llamadas “sueldo”) para poder mantenerse (o sea: pagar una paupérrima habitación donde poder mínimamente asearse, dormir al menos un par de horas y cocinar un plato caliente de algún tubérculo mesclado con alguna legumbre).

El reconocimiento a nivel nacional por su talento y ahínco le llegó recién en 1947 con el lanzamiento de su grabación de la canción “Move On Up a Little Higher” , compuesta por W. Herbert Brewster (un ministro bautista, compositor, dramaturgo, cantante y poeta de gran influencia dentro del protestantismo evangélico del siglo pasado), la cual vendió ocho millones de copias y alcanzó el segundo lugar en la lista Billboard y el primero en el ranking de música góspel. (Posteriormente, la canción fue galardonada con el premio Grammy Hall of Fame en 1998 y en 2005 la Biblioteca del Congreso honró la canción al agregarla al Registro Nacional de Grabaciones. También fue incluida en la lista de Canciones del Siglo, por la Industria Discográfica de América y la Fundación Nacional para las Artes, y está en el Salón de la Fama del Rock and Roll como una de las 500 canciones que dieron forma al rock).

A medida que la música góspel se popularizaba, principalmente debido a su influencia, los cantantes comenzaron a aparecer en lugares no religiosos como una forma de difundir un mensaje cristiano a los no creyentes. Mahalia apareció en el Festival de Jazz de Newport en 1957 y 1958, y en la película del concierto de ese último, “Jazz en un día de verano” de 1959. En 1961 realizó una gira por Europa con un éxito increíble. Las entradas se agotaban semanas antes de la fecha del show en todos y cada uno de los países en los que se presentó. El punto culminante de su viaje fue la visita a Tierra Santa, donde se arrodilló y oró en el Calvario.

Cuando Martin Luther King fue arrestado y sentenciado a cuatro meses de trabajos forzados, el candidato presidencial John F. Kennedy intervino y se ganó el apoyo leal de Mahalia. Ella comenzó a hacer campaña por él, diciendo: “Siento que soy parte de las esperanzas de este hombre. Él levanta mi espíritu y me hace sentir parte de la tierra en la que vivo”. Su influencia y lealtad a Kennedy le valió una invitación para cantar “The Star Spangled Banner” en su baile inaugural en 1961. -Su asesinato la mustió asazmente-. Concomitantemente, la cantante prestó su apoyo a King y otros ministros en 1963 después de su exitosa campaña para poner fin a la segregación en Birmingham mediante la celebración de una reunión de recaudación de fondos para pagar la fianza de los manifestantes. En ese momento, ella era amiga personal de King y su esposa Coretta, a menudo los recibía cuando visitaban Chicago y pasaba el Día de Acción de Gracias con su familia en Atlanta. Fue por pedido de él que Mahalia apareció en la Marcha en Washington por el Empleo y la Libertad y cantó “I’ve Been ‘Buked and I’ve Been Scorned” y “How I Got Over”.

Durante esa misma década (los 60´s), a través de amigos, conoció a Sigmond Galloway, un ex músico del negocio de la construcción que vivía en Gary, Indiana. A pesar de la agitada agenda de “la reina del góspel” y los constantes compañeros que tenía en su séquito de músicos, amigos y familiares, expresó su soledad y comenzó a cortejar a Galloway cuando tenía tiempo libre. En 1964, para completa sorpresa de sus amigos y allegados más cercanos, se casó con él en su sala de estar. Solo unas semanas después, mientras conducía de vuelta a casa después de un concierto en St. Louis, se encontró incapaz de dejar de toser. Se internó en un hospital de Chicago. El diagnóstico revelado públicamente fue tensión cardíaca y agotamiento, pero en privado los médicos le dijeron que había tenido un ataque cardíaco y que tenía sarcoidosis (una enfermedad caracterizada por el crecimiento de pequeñas acumulaciones de células inflamatorias –granulomas-) en el corazón.

La recuperación le tomó un año completo durante el cual, además de haber perdido 23 kilos, no pudo hacer ninguna gira ni grabar. Durante esos vejatorios días, Mahalia estuvo plagada de fatiga casi constante, episodios de taquicardia y presión arterial alta. Se sintió deprimida y frustrada por su propia fragilidad y por el marcado desinterés y descuido absoluto por parte de su flamante marido (Galloway se fue por largos períodos durante la convalecencia de su esposa, y luego, a su(s) regreso(s), insistió en que estaba imaginando sus síntomas. Además, Galloway, tras discutir por dinero -él pretendía dirigir monopólicamente sus contratos y finanzas, sin tener conocimientos concretos en la materia ni capacidad lógico-económica alguna-, intentó golpearla en dos ocasiones diferentes, de las cuales en la segunda se frustró de sobremanera cuando Mahalia se agachó y él se rompió la mano al golpear un mueble que estaba detrás de ella). Pero, sin embargo, aquella zozobra y suma de aflicciones no le impidieron, después de haber visto la cobertura televisiva del Domingo Sangriento, enviarle un telegrama al presidente vigente, Lyndon Baines Johnson, instándolo a proteger a los manifestantes en Selma y a que presionara para la aprobación del derecho al voto de los afrodescendientes (cuestión que, el presidente que sucedió a Kennedy, logró firmar medio año más tarde, el 6 de agosto de 1965).

Pasados esos procelosos 365 días, y tras su controversial divorcio (del cual Galloway, gracias a la testificación de sus infidelidades varias, el juez se negó a otorgarle ninguno de los activos o propiedades de su ex), sus médicos la autorizaron a trabajar y comenzó a grabar y actuar de nuevo, superando sus limitaciones al ofrecer conciertos de dos y tres horas. Cuando no estaba de gira, su brío se substancializaba en la construcción de dos organizaciones filantrópicas: la “Fundación Mahalia Jackson”, que pagó la matrícula de 50 estudiantes universitarios, y a la culminación de un sueño que tuvo durante más de una década: un templo sin denominación para que los jóvenes de Chicago tuvieran un lugar donde acercarse y aprender el evangelio. Mientras organizaba dos grandes conciertos benéficos para estas causas, se sintió una vez más desconsolada al enterarse del asesinato de Martin Luther King Jr. Asistió al funeral en Atlanta donde dio una de sus actuaciones más memorables de “Take My Hand, Precious Lord”. Con esto, Mahalia se retiró del trabajo político y los respaldos personales.

En enero de 1972, se sometió a una cirugía para extirpar una obstrucción intestinal y murió en recuperación. Recibió un funeral en la Iglesia Bautista Greater Salem en Chicago, donde todavía era miembro. Cincuenta mil personas presentaron sus respetos, muchos de ellos haciendo fila en la nieve la noche anterior, y sus compañeros en el canto góspel actuaron en su memoria a la mañana siguiente. Esa misma tarde, el alcalde Richard Daley y otros políticos y celebridades dieron sus elogios en el Arie Crown Theatre con seis mil asistentes. Su cuerpo fue devuelto a Nueva Orleans, donde fue nuevamente velado, pero esa vez en el Auditorio Rivergate bajo una guardia militar y policial, y seiscientas mil personas se despidieron de ella frente a su ataúd. De camino al Providence Memorial Park en Metairie, Louisiana, la procesión fúnebre pasó por la Iglesia Bautista Mount Moriah, donde su música se escuchó por altavoces.

A lo largo de su carrera, Mahalia se vio intensamente presionada para grabar música secular, pero rechazó todas y cada una de esas disposiciones (muchas millonarias) para concentrarse en el góspel. Completamente autodidacta, tenía un instinto musical nato, el que le permitía improvisar melodías y ritmos tan señeros como fascinantes. Fue, es y seguirá siendo insigne por su poderosa voz y gran registro (podía pasar de soprano a contralto veloz y fluidamente), por su inconmensurable potencia escénica y por su habilidad para vincularse con la audiencia, trasmitiendo y evocando intensas emociones durante sus actuaciones. Apasionada y muchas veces hasta frenética, hacía demostraciones físicas de sus expresiones de goce (llegando, en más de una oportunidad, al llanto histérico) mientras cantaba. Su éxito fue tal que logró que el góspel alcanzara interés internacional, iniciándose así “La Época Dorada del Góspel”, haciendo posible para muchos solistas y grupos de vocalistas salir de gira y grabar por el mundo. La música popular como entidad toda recibió y sintió hasta la médula su influencia y fue acreditada por ello siendo categorizada en la historia de la música como: la gran inspiración del blues, del soul y del rock and roll.

LINKS a discos, conciertos, movilizaciones activistas y entrevistas:

Mahalia Jackson in concert 1961 – Hamburg

Mahalia Jackson singing & Martin Luther King Jr preaching at Church

March on Washington – MAHALIA JACKSON sings two hymns

Mahalia Jackson Interview 1971

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