Hijo del violinista Domingo Demare y Otilia Riccio, nació en el barrio del Abasto, en la ciudad de Buenos Aires.
Su padre tocó en distintas orquestas en la década del veinte y, a partir de 1926, integró la de Francisco Canaro, con la que participaría en la recordada gira a Francia.
Don Domingo llevó a la gira a su esposa y a sus hijos, Lucio y Lucas, quienes desde niños estudiaban el piano con el maestro italiano Vicente Scaramuzza.
A los pocos meses de estar en París el joven Lucas decidió regresar a Buenos Aires, donde comienza a estudiar el bandoneón. Recurrió a un buen amigo de su padre, el maestro Pedro Maffia. Dado sus estudios musicales con Scaramuzza, algunos investigadores dicen que rápidamente adquirió los conocimientos para tocar tan difícil instrumento. Otros en cambio, afirman que apenas se defendía y que era un músico figurante. En mi modesta opinión, ni lo uno ni lo otro, no fue un intérprete brillante pero tocar tocaba.
Después de un año, volvió a París y se incorporó en la exitosa orquesta de Manuel Pizarro. Luego, acompañó con su bandoneón al trío que su hermano Lucio integraba junto a Agustín Irusta y Roberto Fugazot. Recorrieron durante cuatro años el viejo continente, hasta establecerse finalmente en Barcelona.
En 1933, fueron requeridos para participar en la primera película sonora española, titulada Boliche, dirigida por Francisco Elías, en la misma —además de participar musicalmente con el trío—, realizó una pequeña actuación como actor. Al año siguiente, participó en otra producción llamada Sin rumbo.
Esta experiencia en el cine despertó, en el inquieto Lucas, la vocación por esta nueva actividad artística que se estaba desarrollando en el mundo del espectáculo. Desde ese momento, a pesar del aceptable éxito con la música, prefirió trabajar como operario en los estudios de la Orphea Film, de Barcelona y, al poco tiempo, comenzó a escalar hasta llegar a asistente de dirección en la película Tierra baja.
Cuando estalló la guerra civil en España, no le quedó alternativa y tuvo que pensar en el regreso. Compró con sus ahorros un pasaje en Génova y se embarcó a Buenos Aires.
Gracias a su hermano Lucio, muy amigo de Francisco Canaro, propietario de los Estudios Río de la Plata junto a Jaime Yankelevich y Juan Cossio, comenzó a trabajar en el cine. Canaro en forma inmediata lo ubica como encargado de los estudios, dada la experiencia adquirida en España.
No pasó mucho tiempo para que Canaro le diera la oportunidad de dirigir. Su debut fue con la película Dos amigos y un amor, que se estrenó en el cine Broadway el 8 de febrero de 1938, los intérpretes principales del film fueron Pepe Iglesias, Juan Carlos Thorry y Norma Castillo, quien luego se convertiría en la esposa de Lucas. La música fue escrita por su hermano.
El 21 de junio de 1939, se estrenó, en el cine Renacimiento, su segunda película interpretada también por Pepe Iglesias y titulada Veinticuatro horas en libertad. Ese mismo año, realizó El hijo del barrio, con Ernesto Raquén, Fanny Navarro, Roberto Fugazot y, para el sello Pampa, Chingolo, con Luis Sandrini, Nuri Montse, Homero Cárpena, Héctor Méndez, que se estrenó al año siguiente, en el cine Monumental.
La consagración definitiva se produciría con las películas filmadas entre 1941 y 1942. La primera, El cura gaucho, estrenada el 25 de junio de 1941, con Enrique Muiño, Aída Alberti y Eloy Álvarez, como protagonistas y la dirección musical de su hermano Lucio.
La segunda, un éxito mayúsculo, El viejo Hucha, que fue estrenada el 29 de abril de 1942, con figuras estelares del tango. Las plumas de Homero Manzi y Ulises Petit de Murat, la música de Lucio Demare y la voz de Juan Carlos Miranda. El papel protagónico, a cargo de Enrique Muiño, secundado por Francisco Petrone, Roberto Airaldi y Osvaldo Miranda. Este último aparece cantando “Malena”, doblado por Miranda con la orquesta de Lucio.
Luego, vendría su obra cumbre y, posiblemente, una de las películas más importantes de la historia del cine argentino: La guerra gaucha, con guión propio adaptado por Manzi y Petit de Murat. Fue estrenada el 20 de noviembre de 1942.
Después seguirán, Su mejor alumno (1944), Pampa bárbara (1945) y, en 1952, estrena con la colaboración de José María Contursi y Francisco García Jiménez, Mi noche triste, una biografía libre de Pascual Contursi. En ella actúan: Jorge Salcedo, Diana Maggi, María Esther Gamas —esposa de Fugazot— y la orquesta de Aníbal Troilo.
En 1954, volvió a la temática tanguera con Mercado de Abasto, con Tita Merello, Pepe Arias y Juan José Míguez. En ella, Tita canta “Se dice de mí”, estrenada el 3 de febrero de 1955. Ese año dirigió también a Hugo Del Carril en El último perro.
El 25 de septiembre de 1975, se estrenó su última película, Solamente ella, basada en el tango homónimo, actúan Susana Rinaldi, Luis Politti, Raúl Lavié, el Sexteto Tango, Juan Carlos Copes, María Nieves y su hija María José Demare. La dirección musical es de Julián Plaza.
Nos pareció de toda justicia, hacer esta breve reseña de tan eximio artista, nacido de las filas de nuestro tango y, que junto al querido Hugo Del Carril, formaron parte de la pléyade de grandes realizadores del cine nacional.