Nace así la que será la “Sección Argentina” de la Cruz Roja Internacional, una Institución de carácter benéfico que había sido fundada el 17 de febrero de 1863 por JUAN ENRIQUE DUNANT, un médico suizo que recibió el Premio Nobel de la Paz en 1901 por esta idea, que en 1864, durante un Congreso realizado en Ginebra por la Organización Mundial de la Salud, fue oficializada y autorizado su funcionamiento.
Los sucesos producidos en 1880 en ocasión del alzamiento del Gobernador de Buenos Aires, el Doctor CARLOS TEJEDOR, tenaz opositor a la candidatura del General Roca a la presidencia de la Nación y a la Federalización de Buenos Aires, fueron el detonante que puso en marcha una idea que venía elucubrando desde tiempo atrás el Doctor RAWSON, afectado por el recuerdo de la mala atención que se le brindaba a los heridos que llegaban del frente durante la guerra con Paraguay, a las víctimas de la epidemia de fiebre amarilla y de diversos accidentes urbanosque llegan a su conocimiento como profesional de la medicina
Fue su primer Presidente el Doctor PEDRO ROBERTS y desde sus inicios mostró una vocación inquebrantable por servir a su comunidad y son prueba de ello su rápido desarrollo territorial (actualmente funcionan 65 Sucursales de la Cruz Roja Argentiona en todo el territorio nacional), la instalación de la Primera Sala de Auxilios que existió en Buenos Aires (1898); la creación del «Patronato de Indios» (1899); el envío de volunraios pertenecientes a su estructura para colaborar en los Hospitales de Campaña instalados durante la Primera Guerra Mundial (1914 y luego también en 1939); la fundación de la » Escuela de Enfermeras» (1920); la fundación de la «La Cruz Roja de la Juventud» (1925); «La escuela de Samaritanas» (1926); “El cuerpo auxiliar permanente” (1928); el «Cuerpo de Salvamento» y los Cursos para la “Formación de Salvavidas (1934).
Actualmente, con su sede central ubicada en la calle Hipólito Yrigoyen 2060, de la ciudad de Buenos Aires, continúa fiel a sus principios fundacionales: “Reconocer en cada herido un hermano necesitado y en cada enfermo, un ser a quien el deber ordena no abandonar, habiendo cumpliendo ininterrumpidamente, desde aquel lejano 1880, su humanitaria tarea, haciéndose presente en cuanto siniestro, accidente o calamidad se abata, no solo sobre el territorio de la República Argentina y su población, sino también llevando su ayuda hacia países vecinos..