«Nico, 1988» no es la primera vez que Christa Päffgen aparece en una película. Interpretada por la actriz Trine Dyrholm, este biopic desmonta el mito detrás de la musa y amiga de Andy Warhol casi tres décadas después de que la rockera apareciese en «La Dolce Vita».
Con forma de road movie desestructurada, «Nico, 1988» relata su última gira, perseguida por sus demonios y deseos de romper con su pasado. Una Nico humana que se abre paso con fuerzas, rockera madura lejos de la gélida perfección por la que se la recuerda. Una película crepuscular (que incluso se permite destellos de humor), alejada del sensacionalismo y cercana a una personalidad tan fascinante como convulsa.
Tras su paso por el Festival de Cine Internacional de Venecia, donde se alzó con el premio a mejor película en la sección Orizzonti, Nico, 1988 también ha ganado recientemente cuatro premios Donatello. En nuestro país fue presentada en el pasado Festival de Cine Europeo de Sevilla.
Artista polifacética, fue modelo, intérprete y cantautora. Aunque su relación más prolífica con el arte fue a las órdenes del director Philippe Garrel, con quien rodaba noche tras noche imágenes sin argumento en la cubierta de la Ópera de París. El cine le entregó también al que sería el padre de su único hijo, el actor Alain Delon.
Sorda de un oído, la cantante alemana alcanzó igualmente gran éxito en el panorama musical, sobre todo con el grupo The Velvet Underground, aunque también probó suerte en solitario, debutando con el álbum «Chelsea Girl», inspirado en una película de arte experimental de Warhol.
A punto de cumplir el medio siglo de vida, Christa Päffgen murió mientras daba un paseo en bicicleta por Ibiza. Fue en 1988, fecha que da título a este biopic, cuando sufrió un ataque al corazón que provocó su caída del vehículo.