“Hoy me dirijo a ustedes muy dolido por la blasfemia que es perpetrada en el Centro Cultural Recoleta con motivo de una exposición plástica”, escribió el entonces cardenal de Buenos Aires Jorge Bergoglio, en una de sus cartas pastorales en el año 2004. El motivo era la muestra retrospectiva de la obra de León Ferrari, en la que se incluía un objeto de Jesús crucificado sobre un avión bombardero estadounidense.
El actualmente papa Francisco, dijo sentirse apenado porque “este evento sea realizado en un Centro Cultural que se sostiene con el dinero que el pueblo cristiano y personas de buena voluntad aportan con sus impuestos”. Poco antes de esto un grupo de fieles entró gritando a la muestra y destrozó algunas de las obras de Ferrari, que sin embargo se mostró luego feliz por la polémica.
“Es una especie de favor que me hizo Bergoglio”, dijo provocador Ferrari, para luego bromear diciendo que nunca un artista había recibido tanta publicidad. Es que la polémica de 2004 despertó uno de los más intensos debates sobre el arte, el respeto a las creencias y la libertad de expresión presenciados en Argentina.
León Ferrari era Ingeniero de profesión, pero con el tiempo se dedicó exclusivamente a la producción artística. Se inicia con una obra escultórica amable y tradicionalista, que puede leerse como un homenaje al cotidiano ritual de la “comunicación”; hablar, escribir, escuchar, leer, pero también interpretar los silencios como espacios destinados al gesto, que también comunica.
A partir del año 1963 la obra de León Ferrari se perfila conceptual, simbólica, y literal a la vez. En este sentido, le debemos una de las obras más polémicas de nuestro país, que vincula las facetas más complejas de las sociedades y del ser humano, con su propia historia personal y sus convicciones.
En sus propias palabras: “Yo no sé si lo que hago tiene que ver con que mi padre haya construido iglesias. […] Aunque iba a misa cuando estábamos en el campo, no era un clima demasiado beato. Hasta que me tocó ir al colegio de curas. Y ahí sí: fue el infierno […] por la idea del infierno que me metían en la cabeza, y con la que uno estaba obligado a convivir […] Esa imagen genera un miedo terrible, sobre todo en la cabeza de un chico. Y ese miedo le termina regulando la vida.”
“La civilización occidental y cristiana” (1965) es particularmente, la obra que pondrá a León Ferrari en el centro de las miradas. Censurada desde su presentación, en el Premio Di Tella 1965, esta obra contiene un tipo fuerza que no pierde vigencia ni sentido. Ferrari la produce a partir de una radical oposición frente la guerra de EEUU contra el pueblo de Vietnam.
En su presentación del año 2004, la obra volvería a dar que hablar. Un sector de la iglesia pretendió censurarla y prohibir su exhibición en la retrospectiva que se hizo de su obra ese año. Al respecto de esa pretensión (no lograda), León Ferrari dijo que aquellas obras que más ha censurado la iglesia son sólo una forma de expresar su opinión sobre la tortura.
Nacido en Buenos Aires en 1920, Ferrari era un artista reconocido internacionalmente por su actitud irreverente y por sus denuncias sociales. En 1976 tuvo que exiliarse del país estableciéndose en Brasil, tras el triunfo del gobierno de facto en Argentina.
León Ferrari ganó el León de Oro de la Bienal de Venecia en 2007, a sus 87 años. Lo obtuvo gracias a la retrospectiva en la que se exhibieron sus intervenciones artísticas sobre las portadas del diario del Vaticano, L’Osservatore Romano, y su obra más conocida, La civilización occidental y cristiana. En 2010 Ferrari fue distinguido con el Premio al Mejor Artista Internacional vivo por el conjunto de obras presentadas en la feria de arte contemporáneo de Madrid ARCO. Y en el año 2012 recibió el premio Konex de Brillante.
Su obra fue expuesta en algunos de los más importantes museos del mundo, desde el MOMA de Nueva York, el Museo Reina Sofía de Madrid o la Pinacoteca de Sao Paulo.
El 25 de marzo de 2012, al cumplirse 35 años del secuestro, asesinato y desaparición de Rodolfo Walsh, el Espacio Memoria y Derechos Humanos inauguró la instalación artística “Carta Abierta a la Junta Militar”, a partir de una idea de León Ferrari. La obra, que quedó montada en el “Bosque de Eucaliptos”, frente al Casino de Oficiales de la ex ESMA, consiste en una instalación de catorce paneles de vidrio con la transcripción completa de la Carta Abierta de Walsh.
Falleció en Buenos Aires el 25 de julio de 2013, a los 92 años.