Las derrotas de Garibaldi

Conociendo el prestigio guerrero de Garibaldi, Rivera lo designó jefe de su flota (que era muy precaria). Le tocó enfrentarse a la armada porteña conducida por Guillermo Brown. El 16 de agosto de 1842, fue derrotado frente a la ciudad correntina de Esquina. Vuelto a Montevideo organizó “La Legión Italiana”, que participó en algunos combates contra las tropas de Oribe.

Reformada la filota colorada, Garibaldi pudo ocupar la ciudad de Colonia de Sacramento con el apoyo de franceses y británicos. Lamentablemente, las tropas se dieron al saqueo de la ciudad. Poco después ocupó la isla Martín García y la ciudad de Gualeguay en Entre Ríos, que también fue saqueada.

En 1845 llegó a Gualeguaychú y días más tarde a la ciudad de Salto, Uruguay. La resistencia de las tropas argentinas fue feroz. Justo José de Urquiza fue uno de los artífices de la derrota que obligó a Garibaldi a volver derrotado a Montevideo.

Sin embargo, tanto en Colonia como en Salto existen monumentos que recuerdan al que sería la gran figura de los italianos, aunque ambas ciudades habían sido saqueadas por los hombres de Garibaldi.

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Monumento a Garibaldi en Salto (Uruguay).

Monumento a Garibaldi en Salto (Uruguay).

En 1848 Giuseppe volvió a la Península para luchar contra los austríacos, pero una vez más fue derrotado. Obligado a huir con Anita, su esposa brasilera, por zonas pantanosas, ésta murió de fiebre tifoidea, dejando al héroe italiano postrado por la pérdida de su querida y aguerrida pareja.

La vida de Giuseppe fue una larga lista de derrotas bélicas y fracasos comerciales, de los que siempre resurgió con nuevos ánimos, dispuesto a poner su espada “al servicio de cualquier pueblo oprimido”, al que también oprimió cuando tuvo la oportunidad …

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