La verdadera historia detrás del matrimonio de Grace Kelly con el Príncipe de Mónaco

Un hombre digno de admirar

A lo largo de su vida, el dinero nunca fue algo por lo que Grace tuvo que preocuparse. Ella nació en una familia relativamente rica, ya que su padre era dueño de una empresa constructora.

John B. Kelly Sr. tuvo una vida bastante memorable, debido a que fue tres veces medallista de oro olímpico y casi logró convertirse en alcalde del estado de Filadelfia. Tenía una muy buena reputación, aunque su vida parecía palidecer en comparación con la de su hija.

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Escultura de John Brendan Kelly, el padre de Grace.

Escultura de John Brendan Kelly, el padre de Grace.

Ambiciones de actuación

No había dudas de que Grace algún día se convertiría en actriz. Desde siempre tuvo grandes sueños para su futuro y trabajó duro para hacerlos realidad. Las posibilidades de convertirse en una estrella no eran exactamente altas, pero eso no impidió que ella diera todo para lograrlo.

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Comenzó a actuar en obras de teatro tan pronto como pudo, por lo que una de sus primeras producciones fue en 1942 cuando tenía solo 12 años. No fue un gran papel, pero fue el comienzo que su carrera necesitaba.

Viene de familia

El deseo de Grace de convertirse en actriz, no era tan sorprendente teniendo en cuenta las conexiones con el mundo del espectáculo dentro de su familia. Uno de sus tíos era el comediante Walter C. Kelly, quien era conocido por su trabajo en la escena del Vodevil. Además, actuó en la película dramática “The Virginia Judge”.

Curiosamente, Walter trabajó con Metro-Goldwyn-Mayer (MGM) para algunas de sus películas, la misma compañía de medios que más tarde ayudó a su sobrina a encontrar el éxito. Desafortunadamente, nunca pudo ver todo lo que ella logró, ya que falleció en 1939.

Sin su apoyo

Teniendo en cuenta que dos de los parientes de Grace habían tenido éxito en Hollywood, podríamos haber pensado que sus padres aceptarían su deseo de ser actriz. Sin embargo, ese no fue el caso.

Cuando Kelly reveló por primera vez su sueño de ser una estrella, ni su madre ni su padre la apoyaron particularmente. Finalmente, cambiaron de opinión, especialmente después de ver cuánto talento tenía su hija.

Comenzando en el Teatro

Cuando Grace todavía intentaba hacerse un nombre como actriz, se centró principalmente en trabajar en teatro. No solo era más fácil involucrarse de esta forma, sino que Kelly también era una apasionada de estar en el escenario. La actriz tenía menos de 20 años cuando consiguió su primer papel en Broadway, la tragedia “El padre”.

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La obra le ofreció a Grace un excelente comienzo en su carrera y solo unos años después su talento la llevó a la gran pantalla.

Su primer papel en el cine

El primer papel de la actriz en el cine llegó en 1951 cuando Henry Hathaway la eligió para aparecer en “Catorce Horas”, aunque el personaje de Kelly no fue particularmente importante.

Estar en esa película fue todo lo que necesitaba para comenzar a construir una base de admiradores, con personas de todo Estados Unidos que aparentemente veían algo especial en la estrella. Desafortunadamente, los críticos no lo captaron en ese entonces, por lo que la película no se convirtió en el gran cambio que ella esperaba.

Como si fuera poco

Como si la repercusión poco favorable de su rol en “Catorce Horas” no fuera poco, Grace seguía decepcionando a los críticos. Su segundo papel importante en la película “A La Hora Señalada”, tampoco obtuvo buenas respuestas, a pesar de ser considerada uno de los mejores filmes jamás hechos.

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Este recibió múltiples premios de la Academia y se convirtió en uno de los papeles más conocidos de Kelly, pero no logró mostrar su talento.

Tomándolo en serio

A pesar de que “A La Hora Señalada” le trajo mucha atención, Grace no estaba contenta con la dirección que tomaba su carrera. Los críticos estaban decepcionados con sus actuaciones y ella les creyó cuando dijeron que podía dar más. Entonces, tomó algunas lecciones de actuación para tratar de mejorar su oficio.

Ella hablaba en serio acerca de ser actriz y no quería dejar pasar oportunidades. Afortunadamente, tomarse el tiempo para trabajar en sus habilidades valió la pena, porque pronto consiguió un contrato más que interesante.

Su suerte cambió

Después de ver de lo que era capaz, “MGM” le ofreció un contrato por siete años, a razón de 850 dólares por semana. Lo que ofrecían no era mucho en comparación con otros en el negocio, sin embargo, Grace no estaba dispuesta a rechazar la oportunidad de convertirse en una estrella.

Hizo bien en aceptar el contrato, porque tan solo un año después comenzó a ganar premios. El primero de ellos llegó con la película de aventuras románticas “Mogambo” para la que Kelly consiguió el Globo de Oro a la mejor actriz de reparto. Finalmente lo había logrado.

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Finalmente famosa

Después de “Mogambo”, los grandes papeles siguieron llegando. Esto incluía roles en la película de misterio “La Ventana Indiscreta”, el policial “La Llamada Fatal” y el thriller romántico “Para Atrapar al Ladrón”. Todos estos filmes fueron dirigidos por Alfred Hitchcock.

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Parece que después de encontrar su lugar en la industria, Kelly fue considerada para Hitchcock su perfecta protagonista. Sin embargo, no solo apareció en las películas del afamado director, sino que también protagonizó películas como el musical “La Angustia de Vivir”.

Este era su mejor momento

Después de algunos tropezones en los años 50, 1954 fue el año en que las cosas finalmente fueron en ascenso para Kelly. Ella apareció en cinco películas en ese periodo y su protagónico en “La Angustia de Vivir” la hizo ganar el codiciado galardón a la Mejor Actriz en los Premios de la Academia.

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Grace enfrentó una dura competencia con Judy Garland y Audrey Hepburn. Sin embargo, fue su actuación la que más impresionó al jurado. Esa película también le valió un Globo de Oro y un Premio de la Junta Nacional de Revisión.

Renunciar por él

Como ya mencionamos, la carrera cinematográfica de Grace fue cambiando de a poco hasta que se convirtió en una estrella. Los años ’50 terminaron siendo un momento increíble para ella, aunque su éxito como actriz no duró tanto como esperaba.

No era que ya no la quisieran, sino que ella decidió abandonar todo para casarse con un príncipe. Kelly no podría haber imaginado que en unos pocos años pasaría de ícono de Hollywood a esposa cariñosa. Sin embargo, nada en la vida es predecible.

Lamentando el sacrificio

Casarse con el Príncipe de Mónaco obligó a Grace a renunciar a todo, algo que pensó que valía la pena en ese momento. Sin embargo, parece que después de estar unos años con Raniero III, lamentó profundamente su decisión.

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Los rumores sugieren que el matrimonio de la princesa no fue feliz, ya que la relación giraba más en torno al dinero que a cualquier otra cosa. Supuestamente, el Príncipe solo se casó con la actriz para traer más riqueza a su país y no porque Grace fuera el amor de su vida.

El nombre que más resonaba

A mediados de los años ’50, pocas mujeres en Hollywood eran más famosas que Grace Kelly. A pesar de que tuvo un comienzo inestable, les había demostrado a todos que tenía todo lo que se necesitaba para ser una estrella en la industria. Ella solo había sido parte por unos años y ya había logrado mucho.

Desafortunadamente, el final de su carrera como actriz ocurrió rápidamente. Nadie podría haber predicho que renunciaría a todo tras unos años, pero no había nada que pudieran hacer para detenerla, porque estaba enamorada.

Demasiado pronto

Solo cinco años después de que Grace tuvo su primer papel en el cine, se despidió de Hollywood. Su última película llegó fue la comedia musical “Alta Sociedad”, que protagonizó junto a Bing Crosby y Frank Sinatra. Los fanáticos de Kelly no estaban listos para despedirse de la actriz, pero no tenían mucho que decir al respecto.

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Después de todo, 1956 fue también el año en que Grace encontró marido. Se conocían hace poco tiempo, pero eso no le impidió casarse con él.

En el festival de cine

Aunque convertirse en la Princesa de Mónaco significaba que Kelly tenía que renunciar a la actuación, fue gracias a su carrera que conoció a su esposo. Grace estaba en Francia para participar del Festival de Cine de Cannes cuando la llamaron para participar de una sesión de fotos con el monarca.

La actriz no sabía en ese momento que estaba aceptando conocer a su futuro esposo, pero igualmente dijo que sí. No iba a rechazar la oportunidad de inmortalizar su imagen junto con la de alguien de una Familia Real.

Saliendo con alguien más

Desde el momento en que Grace conoció al Príncipe, quedó encantada con él. Ella no se imaginó convirtiéndose en su esposa durante esa reunión, especialmente porque no estaba soltera en ese momento.

Según los informes, estaba en una relación con su compañero actor Jean-Pierre Aumont, quien no tenía muchas posibilidades contra Raniero III. Después de que el monarca hizo evidentes sus intenciones hacia Kelly, quedó claro quién tenía más posibilidades de ganarse su corazón y finalmente ella se decidió por el Príncipe.

Sin perder tiempo

Las celebridades rara vez pierden el tiempo cuando se trata de casarse. Si han decidido que quieren estar con alguien, comienzan el matrimonio lo antes posible. Aparentemente, ese ha sido el caso durante décadas.

La pareja se convirtió en marido y mujer solo unos meses después de esa reunión en Cannes y su unión se convirtió en uno de los temas de conversación más importantes de la década. Nadie esperaba nada menos dado lo famosa que era Kelly en el momento en el que contrajo matrimonio.

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La boda del año

Hoy en día, estamos acostumbrados a que las bodas reales sean un evento de interés internacional. Cuando se casaron miembros de la realeza británica como Charles con Diana o William con Kate, millones de personas pudieron ver las bodas desde su casa. Si bien los televisores no estaban a disposición de todos en los años 50, eso no impidió que 30 millones de personas vieran al Príncipe Raniero III y Grace Kelly convertirse en marido y mujer.

El evento se consideró imperdible y la boda contó con muchos invitados famosos. Aparentemente, figuras como Cary Grant y Ava Gardner estaban en la lista de invitados.

Causando un frenesí

La boda de esta pareja se considera uno de los primeros ejemplos en los cuales los medios de comunicación hicieron grandes esfuerzos para cubrir el acontecimiento. Dada la posición de Grace como ícono de Hollywood y el hecho de que casarse significaba renunciar a su carrera, era inevitable que generara interés en la prensa.

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Sin embargo, la respuesta frenética no tenía precedentes en ese momento y casi todas las publicaciones hablaban de aquel suceso especial. Nuevamente, si bien esto es algo que hoy se espera de las bodas de la realeza, era desconocido en aquella época.

Alejándose de todo

Si se le hubiese dado la opción, es poco probable que Grace hubiera abandonado su carrera como actriz al casarse. Sin embargo, convertirse en miembro de la realeza incluye sacrificios y este fue uno de ellos. Kelly tuvo que decidir qué significaba más para ella en ese momento y, a pesar de su inmenso éxito en Hollywood, fue Raniero III quien ganó la batalla.

Como si esto fuera poco, también tuvo que hacer las maletas y mudarse a Mónaco, abandonando su ciudadanía estadounidense en el proceso.

Comprobando su fertilidad

Kelly no solo se vio obligada a dejar atrás su antigua vida, sino que también tuvo que cumplir ciertas reglas. Esto incluyó tomar una prueba de fertilidad antes de que ella y Raniero III se casaran. El Príncipe quería asegurarse de que su novia pudiera proporcionarle un heredero, algo que es sumamente importante en la monarquía.

Las familias reales quieren transmitir sus genes y asegurarse de que esta continúe prosperando. Afortunadamente, Grace no tenía problemas de fertilidad.

Todo tiene un precio

Quizás lo más escandaloso que Kelly tuvo que hacer antes de casarse fue pagarle una dote a su esposo. Si ella quería convertirse en la princesa de Mónaco, tenía que ofrecer el precio correcto. No fue la propuesta más romántica que un novio le haya hecho a su amada, pero ¿Qué elección tenía la actriz?

El Príncipe podría encontrar fácilmente a alguien más para casarse si ella no estaba dispuesta a pagar. Afortunadamente, dada su fama y la riqueza de su familia, el dinero no era un problema.

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Las preocupaciones de un Padre

Alguien a quien no le agradaron las demandas del Príncipe fue el padre de Grace. Después de enterarse de que debía pagar una dote, mostró algunas dudas sobre el matrimonio. A sus ojos, su hija no debería tener que pagarle a alguien para ser amada y respetada.

Sin embargo, a pesar de sus objeciones, el hombre no se interpuso en el matrimonio de Kelly. De hecho, entregó 2 millones de dólares a Raniero III para que ella pudiera ser feliz. Si el Príncipe era a quien ella quería, ¿Quién era él para decirle que no se case?

Problemas de dinero

Obviamente, pagarle a un miembro de la realeza por la oportunidad de casarse con ellos no es algo común en todas las monarquías. Sin embargo, el Príncipe creyó que no tenía otra opción. Cuando él y Grace se conocieron, su país estaba experimentando muchos problemas de dinero, ya que Mónaco había sufrido muchas pérdidas en la guerra.

Aunque el país se jactaba de poseer riquezas por el auge de sus casinos, esto comenzó a desmoronarse cuando Francia se estableció como rival. El Príncipe necesitaba desesperadamente una solución.

Asesoría financiera

Justo cuando no sabía qué hacer, Raniero III recibió algunos consejos de Aristóteles Onassis, el futuro esposo de Jackie Kennedy. El hombre le aconsejó al Príncipe que buscara una novia de Hollywood. Aparentemente, creía que contraer matrimonio con alguien tan famoso mejoraría la imagen de Mónaco.

Más personas visitarían el país, lo que lo ayudaría a reponer parte de su fortuna perdida. Según los informes, Raniero III primero fijó su mirada en Marilyn Monroe, quien supuestamente lo rechazó, para luego de recurrir a Grace.

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Con pocas mujeres en Hollywood más famosas que Grace en aquella época, no podría haber elegido una mejor novia. Por supuesto, un matrimonio basado solo en ganancias financieras no es suficiente para mantener una vida feliz juntos.

Una princesa desilusionada

Convertirse en la princesa de Mónaco podría haber sido emocionante al principio, pero a medida que pasaba el tiempo, Grace se iba cansando de su posición. Según los informes, se volvió increíblemente infeliz en su matrimonio, probablemente porque su esposo no era tan cariñoso como ella pensaba que era.

Posiblemente, él hizo un esfuerzo por cortejarla durante su noviazgo, pero una vez que el anillo estuvo en su dedo, ya no necesitaba mantener la ilusión. Si realmente solo le importaba el dinero, entonces ya había obtenido lo que necesitaba de ella.

Su mayor desafío

Casi todos en la vida de Grace sabían que casarse con el Príncipe cambiaría las cosas para siempre. Según los informes, uno de sus amigos, el diseñador de moda Oleg Cassini, dijo que su razón para hacerlo fue porque era “el mejor guion que había recibido en su vida”.

Fue visto como un nuevo y emocionante desafío para la actriz que había demostrado su talento en la pantalla grande. De alguna manera, ella ya había logrado todo lo que deseaba durante su corto tiempo en Hollywood, así que ahora era el momento de que hiciera algo diferente.

Nada era como ella esperaba

Desafortunadamente, mientras unirse a la Familia Real de Mónaco parecía una idea glamorosa en ese momento, Grace pronto se dio cuenta de que había sido engañada. A lo largo de su compromiso, había visto el mundo a través de lentes de color rosa.

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Sin embargo, tan pronto como se casó, se los quitaron de la cara, obligándola a ver en qué se había metido. Aparentemente, a los pocos meses de casarse, su esposo ya había acumulado tres amantes, dejando a la princesa completamente humillada.

Detrás de la ilusión

Si Grace pensó que había tenido sus mayores desafíos como actriz en Hollywood, estaba muy equivocada. La actriz y escritora Judy Balaban afirmó que ser la princesa de Mónaco obligó a Kelly a actuar su personaje más difícil.

Todos los días, tenía que interpretar el rol de esposa amorosa y princesa leal, especialmente cuando estaba en público. Sin embargo, la verdad detrás de escena, no se parecía en nada a lo que veía el resto del mundo. Incluso tener tres hijos con su esposo no cambió eso. En cierto modo, solo empeoró las cosas.

Distante de sus hijos

Según los hijos de la princesa, Grace no era la madre más amorosa del planeta. Caroline, la mayor de los tres, admitió que normalmente pasaba más tiempo con la niñera que con su madre. Esto no era necesariamente fuera de lo común para la realeza en ese entonces.

La crianza de los niños a manos de sus padres es un concepto relativamente nuevo en la monarquía. Sin embargo, eso no significa que los hijos de Kelly apreciaban su distancia. A Caroline no le gustaba el hecho de que la mayor parte del tiempo que pasaba con su madre era castigada por una razón u otra.

Disciplina estricta

Incluso la propia Grace admitió que era algo disciplinaria cuando se trataba de sus hijos. Su propia madre había sido severa, por lo que simplemente estaba siguiendo sus pasos. El Príncipe Alberto, el hijo del medio de la pareja, era un poco más obediente que su hermana.

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Según la actriz, todo lo que se necesitaba para controlar el comportamiento de los niños era una “palabra fuerte en un tono alto”. Sin embargo, a Caroline supuestamente la azotaban “cada dos días”, a lo que Kelly refirió: “Debería haberla golpeado como un gong hace mucho tiempo”.

Ofreciendo una segunda oportunidad

Considerando lo apacible y elegante que siempre se veía Grace, su aparente enojo hacia sus hijos es ciertamente bastante impactante. Tal vez solo estaba desviando algo del dolor que sentía por su fallido matrimonio hacia ellos. Si los rumores son ciertos, entonces Kelly definitivamente tenía una razón para estar molesta con su situación.

Como si esto fuera poco, su esposo supuestamente detuvo todos sus intentos de volver a actuar. Hollywood intentó atraer a Grace de regreso, pero el Príncipe quería que dejara su carrera en el pasado.

Propuesta de Hitchcock

Hitchcock fue una de las personas que, según los informes, intentó acercarse a la actriz con una nueva oferta cinematográfica. Aparentemente quería que ella interpretara el papel principal en la película de suspenso psicológico “Marnie, la ladrona”, estrenada a principios de los años 60.

Se decía que Kelly estaba entusiasmada por aceptar la oferta de Alfred, pero la idea estaba mal vista por los ciudadanos de Mónaco. Supuestamente, hubo una protesta tan masiva al respecto que Grace tuvo que retirarse.

Firmemente en el pasado

Aparentemente, el Príncipe de Mónaco se mostró tan firme en cuanto a que su esposa se mantuviera alejada de Hollywood que prohibió que sus películas se exhibieran en su país. Supuestamente, quería que ella se olvidara de quién había sido, porque su profesión no era digna de la monarquía.

Ella era una princesa ahora, por lo que se esperaba que actuara como tal. Pasar sus días en un set de filmación se consideraba una pérdida de tiempo para alguien en su posición. No es de extrañar que, según los informes, Kelly no estuviera feliz de estar casada con él.

Fuera de carrera

Hollywood no perdió la esperanza de que Grace algún día volviera a hacer más películas. Desafortunadamente, cualquier posibilidad de que ella regrese desapareció por completo en septiembre de 1982.

La estrella estaba conduciendo a casa con su hija menor, la princesa Stephanie, cuando aparentemente sufrió un derrame cerebral. Estando detrás del volante en ese momento, Kelly perdió el control del automóvil y se salió de la carretera. Su hija logró salir ilesa, pero su madre no tuvo tanta suerte. Ella terminó con soporte vital en el hospital.

Hora de decir adiós

Dado el daño cerebral que Grace había sufrido, las cosas no parecían esperanzadoras para la actriz. Entonces, el día después del accidente, Raniero III decidió desconectarla del soporte vital. No puede haber sido una decisión fácil, independientemente de lo tenso que haya sido su matrimonio.

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Sin embargo, considerando la extensión de sus heridas, era lo más amable que podía hacer por ella. Por supuesto, la pérdida de un ícono de Hollywood fue difícil para todo el mundo y su fallecimiento entristeció a millones de personas.

Menos de lo que ella merecía

Definitivamente. que todo terminara de esta manera, era mucho menos de lo que Grace se merecía. Ella debería haber vivido una vida larga y fructífera, disfrutando de la fama y de hacer lo que le gustaba, en lugar de desvanecerse de este mundo después de un accidente. De todas formas, nunca sabremos cuánto peor podrían haber sido las cosas en su casa si el incidente nunca hubiera sucedido.

Es una pena que su matrimonio se haya vuelto tóxico, especialmente dado que Kelly pensó que el Príncipe era su gran oportunidad de felicidad. Aparentemente, ella no creía que ningún otro hombre fuera capaz de manejar su fama.

Nada din amor

En la superficie, Kelly y su marido parecían la pareja perfecta. Ella quería a alguien que no se dejara intimidar por su popularidad, mientras que él deseaba un socio que pudiera ayudar a financiar su país. Su matrimonio debería haber sido un éxito.

Sin embargo, las relaciones solo pueden durar si hay verdadero amor detrás de ellas. Por lo que parece, el afecto de Raniero III por su esposa no era tan fuerte como el de ella por él. Eso hizo que su matrimonio no sea elegido como ejemplo de pareja exitosa en absoluto.

El regreso a la pantalla

A pesar de todo, la Princesa siempre será recordada por sus leales súbditos y por la Humanidad entera. Si bien ella no pudo regresar a las pantallas grandes en vida, hubo varios directores que sintieron que debían homenajearla con un film sobre que contara sus vivencias.

En 1956 se estrenó “El matrimonio de Mónaco”, un tributo a su boda con el Príncipe Rainiero III. En 1983 llegó a la televisión “La historia de Grace Kelly” (en cuya pre producción participó la soberana) y, finalmente, en 2014 apareció “Grace de Mónaco”.

Un homenaje de alta costura

Otro de los homenajes a la soberana que aún hoy persisten son los conocidos “bolsos Kelly” de la prestigiosa marca ‘Hermès’. En 1954, la diseñadora de vestuario de “Para atrapar al ladrón” consiguió una de estas carteras para que Grace la utilizara en el set de grabación.

Ella instantáneamente se enamoró del modelo y empezó a usarlo todo el tiempo. El accesorio pronto se volvió extremadamente popular. En 1977 recibió el nombre con el que lo conocemos hoy en día en su honor.

Un encuentro con la Princesa Diana

Muchas personas también se preguntaron si alguna vez Grace Kelly y Lady Di fueron amigas. Aparentemente, la Princesa de Gales sentía que había algo que ambas tenían en común: eran mujeres que no pertenecían al círculo de la Realeza y que se habían casado con príncipes.

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En 1981, en su primera aparición pública tras su compromiso con Charles, la madre de William y Harry necesitaba ayuda y fue la Soberana de Mónaco la que se acercó a ella. Para calmarla le dijo “No te preocupes, querida, solo se pone peor”.

¿Qué habría pasado si…?

Esa pequeña frase nos hace pensar en el enorme sacrificio que tuvo que hacer la Princesa de Mónaco para formar parte de la Realeza de dicho país. Si bien esto fue algo que ella escogió en su momento, la realidad es que nunca se esperó tener que renunciar a tantas cosas.

Eso nos hace preguntarnos qué habría pasado si ella hubiese permanecido con su ex pareja, Oleg Cassini. Recientemente se dieron a conocer algunas de las cartas de amor que los novios se enviaban a diario.

La doble cara de la fama

Quizás debido a todo lo que tuvo que abandonar, los sueños por los que tanto había luchado, Grace Kelly terminó convirtiéndose en una mujer amargada puertas adentro.

Sin embargo, como ocurre con todos los famosos, en público ella debía mostrarse radiante y feliz. Tener que simular todo el tiempo probablemente no era lo que ella vaticinaba para su futuro cuando le dijo que sí al Príncipe Rainiero III. Pero la fuerte institución que constituye la Realeza de Mónaco y la presión de los medios fueron más.

Camilloush, su legado

Afortunadamente, las cosas hoy en día son distintas para quienes ocupan un lugar dentro de la Realeza. Camille Gotlieb (nieta de Grace Kelly, hija de Estefanía Grimaldi y uno de sus guardaespaldas) tiene mucha más libertad para expresar sus talentos en redes sociales que las limitaciones que su abuela alguna vez tuvo para retomar la actuación.

En este sentido, “Camilloush” (como es conocida la joven) no solo es similar a la Princesa de Mónaco en apariencia y en actitud, sino que también es quien puede seguir su legado y reivindicar sus deseos.

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