El lugar que eligieron para hacerlo fue la localidad suiza de Montreaux, en la que habían tenido una muy buena actuación en el mes de mayo. Planearon grabar el disco, como lo hacían muchos grandes grupos de rock de entonces, en el estudio móvil de los Rolling Stones; este “estudio” (una especie de enorme vehículo, como un camión de exteriores de televisión gigante) lo trasladaron a uno de los varios edificios que conformaban el Casino de Montreaux y su alquiler les costaba cien libras esterlinas por día. Le pidieron a Claude Nobs, el promotor de conciertos del Casino, poder grabar en el segundo piso, un lugar que al grupo le había dado suerte. Frank Zappa, que en aquellos días realizaba una gira mundial, daría un concierto en el Casino el 4 de diciembre. Los Deep Purple llegaron el 3 de diciembre y se alojaron en el hotel “Eden Au lac”, a unos cientos de metros del Casino. Al día siguiente, mientras Don Preston, el tecladista de los Mothers of Invention de Zappa, desplegaba su solo en el tema “King Kong”, a un espectador imbécil se le ocurrió lanzar una bengala al techo del Casino. Las llamas se hicieron imponentes en pocos segundos. Desde su hotel, los Deep Purple fueron testigos del espectacular incendio del Casino, que se reflejaba en el agua del lago.
A Zappa, con su pérfido sentido del humor, se le ocurrió decir: “Se ha presentado Arthur Brown en persona en este concierto”. Se refería al cantante que había hecho el gran éxito “Fire”. Pero el momento no era para reírse. En unos minutos el Casino entero estaba en llamas. El fuego y el humo se reflejaban en el agua del lago Ginebra y Roger Glover, el bajista de Deep Purple, escribió sobre un papel “Smoke on the water”, mientras observaban lo que ocurría desde la ventana de su hotel. El desastre fue total; Zappa perdió más de 50.000 dólares en equipos, pero increíblemente no hubo ni una sola víctima. Ya no era posible grabar en el estudio contratado, así que recurrieron otra vez a Claude Nobs, a quien se le ocurrió que podrían grabar en un viejo teatro llamado Pavilion, que había cerrado en el invierno. Pero a las pocas horas de instalar los micrófonos en el teatro y grabar una canción del guitarrista Ritchie Blackmore con un tremendo riff inicial a la que llamaron “Tittle N°1”, la policía se presentó en el teatro y los obligaron a desalojar el lugar debido a quejas de los vecinos por “excesivo ruido”. Así las cosas, el dinero seguía gastándose y solamente habían grabado la música de una canción. Buscaron otro lugar para grabar, consiguieron un subsuelo que había servido como refugio durante la Segunda Guerra Mundial pero no reunía las condiciones necesarias, y al final, ya transcurrida una semana, Claude Nobs logró que les facilitaran los viejos y grandes salones del Grand Hotel Territet (lo llamaban “Gran Hotel”, simplemente), un destartalado espacio de estilo victoriano. El 22 de diciembre pudieron terminar el álbum con solo siete canciones, y la única canción que no terminaba de convencerlos era precisamente la famosa “Tittle N°1”, porque les parecía demasiado simple.
Richie Blackmore convenció al tecladista Jon Lord para que, dados sus conocimientos de música clásica, lo ayudara a trabajar sobre “Tittle N°1”. Le dijo que se había inspirado para el riff improvisando con la inversión de las notas de la 5ta Sinfonía de Beethoven (luego diría “le debo mucho dinero al gran Beethoven”, pero hay otra versión que dice que las famosas cuatro notas del riff de la intro rondaban en su cabeza desde unos días atrás, en los que escuchaba mucha música búlgara y turca). Como fuera, Richie convenció a Lord, que dobló el sonido de su guitarra (una Fender Stratocaster) con el órgano Hammond C3 distorsionado por un amplificador Marshall, y esta conjunción terminó gustándole al resto del grupo. Roger Glover se acordó de aquella imagen de “Smoke on the water” (diría luego que desde el incendio esa imagen rondaba su cabeza en sueños) y convenció al cantante Ian Gillian para que escribiera la letra basada en eso. Gillan la fue componiendo con imágenes y referencias a todo lo que habían vivido en aquellos 15 días. Incluía la frase de “…swiss time is running out…”, ya que por todo lo ocurrido estaban a punto de caducar sus visados para seguir en Suiza. Finalmente, decidieron que el título del álbum se llamara “Machine Head”, en homenaje a Claude Nobs, el organizador del gran festival de Montreaux.
El sexto disco de Deep Purple apareció en marzo del año 1972. Tuvo una gran aceptación y fue número uno en varios países. “Smoke on the water” apareció también en el célebre disco en vivo “Made in Japan”, en diciembre de 1972, pero no apareció como single hasta un año después, el 26 de mayo de 1973, momento en el que, como era de esperarse, pasó a ser un éxito: alcanzó el puesto 2 en el ranking en Canadá, el puesto 4 en EEUU y el 21 en el Reino Unido; la revista Rolling Stone ubicó la canción como N°1 en un ranking de “mejores canciones heavies”. “Smoke on the water” es un cásico indiscutible y el riff de su intro es quizá el más famoso de la historia del rock.
Para recordar esa noche terrible sobre el lago Ginebra, existe una estatua cercana en la que se puede leer “Deep Purple, Smoke on the water” e incluso las notas del famoso “riff” de guitarra…: sol-si bemol-do / sol-si bemol-re bemol-do / sol-si bemol-do / si bemol- sol…
Salimos hacia Montreux a orillas del Lago Ginebra para grabar con una unidad móvil. No disponíamos de mucho tiempo. Frank Zappa y The Mothers estaban en el mejor sitio, pero algún estúpido con un lanzabengalas hizo que ardiera el lugar hasta los cimientos. Humo en el agua, el fuego en el cielo. Incendiaron el casino. Se consumió con un ruido terrible. Funky Claude entraba y salía corriendo sacando fuera a los niños. Cuando todo terminó tuvimos que buscar otro sitio, pero el tiempo en Suiza se agotaba. Parecía que íbamos a perder la carrera. Humo en el agua, el fuego en el cielo. Acabamos en el Gran Hotel. Estaba vacío, frío y desamueblado, pero con el camión de los Rolling Stones afuera. Hacíamos ahí nuestra música. Con unas pocas luces rojas y camas viejas, conseguimos un lugar donde sudar. No importa lo que saquemos de esto, sé bien que nunca lo olvidaremos. Humo en el agua, el fuego en el cielo.