El único comentario que hicieron los parientes de Arabella Churchill1 al enterarse de esta relación impropia fue su grata sorpresa al ver el interés de este pretendiente tan encumbrado por una joven “tan desabrida”.
La relación con el futuro monarca comenzó en 1665 cuando el entonces duque de York, estaba casado con Anne Hyde y Arabella era dama de compañía. Las descripciones coinciden en que la joven era solo piel y huesos, sin las abundancias anatómicas de otras damas, tan del gusto de entonces, como bien las retrataba Rubens en sus obras.
Carlos II, un consumado donjuán, con cientos de conquistas galantes en su haber, estaba asombrado de la elección de su hermano y decía que la joven había sido seguramente impuesta por el confesor de James para expiar sus pecados. Sin embargo, el lazo fue profundo porque duró no menos de 10 años y se cristalizó en 4 hijos llamados Fitz-James (el apellido otorgado por su progenitor).
Henrietta (1667 – 1730) fue ancestro de Diana Spencer (princesa de Gales), James (1670 – 1734) fue el primer Duque de Albemarle (y de Berwick, destacado general del bando borbónico) y ancestro de Cayetana Fitz-James Stuart, la 18ª duquesa de Alba, una de las personas con más títulos nobiliarios de la historia.
Después de cortar con James, Arabella se casó con Charles Godfrey con quien vivió hasta la muerte de este caballero. De este matrimonio tuvo otros 3 hijos, uno de ellos, Hugh Boscawen (1680 – 1734) fue el vizconde de Falmouth, un prominente político galés.
Arabella sobrevivió a sus dos cónyuges y murió plácidamente a los 82 años.
1- Arabella era por línea materna descendiente de Francis Drake, el célebre corsario.
