Fernando Pessoa nació 13 de junio de 1888, en Lisboa. Su padre, Joaquim de Seabra Pessoa, era funcionario público del Ministerio de Justicia, y crítico musical del periódico Diario de Notícias. Su madre, Maria Magdalena Pinheiro Nogueira, era natural de las Azores. Fue bautizado el 21 de julio en la Iglesia de los Mártires, del Chiado. Su padre murió víctima de la tuberculosis, cuando Fernando tenía cinco años, pero otro suceso trágico marcaría la infancia del poeta, ya que su hermano Jorge falleció al año siguiente sin cumplir un año. La madre se vio obligada a subastar parte de los muebles y la familia se mudó a una casa más modesta. La madre contrajo segundas nupcias por poderes en 1895, en la Iglesia de São Mamede de Lisboa con el comandante João Miguel Rosa, cónsul de Portugal en Durban, y allí transcurrió el resto de la infancia del escritor, donde recibió una educación británica. Sus primeros textos y estudios fueron redactados en ese idioma. En 1899 ingresó en la Durban High School, fue uno de los primeros alumnos de su promoción. Su hermana Henriqueta murió a los dos años de edad.
En 1901 la familia partió a Portugal. En la capital portuguesa nació João Maria, cuarto hijo del segundo matrimonio de la madre de Fernando Pessoa. La familia viajó a la isla natal de la madre, la Isla Terceira, en las Azores.
El futuro padre de las letras portuguesas decidió permanecer en Lisboa cuando el resto de la familia se trasladó de nuevo a Durban, y regresó solo a Durban para matricularse en la Commercial School. En 1903 se presentó a las pruebas de ingreso para la Universidad del Cabo de Buena Esperanza. Terminó con éxito sus estudios en Sudáfrica tras realizar en la Universidad el Intermediate Examination in Arts. Regresó definitivamente a la capital portuguesa, solo, en 1905, para residir en la casa de su abuela Dionísia.
Pessoa seguía escribiendo poemas en inglés y en 1906 se matriculó en el curso superior de letras de la Universidad de Lisboa, que abandonó a causa de una huelga estudiantil, sin siquiera haber terminado el primer año. Es esta época entró en contacto con importantes escritores de la literatura portuguesa, en especial la obra de Cesário Verde. En Agosto de 1907 murió su abuela Dionísia, dejándole una pequeña herencia. Con ese dinero montó una modesta imprenta, que rápidamente quebró, con el nombre de Empresa Íbis — Tipografía Editora — Oficinas a Vapor. A partir de 1908 se dedicó a la traducción de correspondencia comercial, trabajo que realizará a lo largo de toda su vida.
Inició su actividad de ensayista y crítico literario con la publicación, en 1912 en la revista Águia, del artículo
Empezó a traducir y a escribir para la revista de vanguardia Orpheu (1915), Atena (dirigida por él mismo), Ruy Vaz (a partir de 1924) o Presença (en 1927). Su primer libro de poemas, y el único publicado junto con Mensagem, Antinous, apareció en inglés en 1918. Su primera obra en portugués, el poema patriótico Mensagem, única que publicó en vida, no apareció hasta 1933.
Murió el 30 de noviembre de 1935, en el Hospital de São Luís dos Franceses, en Lisboa.
Fernando Pessoa fue, junto con Sá Carneiro, uno de los introductores en su país de los movimientos de vanguardia en Portugal. Aunque en vida tuvo cierta relación con los círculos literarios, a través de las revistas de la época, su obra no fu publicada hasta después de su muerte, a excepción de Mensagem. Además de su poesía su anotaciones publicadas con el título de Libro del desasosiego, son parte de una obra que ha devenido fundamental para el siglo veinte y que se ha desvelado de una profunda modernidad. La creación de los heterónimos marcó a partir de 1914 su obra. Los heterónimos fueron diversas personalidades que acuñó el poeta, no pseudónimos, sino auténticas personalidades creativas distintas de las cuales las más destacadas fueron: Ricardo Reis, Álvaro de Campos y Alberto Caeiro, para quienes inventó estilos literarios propios. Frente a la espontaneidad expresiva y sensual de Caeiro, Ricardo Reis trabajaba minuciosamente la sintaxis y el léxico, inspirándose en los arcadistas del siglo XVIII.Álvaro de Campos evolucionó desde una estética próxima a la de Whitman hasta unas preocupaciones metafísicas en la tarea de explicar la vida desde una perspectiva racional.
Pessoa también tuvo un enorme interés por el ocultismo y el misticismo, especialmente por la masonería y los Rosacruces, fue admirador de la obra del excéntrico ocultista inglés Aleister Crowley, y su faceta mística se materializó en su defensa del Sebastianismo. Don Sebastián reinó desde 1557 hasta 1578 en Portugal, su carácter místico lo llevó a intentar la conquista de Marruecos y para ello realizó dos expediciones, murió derrotado en Alcazarquivir, aunque no se encontró su cadáver, lo que alimentó la creencia en esta especie de leyenda-profecía que se llamó el Sebastianismo, y que apareció ante la dominación española cuando Felipe II accedió al trono de Portugal, en ese entonces empezó a rumorearse que el rey no había muerto y que regresaría para salvar a su país. Pessoa fue el último gran sebastianista y el más singular de ellos.
BIBLIOGRAFÍA
Antinous, 1918
Mensagem, 1933
Póstumamente:
I-Poesías, 1942, de Fernando Pessoa
II-Poesías, 1944, de Alvaro de Campos
III-Poemas, 1946, de Alberto Caeiro
IV-Odas, 1946, de Ricardo Reis
V-Mensajes, 1945
VI-Poemas dramáticos
VII y VIII-Poesías inéditas
Libros del desasosiego (1982)
El banquero anarquista