Cayetano Alberto Silva, el compositor de la marcha de San Lorenzo que coronó todos los actos de nuestra infancia, nació en Maldonado (ROU), hijo de madre morena y padre desconocido. Gracias a sus dotes musicales recibió una esmerada educación en la escuela de Artes y Oficios de Montevideo. Recorrió el sur de Brasil, se incorporó como músico a la armada de ese país y vino a Buenos Aires a perfeccionarse con el maestro Pablo Berutti (hijo del prócer de mayo). Ejerció su oficio en distintas bandas y conjuntos musicales del interior del país, compuso marchas, el “Minué montonero”, y les puso música a las obras de su compatriota y amigo, Florencio Sánchez.
Estando en Rosario compuso la marcha “Coronel Pablo Riccheri”, por entonces ministro de Guerra.
En un acto de humildad que lo enalteció, Riccheri le pidió a Silva que cambiase el nombre de su obra por el de “San Lorenzo”, su pueblo natal y sitio del famoso combate. La obra se ejecutó por primera vez el 28 de octubre de 1902, al pie del histórico pino donde San Martín (aún convaleciente de sus heridas) escribió el parte de batalla.
Dos días más tarde, al inaugurarse el monumento al Gran Capitán, en presencia del Presidente Roca y el mismo Riccheri, fue ejecutada por segunda vez con dos bandas. En la oportunidad fue designada marcha oficial del Ejército Argentino.
Silva fue nombrado director de la banda del Regimiento 9 de línea y continuó su carrera de compositor, especializándose en marchas militares, como “Río Negro”, dedicada a Roca, y “Curupaiti”, en honor a los oficiales del 3 y 4 de infantería que murieron en dicha batalla.
Acosado por la pobreza, Silva vendió los derechos de su famosa marcha a un editor porteño por $ 50.
Su amigo, el mendocino Carlos Javier Benielli escribió la letra que evoca la gesta de los granaderos a orillas del Paraná y la gloriosa muerte del sargento Cabral. El maestro Clemente Greppi realizó la adaptación para piano.
Silva continuó en el ejército hasta que fue dado de baja como capitán en 1911. Vivió un tiempo en Mendoza, pero volvió a Rosario, donde murió el 12 de enero de 1920.
Tenía tan solo 52 años.
Esta pieza se difundió por el mundo y fue ejecutada en 1911 durante la coronación de Jorge V. incorporada al repertorio de distintas bandas a lo largo y ancho del mundo. Se la ha ejecutado en Uruguay, Brasil, Polonia y también por bandas alemanas (que a cambio nos habían cedido la Alte Kammer), que marcharon por los Champs-Élysées al son de los acordes creados por Cayetano Silva.
Cuando la Ciudad Luz fue liberada, Eisenhower ordenó que las tropas aliadas desfilaran por la ciudad al compás de la misma marcha.
Cuentan que cuando el presidente De Gaulle visitó nuestro país, fue recibido con esta marcha, sin que ningún miembro del protocolo recordase que esta marcha había sido ejecutada en tan tristes circunstancias para el pueblo francés. De Gaulle no hizo comentarios sobre esta gaffe.