El 20 de junio de 1963 se firmó en la sede de la ONU de Ginebra el “Memorándum para el Entendimiento según el Establecimiento de una Línea Directa de Comunicaciones” entre los Estados Unidos y la Unión Soviética que dio origen al famoso “Teléfono Rojo”.
La propuesta para crear esa “línea directa” fue hecha por el presidente estadounidense John F. Kennedy, 10 días antes, en un discurso llamado “Una estrategia de paz”, donde sorpresivamente también anunció la negociación de un tratado para prohibir las pruebas nucleares.
Es justo decir que fue el líder soviético Nikita Jrushov quien dio el primer paso al manifestarle a Kennedy, por medio de una carta, su interés en acabar con esas pruebas.
Todo esto sucedió meses después de la famosa Crisis de los Misiles de Cuba, en octubre de 1962, el momento donde la humanidad ha estado más cerca de una guerra nuclear.
El 30 de junio de 1963, los estadounidenses enviaron el primer mensaje: “Un zorro rápido y pardo saltó sobre el lomo de un perro holgazán 1234567890”, una frase que en inglés contenía todas las letras del alfabeto y era usada en EEUU para probar tipografías. Los soviéticos pensaron que se trataba de un refrán popular.
Antecedentes
Al principio de la Guerra Fría, las tensiones entre las dos súper potencias no solo se dieron por cuestiones políticas. Los idiomas diferentes y la dificultad para traducir bien y rápidamente lo dicho por algún político se prestaba para interpretaciones erradas.
Quizá el ejemplo más claro se dio en noviembre de 1956, cuando Jrushov dio una declaración en la embajada de Polonia en Moscú, en donde una frase fue traducida equivocadamente como ‘los enterraremos’, lo cual provocó alarma.
De hecho, durante la Crisis de los Misiles en Cuba (1962) que pudo haber provocado una guerra nuclear, los estadounidenses tardaron 12 horas para descifrar un mensaje del líder soviético a Kennedy, según recordó el periódico ruso Rossiyskaya Gazeta cuando se cumplió medio siglo del “Teléfono Rojo”.
Posterior a esta crisis, por iniciativa del mismo Kennedy, se abrió un canal de comunicación para que la Casa Blanca y el Kremlin pudieran tener contacto directo.
A ese canal directo se le conoció popularmente como “Teléfono Rojo”, en parte gracias al cine y la televisión, aunque al principio no fuera un teléfono como tal, sino un teletipo, es decir, un dispositivo telegráfico que enviaba mensajes escritos, lo cual era importante para evitar malos entendidos en las traducciones.
Este teletipo necesitaba de un cable que iba por el fondo del Atlántico hasta Londres y desde ahí a Copenhague, Estocolmo y Helsinski. A partir de 1970, en los tiempos de Leonid Brézhnev y Richard Nixon, empieza a usarse el teléfono y desde 1978 se hace con sistemas satelitales.
Diez años después, durante los mandatos de Ronald Reagan y Mijaíl Gorbachov, el fax se sumó como medio de comunicación, pero en 1991, después de la desintegración de la URSS, Boris Yeltsin y George Bush estrenaron la comunicación telefónica directa.
A partir de 2008, el correo electrónico también se convirtió en un canal directo.
Es importante resaltar que el “Teléfono Rojo” no solo se usó en momentos de tensión política, también le sirvió a Lyndon Johnson para transmitirle información a la URSS sobre las misiones espaciales Apollo.
Momentos de tensión en los que se activó el canal de comunicación
1963: El asesinato del presidente John F. Kennedy
1967: La Guerra de los Seis Días entre Egipto e Israel
1971: La Guerra entre la India y Pakistán
1973: La Guerra de Yom Kipur
1974: La intervención de Turquía como poder garante en Chipre
1979: La invasión rusa de Afganistán
1981: La amenaza de invasión de Rusia a Polonia
1982: La invasión de Israel al Líbano
1991: La Guerra del Golfo
2001: Los atentados del 11 de septiembre en Estados Unidos
2003: La Guerra de Irak
2016: Obama advirtió a Rusia vía correo electrónico certificado de no interferir en las elecciones presidenciales de EEUU, luego de la filtración de correos de Hillary Clinton hecha por hackers rusos.
Hasta ahora el presidente Donald Trump ha preferido los medios de comunicación convencionales o encuentros bilaterales para hablar con sus rivales, por ejemplo, con Vladimir Putin y Kim Jong-un. Su uso del Twitter ya hace parte de otra historia.