El incendio del Reichstag y el comienzo del poder absoluto de Hitler

Antecedentes

Dos días antes del final de la Primera Guerra Mundial, el 9 de noviembre de 1918, el emperador alemán Guillermo II abandona la jefatura de Estado, después de que el amotinamiento de los marineros de Wilhelmshaven le afectara emocionalmente. Esta abdicación, que supone el final del II Imperio Alemán, daría lugar a la creación de la República de Weimar.

La República de Weimar se caracterizó por ser una República multipartidista, semipresidencialista y por una serie de problemas que analizo a continuación.

El primero de esos problemas fue diplomático: siete meses después de la instauración de la República, Alemania firma el Tratado de Versalles, lo que supuso la aceptación germana de las fuertes reparaciones de guerra y de las perdidas territoriales.

El segundo problema viene marcado por los extremismos: en aquella época, en Alemania había grupos situados en los dos extremos, unos eran los comunistas, que soñaban con una revolución bolchevique, y otros eran los activistas de extrema derecha, que se caracterizaban por rechazar frontalmente los acuerdos de Versalles, uno de esos partidos de extrema derecha era el Partido Nacionalsocialista Obrero Alemán.

El Partido Nacionalsocialista Obrero Alemán, popularmente conocido como partido nazi, fue un partido totalitario fundado en 1919, que se caracterizó por su rechazo frontal a los acuerdos de Versalles y su postura antisemita.

El nuevo partido tuvo una gran acogida en los sectores desfavorecidos alemanes, como se pudo comprobar en noviembre de 1923. Ese mes, concretamente el día 8 de, coincidiendo con el quinto aniversario de la abdicación del emperador, varios dirigentes nazis, ayudados por las secciones de asalto (SA) se sublevan en una cervecería de Múnich.

Al día siguiente, las autoridades acaban con la insurrección y detienen a los líderes nazis. En ese intento de golpe de Estado fallecieron 16 militantes del nuevo partido

Electoralmente, el nuevo partido, a pesar de tener una gran acogida en amplios sectores alemanes, no obtuvo buenos resultados durante la década de los 20. Sin embargo, en la década siguiente, la situación dará un giro de 360 grados.

En las elecciones de 1930, el partido nazi, liderado desde 1921 por el veterano de la Primera Guerra Mundial, Adolf Hitler, se coloca en segunda posición.

Dos años después, en 1932, se celebraron dos elecciones en Alemania, en julio y en noviembre, las dos convocatorias fueron ganadas por los nazis (que obtuvieron 230 y 196 diputados, respectivamente), aunque sin mayoría absoluta, lo que les privó de formar gobierno. Sin embargo, dos meses después de las elecciones de noviembre, el jefe de Estado, el presidente de la República, Paul von Hindenburg, cede a las presiones y nombra canciller a Hitler.

Arde el Reichstag

Llegamos al 27 de febrero, día en el que, cuando no había transcurrido ni un mes del nombramiento de Hitler como canciller, la estación de bomberos de Berlín recibe una llamada a las 21:25 alertando de que un gran incendio estaba arrasando el edificio del Parlamento, el Reichstag.

Al cabo de unos minutos, la policía llega al lugar de los hechos y descubre al comunista holandés Marinus van der Lubbe, que es rápidamente detenido como responsable de haber perpetrado el incendio. Esta detención sirvió de pretexto a los nazis para acusar a los comunistas de haber provocado el incendio. Unos pocos días después, fueron detenidos Georgi Dimitrov y Vasil Tanev, en respuesta por el incendio.

Al día siguiente, Hitler solicita al presidente Von Hindenburg que disuelva el Parlamento y convoque elecciones para dentro de unos pocos días. La petición de Hitler sería aceptada y se convocaron elecciones para el 5 de marzo siguiente.

Van der Lubbe fue ejecutado días más tarde, tras ser condenado a muerte en un juicio sin garantías procesales. 75 años después, en 2008, el gobierno alemán, presidido por la democristiana Angela Merkel, le absolvería a título póstumo de todos los cargos que se le imputaron.

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Epílogo

Finalmente, el partido nazi ganó las elecciones de marzo de 1933 con mayoría absoluta y pudo aprobar sin problemas la deseada por ellos Ley habilitante.

La Ley para solucionar los peligros que acechan al pueblo y el Estado alemán, más conocida como Ley habilitante, fue una norma elaborada por el partido nazi y aprobada el 23 de marzo de 1933, que tenía como objetivo convertir a Hitler en dictador.

Lo que no hay duda es de que los beneficiarios del incendio del Reichstag fueron los nazis, ya que, gracias a la pronta detención de Van der Lubbe, pudieron culpar a los comunistas del incendio, cuando en realidad se cree que fueron los propios nazis, lo que constituye uno de los mejores ejemplos de operación bandera falsa.

Una operación bandera falsa consiste en un atentado encubierto llevado a cabo por un gobierno con el objeto de culpar a sus adversarios de haberlo llevado a cabo. Se trata de operaciones que se usan para justificar alguna intervención militar. Uno de los mejores ejemplos de operación bandera falsa es el hundimiento del acorazado estadounidense Maine en La Habana, suceso que sirvió de pretexto a los Estados Unidos para intervenir contra España en las guerras de independencia de Cuba y Filipinas de 1898.

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