Bukowski nació el 16 de agosto de 1920 en Andernach, Alemania, hijo de un soldado germano-estadounidense y de una chica con la que había tenido una relación casual mientras estaba cumpliendo servicio. Se casaron un mes antes de que él naciera y pronto se trasladaron a Norteamérica, donde su hijo Heinrich Karl pasó a llamarse Henry Charles (y más tarde solamente Charles). Se establecieron finalmente en Los Ángeles, donde Bukowski pasó gran parte de su vida y lo que se convirtió en el telón de fondo de muchas de sus travesuras y sus aclamados escritos.
Aunque sus primeras publicaciones ya son bastante agresivas, no fue sino hasta más tarde, después de una década dedicada a la bebida, cuando las cosas empezaron a ponerse buenas para Bukowski, o más precisamente, malas para él, pero buenas para nosotros. Después de ocupar varios puestos de trabajo, como empleado en una fábrica de encurtidos, o como cartero para el Servicio Postal de los EE. UU. La bebida comenzó a atrapar a Bukowski. A los 35 años edad, fue hospitalizado por una úlcera sangrante.
Pero para un escritor como Charles Bukowski, la tragedia, la autodestrucción y el dolor fueron regalos inspiradores de los dioses de la creatividad. Poco después de salir del hospital, comenzó a escribir poesía. También comenzó a coleccionar esposas, comenzando con Barbara Frye, una poeta de Texas con la que accedió a casarse sin haberla conocido en persona. Se divorciaron tres años después. Bukowski continuó escribiendo y bebiendo.
En 1967, Bukowski lanzó una columna en la publicación clandestina Open City, llamada “Escritos de un viejo indecente”, que luego fue recogida por Los Angeles Free Press y NOLA Express en Nueva Orleans. Pero no fue hasta sus 49 años que Bukowski finalmente abandonó la oficina de correos y se convirtió en escritor de tiempo completo. Completó su primera novela, titulada acertadamente, Cartero, una historia algo autobiográfica sobre Henry Chinaski, un empleado de correos que se convirtió en el alter ego literario de Bukowski. El libro fue publicado por Black Sparrow Press, una pequeña editorial independiente dirigida por John Martin. Martin creyó en Bukowski y le dio una chance mientras Hank aún era relativamente desconocido. Por aprecio y respeto, Bukowski continuó trabajando casi exclusivamente con Black Sparrow durante el resto de su carrera.
Famoso por sus descripciones crudas y su prosa sin filtro, las obras de Bukowski arrastran a sus lectores a la perspectiva de una botella vacía. Sus cuentos y poemas resaltan los aspectos ingratos, insignificantes y patéticos de la existencia humana. Sus personajes son asquerosos. Sus vidas son asquerosas. Todos están rotos y son defectuosos. El don de Bukowski consistió en mostrarnos qué tan malo todo podría ser.
Falleció el 9 de marzo de 1994 de leucemia.