Entre estos combatientes, había un ángel, una mujer que sostuvo la moral de sus camaradas, Geneviève Marie Anne Marthe de Galard Terraube de Heaulme de Boutsocq, una parisina nacida el 13 de abril de 1925, descendiente de una noble familia gascona, cuyos ancestros pelearon junto a Juana de Arco. En 1950, contra la voluntad de su familia, estudió enfermería e ingresó a la Fuerza Aérea Francesa. Geneviève se ofreció como voluntaria para servir en Indochina, donde Francia defendía uno de los últimos bastiones de su antiguo imperio. Fue destinada a Hanói donde realizó cientos de misiones para rescatar heridos en las recónditas selvas de Vietnam. Cuando la fortificación de Dien Bien Phu fue sitiada por las tropas de Ho Chi Minh, Geneviève participa de 40 vuelos a la fortaleza hasta que deben aterrizar en la pista constantemente sometida a bombardeos. El 28 de marzo de 1954 quedan varados en el perímetro que defienden las tropas de elite de Francia.
Geneviève se queda en el hospital de campaña al mando del Dr. Paul Grauwin como la única enfermera francesa. Las otras que sirven son las prostitutas de los burdeles militares que entretienen a los combatientes. Son vietnamitas, tailandesas y argelinas, que desahogan las hormonas de 15.000 hombres. Estas mujeres bajo la dirección de Geneviève se convierten en improvisadas asistentes sanitarias en los momentos más duros de la batalla.
Geneviève afronta su tarea con entereza, consuela a los moribundos y da ánimo a los que pelean. Los duros combatientes de la legión extranjera la nombran legionaria, un honor inusual para estos enamorados de la muerte. El ángel de Dien Bien Phu tiene a su cargo directo 40 camas donde llevan a los heridos más graves, despertando la admiración de aquellos que no confiaban en la entereza de esta mujer de alcurnia y educación exquisita. Su “coraje tranquilo y sonriente dedicación” será condecorada con la Legión de Honor… pero aun faltan muchas horas de trabajo, de miedo, impotencia y desesperación. El 7 de marzo de 1954, las fuerzas francesas se ven obligadas a capitular. El Viet Minh permite al personal médico francés a cuidar a sus heridos con los escasos medios con los que cuenta.
Finalmente Geneviève recibe la orden de ser evacuada a a Hanói, aunque ella se resiste. Aun hay muchos heridos que cuidar que claman por este ángel que los asiste.
Su historia se conoce en Francia, donde todos hablan de esta mujer que vela por sus combatientes. En Orly la reciben como lo que es: una heroína. Será por tres veces portada de la revista más conocida de su país: París Match.
En EEUU la recibe el presidente Eisenhower, quien la condecora con la Medalla Presidencial a la Libertad. Recién entonces los primeros asesores norteamericanos están cruzando el Pacífico para asistir a los franceses en su lucha contra los comunistas vietnamitas. Mientras esto ocurre, en Nueva York 250.000 espectadores asisten a un desfile en honor a la enfermera francesa.
El Papa Pío XII le envía un rosario, la Cruz Roja le entrega la medalla Florence Nightingale. Todos quieren escuchar su historia y hasta le ofrecen hacer comerciales… pero Geneviève se niega y vuelve a trabajar como enfermera y acompaña a su marido, el coronel Jean de Heaulme, un paracaidista que conoció en Hanói. Aun sirve a Francia y hasta se postula en las elecciones municipales de París de 1983. Por 17 años es concejal del distrito 17, el mismo que la vio nacer.
En 2014 recibe la Legión de Honor y hoy, a los 96 años, aún espera que los ángeles la reciban.