De 1918 a 2020: Cuando el pasado nos muestra el futuro de una pandemia

La gripe española no se originó en España como sugiere su nombre, sino en EEUU, que fue donde por primera vez se reportó la existencia de esta forma clínica más virulenta. De allí el virus fue llevado a Francia por las tropas americanas y del puerto de Brest pasó a España, dónde tuvo más difusión mediática el compromiso de la población, por no existir la censura imperante en los países beligerantes y porque el mismo rey, don Alfonso XIII, padeció la enfermedad.

De España pasó a Portugal casi al mismo tiempo que se registraban algunos casos en Grecia y los primeros muertos en el Reino Unido. La epidemia se manifestó más enérgicamente en Alemania y de allí pasó a Dinamarca, Noruega, Holanda y Suecia. La cantidad de infectados entre las tropas del Kaiser impidió llevar adelante la última gran ofensiva planeada por Ludendorff y quizás por esta razón Alemania perdió la guerra.

El virus llegó a la India en mayo, cuando un grupo de trabajadores portuarios de Bombay se enfermó. En pocos días había llegado a Calcuta. Al tiempo hizo su aparición en Shangai y recorrió China como un tsunami. En septiembre estaba en Australia donde en pocos días dejó postrado al 30% de la población.

Sin embargo, este primer pico demostró ser poco letal. En Francia de los 600 americanos admitidos al hospital, solo murió uno. El ejército francés solo reportó unos doscientos muertos entre los 40.000 hospitalizados. En la marina británica dejó en la cama a más de 10.000 tripulantes. Le decían la fiebre de los tres días porque al cabo de ese lapso volvían a sus tareas habituales.

La corta duración y la forma clínica tan leve hicieron dudar a varios médicos en Italia e Inglaterra que se tratase del virus de la Influenza. El 13 de julio de 1918 apareció un artículo en “The Lancet” dudando de la etiología de esta grippe (como le decían los franceses que quiere decir acurrucarse) o influenza (como le decían los italianos desde el siglo XIV, durante una epidemia que llamaron influenza internacional, por no ser de origen local).

Sin embargo, en EEUU aparecieron formas clínicas más severas con hemorragias pulmonares que conducían a la muerte en 48 horas. Algunos médicos sospecharon que se trataba de otra enfermedad.

A fines de mayo, en Europa esta forma clínica violenta se hizo más elocuente a punto tal que el 5% de la población local se vio afectada, comprometiendo a adultos jóvenes.

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Enseguida se encendieron las alarmas, y las autoridades sanitarias estudiaron el tema, más cuando 200.000 soldados británicos se reportaron enfermos a lo largo del mes de julio, en pleno verano europeo. Sin embargo, los periódicos ingleses daban la epidemia por concluida y se alegraban de que hasta entonces la enfermedad había tenido un curso benigno. Fue una apreciación apresurada. La segunda ola fue más letal ¿Qué estaba pasando? ¿Acaso era un nuevo virus? Es improbable que así fuera porque muchos afectados durante el mes de mayo se mostraron resistentes a este segundo brote.

La otra posibilidad es que dos tipos de virus de influenza se hayan “hibridado” dando lugar a una forma más letal. Esto podría explicar por qué existía una inmunidad parcial.

La tercera explicación involucra una adaptación del virus al hombre, mediante un proceso descripto por C. J. Davaine, en 1872. Al pasar un germen de animal en animal, el médico francés, descubrió que este aumentaba su virulencia. Menos cantidad de gérmenes eran necesarios para matar a un individuo. Sin embargo, esa virulencia desaparecía si el cultivo se guardaba o se pasaba a animales donde podía sobrevivir sin ocasionar daño. Este pasaje y el aumento de la virulencia no crecían en forma proporcional ni indefinidamente. Se estima que la virulencia crece a lo largo de 25 reproducciones y suele entonces atenuarse. Por ejemplo el virus del ébola, inicialmente da formas clínicas muy graves pero con el tiempo evoluciona a una enfermedad más benigna.

Este fenómeno fue aprovechado por Pasteur para “atenuar” gérmenes que después usaba como vacunas. El principio de Davaine es el criterio utilizado para generar vacunas a virus vivos. Con este criterio los veterinarios franceses en tiempos de Pasteur, inmunizaron a miles de cerdos contra la “erisipela porcina”. Cabe preguntarnos si este Covid19 no es el fruto de la atenuación del virus del SARS, un Coronavirus más letal pero menos contagioso… No fue “diseñado” como afirman algunas teorías conspirativas, sino un virus escapado de un laboratorio gracias a su gran capacidad de transmisión.

El 30 de junio de 1918 un barco británico, el HMS City of Exeter atracó en Filadelfia con varios enfermos a bordo. Muchos de ellos estaban en condiciones desesperantes. Aunque se tomaron todas las medidas de seguridad para evitar el contagio y las autoridades sanitarias locales avisaron a Washington, el virus se dispersó generando la segunda oleada de la pandemia que traería funestas consecuencias en todo el mundo ya que en los primeros meses de 1919 hubo un tercer brote con menor letalidad. ¿Acaso no estamos presenciando el segundo brote de esta virosis? Esto es muy importante de considerar en las presentes circunstancias, en estás latitudes está comenzando un rebrote que será peor al que ya vivimos, por el comienzo del invierno .

El Covid19 inexorablemente se expandirá y comprometerá a un alto porcentaje de la población como afirmó Angela Merkel meses atrás. La letalidad dependerá de la carga viral (la cantidad de virus que llegue a cada individuo durante el contagio, que es mayor en los centros urbanos por el hacinamiento), la agresividad del virus (mutaciones) y del pronto tratamiento de las complicaciones. En 1918, la falta de antibióticos impidió tratar las sobreinfecciones bacterianas que complicaron la virosis. Hoy contamos con antibióticos y una mejor comprensión de la fisiopatología del proceso que desencadena una intracoagulación diseminada. Lamentablemente, el recurso de la cuarentena, necesaria en un primer momento para preparar los medios de defensa, se extendió más allá de la tolerancia humana y la disponibilidad económica ensombreciendo el pronóstico de lo que le tocará vivir a nuestra sociedad. La bala de plata se usó antes de que empezar la verdadera batalla, con una población harta por la espera y empobrecida por el cierre de la economía.

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