David Ben-Gurión sindicalista, periodista, político y estadista israelí (Płońsk, Polonia, 16 de octubre de 1886 – Sedé Boker, Israel, 1 de diciembre de 1973), fue el Primer Ministro de Israel (1948-1954 y nuevamente en 1955-1963) y uno de los principales mentores del Estado judío. Fue quien proclamó oficialmente la independencia del Estado de Israel, el 14 de mayo de 1948. Aprendió hebreo en una escuela dirigida por su padre. En su juventud, Ben-Gurión condujo a un grupo juvenil sionista, “Esdras”.
Es uno de los fundadores del estado sionista, por lo que se le conoce con el sobrenombre de ‘el padre de Israel’. Nació en Polonia, donde se formó en una escuela hebrea, y en 1906 emigró a Palestina. Participó en la I Guerra Mundial al lado de los británicos y aprovechó el periodo de entreguerras para desarrollar el futuro estado de Israel.
Ben-Gurión fue uno de los primeros dirigentes sionistas, que intentó desentrañar el rechazo total de los árabes al Estado de Israel, e incluso se embarcó en la dura tarea de llegar a una reconciliación entre ambos contendientes al mismo pedazo de tierra. Sus posiciones fueron siempre de un crudo realismo, a costa de exponerse a las acérrimas críticas de sus opositores de la derecha sionista o de las corrientes judías religiosas. Su interés primero fue siempre la creación de una patria para los judíos, que ofreciera refugio seguro ante cualquier persecución; y sólo en segundo lugar, las pretensiones territoriales: «Prefiero la unidad del pueblo judío, a la unidad territorial de Israel», dijo. Fiel a sus convicciones, estuvo siempre dispuesto a recorrer un largo trecho en forma de concesiones a cambio de la paz con los vecinos árabes, aunque consideraba que la condición sine-qua-non para una paz duradera, David Ben-Gurión – líder sionista, primer Primer Ministro y el que duró más tiempo en el cargo – nació como David Green en Plonsk, Polonia, en 1886 y se educó en una escuela hebrea fundada por su padre, un ardiente sionista. A los 17 años de edad Ben-Gurión se convirtió en sionista y se unió al grupo sionista socialista Poaléi Zión.
Fue educado de pequeño en un «jéder», institución tradicional de estudios judíos primarios con orientación religiosa. Posteriormente, y huérfano de su madre Sheindl a los 11 años, pasó a estudiar en una escuela fundada por su propio padre, Avigdor, quien le inculcó su avidez por el renaciente hebreo, sus convicciones sionistas y socialistas, y su pasión por la cosa pública.
De tal manera, y siendo aun muy joven, fundó junto a un grupo de amigos de su Płońsk natal un movimiento juvenil judío, «Ezra», que preparaba a los jóvenes sionistas dispuestos a emigrar a Palestina en el aprendizaje de las labores agrícolas y del hebreo. A los 18 años se trasladó a Varsovia y se sumó a las filas del partido político sionista socialista .siendo arrestado dos veces en tiempos de la revolución de 1905. En 1906, con 20 años, decidió consumar su ideal sionista emigrando a Palestina, a la sazón bajo dominio del Imperio Otomano, en la denominada «Segunda Aliyá» u ola de inmigración sionista.Una vez en Palestina, fiel a sus convicciones sionistas y socialistas, según las cuales el judío debía volver a sus raíces y al trabajo de la tierra, y para predicar con el ejemplo, se dedicó por varios años a la agricultura, primeramente en las plantaciones de cítricos . eljoven Ben-Gurión a depositar las esperanzas del movimiento sionista en los nuevos políticos turcos. Fue así que en 1912, tomó la decisión de estudiar derecho en Constantinopla, no sin antes pasar una temporada en Salónica con el fin de aprender el turco. Durante su estancia en la capital del ya languideciente Imperio Otomano, buscó ser elegido diputado y aun ministro, para promover la libre inmigración judía a Palestina, coartada y cercenada por el gobierno osmanlí. Empero, el estallido de la Primera Guerra Mundial .Durante su estancia en Nueva York, que se prolongó hasta fines de 1918, conoció a quien sería su esposa y compañera de toda la vida, Paula, con la cual tuvo sus 3 hijos. Ben-Gurión no cejó en momento alguno en su actividad pública, en cuyo marco estuvo entre los fundadores del movimiento sionista .A su vuelta a Palestina, paralelamente a la entrada triunfal de las fuerzas británicas comandadas por el general Edmund Allenby, en las postrimerías de 1918, se abocó con todo su ahínco a la creación paulatina de las instituciones, que permitirían en su día la concreción del sueño sionista de Ben-Gurión: la creación de un Estado judío independiente y soberano en la Tierra de Israel. Así, estuvo entre los fundadores en 1920 .Asimismo, condujo en 1933 a la fusión de los distintos partidos políticos de orientación sionista, laica y socialista, en el partido «Mapai», el Partido Laborista Israelí, por sus siglas en hebreo, del que fue secretario general por no menos de cinco lustros.
Su liderazgo indiscutible le llevó en 1933 a presidir la Agencia Judía, que actuaba como gobierno informal de los judíos de Palestina. Desde ese puesto se enfrentó a los sionistas moderados (encabezados por Weizmann), que estaban dispuestos a admitir las pretensiones árabes y británicas de que se detuviera la afluencia de inmigrantes judíos; y al mismo tiempo dirigió la resistencia contra los ataques de los árabes (1936-37). Igualmente tuvo que enfrentarse a la política del «Libro Blanco» británico sobre Palestina, que interrumpía la inmigración judía como paso previo para la independencia de un Estado árabe; en respuesta, la Agencia organizó la inmigración clandestina de judíos (1939-47).
En 1935, es elegido presidente del ejecutivo de la Agencia Judía, la Sojnut, virtual Poder Ejecutivo del «Estado en camino» y verdadero «Estado paralelo» al Mandato británico, cargo que ocuparía hasta la creación misma del Estado.
“El 29 de noviembre de 1947, la Asamblea General de la ONU aprobó la resolución que exhortaba a establecer un Estado Judío en Eretz Israel; la Asamblea General pidió que los habitantes de Eretz Israel tomaran las medidas que fueran necesarias, por su parte, para aplicar esa resolución. Este reconocimiento por las Naciones Unidas del derecho del pueblo judío a establecer su Estado es irrevocable.
“Ese derecho es el derecho natural del pueblo judío a ser dueño de su destino, como todas las demás naciones, en su propio Estado soberano
“El Estado de Israel estará abierto a la inmigración judía y a la reunión de los exiliados; fomentará el desarrollo del país en beneficio de todos los habitantes; se basara en la libertad, la justicia y la paz, tal como las vislumbraron los profetas de Israel; asegurará una absoluta igualdad de derechos a todos sus habitantes con prescindencia de religión, raza o sexo; garantizará la libertad de culto, consciencia, idioma, educación y cultura; protegerá los Lugares Santos de todas las religiones; y será fiel a los principios de la Carta de las Naciones Unidas.
.El 14 de mayo de 1948, (el 5 de Iyar de 5708), leyó Ben-Gurión en Tel Aviv la declaración de independencia del Estado de Israel; inmediatamente al cabo de la cual, el país fue atacado por siete estados árabes – Egipto, Siria, Jordania, Líbano, Iraq, Arabia Saudita y Yemen – en lo que fue el comienzo de la Guerra de Independencia de Israel. Una de sus primeras órdenes, como jefe de Estado de facto, fue la de unificar a todos los grupos combatientes hebreos, creando así al Ejército de Defensa de Israel, el Tsáhal (por sus siglas en hebreo). Ben-Gurión otorgó a la consolidación de las Fuerzas Armadas y a la desaparición como tales de las milicias previas al Estado, una importancia tal, al punto que no dudó en mandar bombardear hasta su hundimiento al barco rebelde “Altalena”, con Menájem Beguin a bordo, con tal de imponer la supremacía del nuevo estado e impedir el caos que supondría la tolerancia de grupos armados independientes.
El 25 de enero de 1949, aún sin haber concluido la guerra, tuvieron lugar las primeras elecciones al parlamento israelí, la Knéset, de las cuales Ben-Gurión surgió electo como primer Primer ministro, al mando del partido Laborista que se alzó con 46 escaños de los 120 en juego, ocupando asimismo el cargo de ministro de Defensa.Ben-Gurión se abocó con el ímpetu que lo caracterizó, a la ardua tarea de construir, estabilizar y consolidar un país el 7 de diciembre de 1953 a su cargo de premier y a todos los otros puestos claves que venía ejerciendo desde hacía décadas, y se mudó a una cabaña construida especialmente para él y su inseparable esposa Paula.
Al cabo de poco más de un año de retiro voluntario, el 21 de febrero de 1955, Ben-Gurión decidió volver a Jerusalén, retomando el cargo de ministro de Defensa bajo el gobierno de Moshé Sharet, y ya en julio del mismo año, es nuevamente electo Primer ministro. De esta nueva incursión en la vida política del país, se recuerda principalmente su campaña militar del Sinaí del 29 de octubre al 5 de noviembre de 1956, con Gran Bretaña y Francia como aliados; y en general, el estrechamiento de los vínculos entre este último país e Israel, hasta el punto de una gran amistad entre Ben-Gurión y el presidente francés, el general Charles de Gaulle.
Durante estos años, Ben-Gurión guió el curso de la historia sionista y moldeó el carácter del estado judío. Basándose en una plataforma política que combinaba visión con pragmatismo, Ben-Gurión abandonó la política sionista oficial de cautela y gradualismo, para adoptar una firme línea activista. Durante la Segunda Guerra Mundial su estrategia frente al conflicto entre las restricciones británicas a la inmigración judía y el asentamiento, y el hecho de que Gran Bretaña combatía contra la Alemania nazi fue resumida sucintamente en su afirmación de que los sionistas “En los primeros años del estado, el fuerte y carismático liderazgo de Ben-Gurión condujo a olas de inmigración masiva que duplicaron la población del país. El dirigió las empresas de absorción, invirtiendo la mayor parte de los limitados recursos de la nación en la integración de los inmigrantes; aseguró las zonas distantes, construyendo asentamientos en la periferia; e instituyó una educación universal sobre la base de un sistema escolar público no partidista. Como ministro de Defensa, planificó y llevó a cabo la tensa transición de organizaciones clandestinas a un ejército regular – moldeando el carácter y la estructura de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI). Posteriormente encabezó proyectos nacionales como la “Operación Alfombra Mágica” (transporte aéreo de los judíos del Yemen), la construcción del Acueducto Nacional e innovadores proyectos de desarrollo regional.
En 1955 fue elegido de nuevo primer ministro. Ordenó el ataque sobre Egipto y trató de incorporar a Israel el sistema electoral británico, lo que provocó el malestar de su partido. Dimitió en 1963 y fundó el Rafi, una nueva formación apoyada por miembros de derechas, entre ellos el mítico general Moshe Dayan.
En 1963 Ben-Gurión renunció una vez más al gobierno, en protesta por los aspectos morales de un fiasco de inteligencia ocurrido en 1954 – poniendo fin a casi tres décadas de liderazgo, incluyendo 13 años como Primer Ministro del Estado de Israel.
En 1970, cansado ya de tanta lidia, volvió a su cabaña de Sedé Boker, ya sin Paula, que había fallecido en 1968. Sus últimos años le vieron en su desierto amado, dedicado a la lectura de la Biblia,David Ben-Gurión falleció el 1 de diciembre de 1973 (6 de Kislev de 5734). Su tumba, junto a la de su esposa Paula,Ben-Gurión – una de las figuras más influyentes en el curso del sionismo moderno.
El 29 de noviembre de 1947, la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó una resolución proclamando el establecimiento del Estado judío en Erezt-Israel; la Asamblea General solicitaba la adopción por los habitantes de Eretz-Israel de todas las medidas necesarias para la ejecución de esta resolución. El reconocimiento del derecho del pueblo judío a establecerse en su Estado, hecho por las Naciones Unidas, es irrevocable.
Empujados por estos lazos históricos y tradicionales, los judíos se esforzaron a través de las generaciones en establecerse de nuevo en su antigua tierra. En las últimas décadas volvieron en masa. Pioneros «mapilim» (inmigrantes que van a Eretz-Israel desafiando la legislación restictiva) y defensores hicieron florecer el desierto, re vivir la lengua hebrea, construyeron pueblos y ciudades, y crearon una comunidad próspera controladora de su propia economía y cultura, amante de la paz pero sabiendo defenderse, aportando los bienes del progreso a los habitantes de todos los países, y aspirando a una nación independiente.
Texto publicado originalmente en https://m.facebook.com/ConsuladoNogales/posts/367788416623785?locale2=ar_AR