Copito de Nieve era un gorila albino que fue encontrado el 1° de octubre de 1966 en la Selva de Nko, provincia de Muni, antigua Guinea española, actualmente Guinea Ecuatorial. Tenía entonces 2 o 3 años, medía 54 centímetros y pesaba alrededor de 9 kilos.
El ejemplar fue capturado por un cazador de la tribu Essanangon, de etnia Fang, tras abatir a toda su familia, a la que responsabilizaban de destrozar los sembradíos de los pueblos vecinos. Del ataque solo sobrevivió el Nfumu ngui, como llamaban a los gorilas blancos.
El cazador llevó al animalito al centro de adaptación que el zoológico de Barcelona tenía en Ikunde. Allí fue adquirido por 1500 pesetas. Después de un año de cuidados, se autorizó su exposición. En el Zoo de Barcelona vivió por más de treinta años. Copito de Nieve llegó a pesar 180 kilos, medir 1.63 cm y tener 21 hijos con tres parejas, de los cuales solo sobrevivieron seis.
Su albinismo fue la causa que salvó su vida y creó su enorme popularidad, pero también fue lo que inexorablemente lo condujo a su muerte, ya que su piel era más sensible a los rayos ultravioletas, lo que le produjo un cáncer de piel. Operado es más de una oportunidad, la enfermedad se extendió. Para evitarle sufrimientos innecesarios, Copito de Nieve fue sometido a una muerte piadosa, evitando todo ensañamiento terapéutico.
A su muerte se publicó un libro con todos los dibujos que los niños le habían dedicado. También existe un premio con su nombre, que otorga una beca de 9000 euros para individuos interesados en el estudio de primates.
Texto extraído del libro ANIMALITOS DE DIOS (Olmo Ediciones)