Para 1923 el estilo pin up ya formaba parte de la vida subterránea de los Estados Unidos con figuras como la de Clara Bow o Billie Dove -consideradas pioneras en el estilo-. Sin embargo, el 22 de abril de ese año en Nashville, Tennesse nacía Bettie Mae Page, la chica que haría que este estilo en verdad se alejara de las imágenes pornográficas que los soldados se llevaban a los campos de batalla y se convirtiera incluso en una forma de arte que el mundo ni siquiera imaginaba que existiría.
Bettie Page quiso ser profesora, pero la cosa no funcionó, así que se fue a Nueva York para trabajar como secretaria mientras recibía clases de teatro e interpretación.
Un día de 1950 se le acercó el agente de policía Jerry Tibbs en la playa de Coney Island. Tibbs se había quedado impresionado al verla y le pidió que posara para él. Si aceptaba, los dos saldrían ganando. Tibbs daría rienda suelta a su afición por la fotografía y ella se llevaría a casa un book con el que empezar su carrera como pin up. De esta unión nace su característico flequillo, ya que la idea se la dio Tibbs para disimular el tamaño de su frente.
Las ofertas de trabajo comenzaron a llegar por su incuestionable belleza y desinhibición. Sus fotos, poco a poco, se fueron haciendo cada vez más fuertes, sin llegar nunca al sexo explícito.
Desde 1952 hasta 1957 posó para el fotógrafo Irving Klaw para fotografías a pedido vía correo con temática pin-up, bondage o sadomasoquista, convirtiéndola en la primera modelo de bondage famosa. “Lo hice porque me pagaban. Nunca me sentí atraída por esas cosas, aunque no me parecen mal. De hecho, nos reíamos con algunas de las peticiones que nos llegaban por correo. Muchas eran de jueces, abogados, médicos y gente con muy buena posición social”, confesó Bettie años después.
Aunque sus imágenes más célebres fueron las que hizo con Bunny Yeager, pin up reconvertida en fotógrafa. Ella es la autora, por ejemplo, del póster que en enero de 1955 convirtió a Bettie Page en una de las playmates más famosas de la historia.
Bettie, de la noche a la mañana desapareció. Hay quien dice que sufrió una conversión religiosa, otros aseguran que salió huyendo por la caza de brujas que se desencadenó contra ella después de que un joven muriera por imitar una de las fotos en las que Bettie Page aparecía atada. La mujer que se había hecho famosa a base de exhibirse, se volvió invisible.
Pero, ¿qué había pasado con ella?
La conversión, en efecto, se produjo: intentó irse a África como misionera, pero no se lo permitieron por estar divorciada. Luego, ya en la década de los 70, sufrió graves problemas mentales. “Escuchaba voces, creía que eran Dios y el diablo peleándose en mi cabeza”, explicó. En el transcurso de un brote psicótico llegó a apuñalar a una empleada.
Le diagnosticaron esquizofrenia paranoide. Al salir de la internación, descubrió que, sin ser ella consciente de nada, la habían convertido en un mito. Su cara aparecía en todo tipo de objetos y las fotografías que había hecho en su juventud no paraban de reproducirse.
En 1993, Bettie Page concedió su primera entrevista y contó que vivía de las ayudas sociales. La reaparición de Hugh Heffner en su vida fue su salvación. La puso en contacto con un agente que, desde entonces, gestionó sus derechos de imagen y el dinero ya no le faltó nunca más. Incluso hoy en día, ocupa el puesto número 13 en la Lista Forbes de los famosos muertos que más beneficios siguen produciendo. En 2017, por ejemplo, ingresó siete millones y medio de dólares.
A pesar de su reaparición y del interés por su historia, Bettie Page daba muy pocas entrevistas y evitaba ser fotografiada. “Quiero ser recordada como en mis mejores años”, decía. En diciembre de 2008, murió la pin up más famosa de la historia. Tenía 85 años.