El 8 de noviembre de 1923 Adolf Hitler , un fanático antisemita austriaco de 34 años que presidía el partido nazi, irrumpió en la cervecería Bürgerbräukeller de Munich donde se celebraba un mitin ante unas tres mil personas. Allí estaba reunida toda la elite política y económica para escuchar al comisionado general del Estado de Baviera Gustav Ritter von Kahr.
Hitler se tomó primero una cerveza y, según cuentan, la estampó contra el suelo. Entonces se deshizo de su gabardina y pudo verse que lucía sobre el chaqué de color negro una Cruz de Hierro de primera clase y otra de segunda clase. Desenfundó su Browning y se dirigió al gran comedor central, junto con un escuadrón de asalto dirigido por el capitán Herman Göring. Tras varios disparos al aire, Hitler gritó: “¡La revolución nacional ha estallado!”. Empezaba el putsch de Munich.
El historiador David King, autor de varios best sellers, analiza en El juicio de Adolf Hitler. El putsch de la cervecería y el nacimiento de la Alemania nazi el proceso que llevó al Führer hasta la toma del poder. La historia arranca con la llegada del joven Hitler a Munich en 1913, cuando tenía 24 años y su aspiración aún era la de dedicarse a la pintura, vendiendo cuadros en los cafés. Su radicalización culminó con el asalto a la cervecería, el secuestro de los líderes bávaros y la posterior represión del golpe con varios miembros del Partido Nacionalsocialista muertos.
Todo ello desembocó en el consiguiente juicio que es el eje del trabajo de David King. A partir de las transcripciones del juicio, de los archivos policiales, del seguimiento de la prensa y de documentos inéditos, King explica el desarrollo de las sesiones judiciales, el fallo y la condena a prisión de Hitler y otros dirigentes nazis acusados de alta traición.
Quienes siguieron aquel juicio pensaron que era el final de la carrera política de Hitler, pero el interés del libro estriba en que describe con todo lujo de detalles, en ocasiones acercándose al relato novelesco, la manera en que utilizó el juicio para promocionarse y reforzar su liderazgo. Su paso por la prisión no hizo más que engrandecer el mito. La sentencia se dictó el 1 de abril de 1924, y el 20 de diciembre de este mismo año salía en libertad.
En la cárcel de Landsberg, Hitler escribió Mein Kampf y entre 1925 y 1926 se publicaron las 783 páginas en dos volúmenes. Cuando acabó la Segunda Guerra Mundial se habían vendido doce millones de ejemplares en 18 idiomas. La tesis final de King es que “la perversión de la justicia allanó el camino para el surgimiento del Tercer Reich y permitió que Hitler sometiera a la humanidad a un sufrimiento inimaginable”.