Hombre de confianza del presidente de la República, Paul von Hindenburg, Franz von Papen fue nombrado canciller de Alemania en sustitución de Heinrich Brüning (1930-1932). Entre junio y noviembre de 1932 presidió un gobierno de concentración, pero al cabo de pocos meses se vio obligado a dimitir por el rechazo de su política ultraconservadora.
Franz von Papen facilitó a continuación el ascenso al poder de Hitler, con quien fue vicecanciller (1933-1934). Desde 1934 ejerció como embajador en Austria y preparó la anexión de Austria a Alemania (1938). Durante la Segunda Guerra Mundial fue embajador en Turquía (1939-1944). Finalizada la contienda se intentó juzgarle por crímenes de guerra; quedó absuelto en el proceso de Nuremberg, pero un tribunal alemán lo condenó a trabajos forzados, pena que cumplió hasta 1949.