John Tenniel es considerado un autodidacta a pesar de haber sido estudiante de la Royal Academy. Al parecer la vida académica lo asfixiaba. A los dieciséis años envío su primer cuadro a la Sociedad de artistas británicos. En 1845, participó en el concurso para la decoración del mural del Palacio de Westminster.
Sin embargo, su tarea de ilustrador le depararía grandes satisfacciones, esta comenzó en 1848 con una edición de las Fábulas de Esopo. Gracias al éxito de este trabajo, Mark Lemon lo invitó a participar como caricaturista de la revista Punch. Al principio dudó en aceptar, la caricatura parecía un arte menor en la que desperdiciaría su talento. Pero al final se dejó tentar por la propuesta y, en breve, se convirtió en un personaje muy popular.
A pesar de afirmar que sus preferencias políticas no ejercían ninguna influencia en su obra, el Partido Conservador a través del primer ministro, Robert Cecil Gascoyne, lo nombró Caballero del Reino, anteponiendo el aristocrático Sir a su apellido.
En 1864, Lewis Carroll le solicitó a Tenniel que ilustrara su libro Alicia en el país de las Maravillas. Como estaba muy ocupado en sus tareas de la revista Punch, demoró varios meses en contestar. El resultado de su trabajo se lució en treinta y seis viñetas por las que recibió en pago ciento treinta y ocho libras esterlinas.
No fue fácil trabajar con Carroll/Dodgson, un espíritu obsesivo y quisquilloso que ya había realizado una serie de dibujos para ilustrar sus propios libros. En primer lugar, vale señalar que fue el mismo Dodgson quien le entregó a Tenniel la foto de Mary Hilton Badock para representar a Alicia, en lugar de la niña Liddell, inspiradora de estas aventuras (recomendamos leer Alicia en el país de las maravillas). A pesar de que la Alicia de Tenniel guarda semejanzas con la niña Badock, el mismo Dodgson se quejó de que el artista “había rechazado el uso de su modelo”. En la opinión del reverendo, ésta Alicia tenía la cabeza demasiado grande y los pies muy pequeños.
Los originales fueron entregados en 1865, pero la primera edición por Mac Millan and Co. fue rechazada por Tenniel quien objetó la calidad de impresión. Carroll absorbió los gastos ocasionados por esta nueva edición.
La obra salió a la venta en 1866 y fue vendida en pocas semanas. Un verdadero éxito editorial. Sin embargo, y a pesar de esto, cuando Dodgson le propuso a Tenniel ilustrar Alicia a través del espejo, el artista lo pensó dos veces. Trabajar bajo la égida del reverendo, siempre atento a los detalles, había sido una experiencia extenuante pero, finalmente, aceptó en 1870; y treinta ilustraciones más brotaron de su pluma. Sólo en el mes de enero de 1872 se vendieron mil quinientos ejemplares.
Después de una larga y exitosa carrera, Tenniel se retiró en 1904. El 12 de junio de ese año la Cámara de Comunes a cuyos miembros había caricaturizado durante cincuenta años, le ofreció una cena de despedida.
John Tenniel murió en 1914.
Texto extraído del libro Alicia en el país de Alicia (Olmo Ediciones).