La Guerra de Indochina

Nguyen Sinh Cung, hijo de un maestro vietnamita, nació en 1890 y pasó su juventud recorriendo centros de pensamiento y doctrina comunista. Desde 1919 trata de convencer a los aliados, victoriosos de la Primera Guerra Mundial, de que liberaran a su pueblo del dominio francés. No tuvo éxito en su intento.  Se desarrolla activamente en política revolucionaria en Francia, Alemania, Suiza, Tailandia, Hong Kong. Viaja a la URSS y a China, donde entra en contacto con Mao Tse Tung; continúa su actividad política, dedicada sobre todo a la organización revolucionaria, y el chino nacionalista Chiang Kai-shek lo mete preso.

     Nguyen vuelve finalmente a su tierra natal en 1940 con la intención de organizar un movimiento independentista y crea un ejército rebelde al que llama Viet Minh, del que toma prestado su nuevo nombre personal: Ho Chi Minh.

   Antes de iniciar su levantamiento contra los franceses, los japoneses invaden las colonias de las potencias occidentales, lo que genera bastante (más bien mucho) caos en la región de Asia oriental. Así que Nguyen, que tenía todo preparado para poner en marcha una resistencia nacionalista, dirige su lucha contra los japoneses en lugar de hacerlo contra los franceses.

     La ocupación japonesa de Indochina, que comenzó en septiembre de 1940 pero se hizo efectiva en su extensión en 1941, tenía como objetivo mantener “contenida” a China durante lo que fue la Segunda Guerra chino-japonesa.

     En marzo de 1945 los japoneses expulsan a los franceses de sus puestos de administración y toman el control total de la colonia, aunque por poco tiempo: el 2 de septiembre de 1945, a bordo del acorazado USS Missouri, fondeado en la bahía de Tokio, los japoneses firman la capitulación ante los aliados, con lo que se pone fin oficialmente a la Segunda Guerra Mundial.

     Ese mismo día, en Hanoi, al norte de la Indochina francesa –territorio colonial formado por Vietnam, Camboya y Laos–, Ho Chi Minh aprovecha el vacío de poder existente tras el fin del conflicto para declarar la independencia de la República Democrática de Vietnam. El acto transcurre en medio de un enorme júbilo popular, Ho Chi Minh cita la Declaración de Independencia de los Estados Unidos (“todos los hombres son iguales, la búsqueda de la libertad y la felicidad es un derecho inalienable”, etc) y la Declaración de los Derechos del Hombre de la Revolución Francesa (“los hombres nacen y permanecen libres e iguales”) en su discurso. Mirá vos, el Tío Ho. En uno de los momentos culminantes del acto, un avión norteamericano sobrevuela la plaza Ba Dihn, abarrotada con 400 000 personas, y es ovacionado por la multitud. Mirá vos, los yanquis ovacionados en Vietnam… quién lo diría.

     El suceso no despertó gran interés en Francia, que había recibido garantías de que su soberanía sobre Indochina era intocable. Pero como Francia no tuvo ninguna injerencia en la Conferencia de Postdam (donde se repartieron las figuritas después de la Segunda Guerra Mundial) y una cosa es lo que te dicen y otra lo que se hace, en Potsdam se decidió, sin consultar ni avisar al general de Gaulle –y con el fin de desarmar a los japoneses– que China (por entonces, la China nacionalista de Chiang Kai-shek) y Gran Bretaña ocuparían el norte y el sur de Vietnam, respectivamente.

     Esa decisión no fue bien recibida por de Gaulle ni por Ho Chi Minh, pero por distintas razones. Por una parte, de Gaulle rechazó esta imposición y afirmó que Francia debía restablecer su soberanía sobre dicho territorio. Por eso, a fines de septiembre desembarcaron tropas francesas en Cochinchina (Vietnam del sur). Del otro lado, Ho Chi Minh se encontró con una fuerza de casi 200.000 soldados chinos (las tropas nacionalistas de Chiang Kai-shek, enemigos de Vietnam) que llegaron para ocupar el país, aunque en realidad se limitaron a saquear Hanoi y dejaron el resto de la “colonia” librada a su propia suerte. Soldados licenciados, desertores, y criminales tomaron lo que pudieron, nadie los detenía; así, Indochina se sumergió en el caos.

     Así comenzaba la Guerra de Indochina.

   Ho Chi Minh actuó con pragmatismo: en los acuerdos de marzo de 1946 aceptó la vuelta temporal de las tropas francesas a Hanoi para que, junto con ellos, expulsaran a los chinos.

   En algunas regiones, las autoridades francesas, no muy tenidas en cuenta desde Europa, recién liberadas de los campos de prisioneros de los japoneses pero ahora hostigadas y en inferioridad numérica, llegaron a acuerdos con los rebeldes de Ho Chi Minh (ya habían declarado la independencia pero seguían siendo rebeldes, lo cual demostraba claramente que era una independencia de papel, no de hecho) para tratar de poner un poco de orden.

     Mientras tanto, en Francia, Charles de Gaulle anunciaba que Francia no tenía intención de abandonar ninguna de sus colonias; en lo que a él incumbía, la independencia de Indochina no ocurriría nunca. Así que buscó retomar el control y mandó más tropas a Indochina.

     Como era de esperar, nada de esto le cayó bien a Ho Chi Minh, que enrealidad no quería ni a los chinos ni a los franceses en Vietnam. La tensión aumentaba cada vez más: más lío, más batallas. En noviembre de 1946, los franceses exigieron el control total de la ciudad portuaria de Haiphong; el Viet Minh se negó a evacuarla, entonces los buques de guerra franceses bombardearon los barrios controlados por el Viet Minh, matando a 6.000 civiles, mientras los tanques y la aviación francesa atacaron a las fuerzas vietnamitas, haciéndose con el control de la ciudad luego de derrotarlas.

     La llegada de más tropas francesas desde Europa hizo que Francia tomara el control sobre todas las ciudades de Indochina. El Viet Minh controlaba las zonas rurales remotas y se defendía haciendo guerra de guerrillas y emboscadas. Esto les dio bastante resultado, ya que los franceses nunca podían “quedarse tranquilos”. Para debilitar el movimiento independentista, los franceses buscaron “reorganizar” sus colonias en estados-provincias autónomas (casi nada autónomas en realidad, ya que eran vasallos colaboradores); pusieron un  jefe-monarca al mando en cada una y les concedieron una especie de independencia teórica, bajo el paraguas de una organización que llamaron “Unión Francesa”. Esto era como una moneda de cambio para sustituir de alguna manera al imperio colonial francés, pero manteniendo el control de la región.

     A fines de 1949, los chinos comunistas, que venían de instaurar la revolución comunista en China (las tropas de Mao, que sí eran “amigas” de Ho Chi Minh) llegaron a las fronteras de Vietnam, y eso les dio a los rebeldes acceso a un gran proveedor de armas; además, trasladó la guerra a esas regiones fronterizas. El Viet Minh intentaba mantener el contacto con los comunistas, los franceses trataban de romperlo, y así empezó otra fase de la guerra.

     Ho Chi Minh fue a París a negociar su independencia. Francia quería que el sur de Vietnam (Cochinchina) fuera un estado independiente de Vietnam y Ho Chi Minh no aceptaba eso.

     Y entonces, después de la llegada de los comunistas, llega el invitado de siempre en los conflictos de la zona: Estados Unidos. No se la iban a perder, menos si estaban los rojos enfrente.

     Aunque suene raro, inicialmente EEUU tenía simpatía por el Viet Minh. Es más: al final de la Segunda Guerra Mundial, los guerrilleros de Ho Chi Minh lucharon codo a codo junto a los norteamericanos contra Japón. Pero a pesar de compartir los sentimientos anticolonialistas, el presidente Harry Truman no reconoció la independencia de Vietnam ni respondió a Ho Chi Minh cuando éste le pidió apoyo. La razón era geopolítica: recién terminada la Segunda Guerra, la reconstrucción de una Europa fuerte se convirtió en prioridad para EEUU, y Francia se encontraba, en su criterio, entre los países en riesgo de caer bajo la influencia comunista.

     Así que en los comienzos del conflicto EEUU adoptó una posición de “neutralidad”. Francia había intentado tomar la iniciativa política y ganar el apoyo de la población concediendo a Vietnam esa “independencia limitada” llamada “Unión Francesa” y EEUU miraba sin actuar en forma directa. Pero las cosas cambiaron cuando llegaron los comunistas de Mao a la frontera de Vietnam; cuando eso ocurrió, la Guerra de Indochina se internacionalizó y quedó dentro de la dinámica de la naciente Guerra Fría.

   Truman comenzó a autorizar ayuda material a los franceses: suministros, aviones, tanques y napalm. El Viet Minh empezó a recibir a su vez armamento pesado de la recién creada República Popular China. Cuando en 1953 Eisenhower llegó a la Casa Blanca, siguió aumentando la financiación. Basándose en la “teoría del dominó” (si un país cae en el comunismo, arrastra a sus vecinos), EEUU llegó a solventar hasta el 80% del esfuerzo bélico francés.

Bombardeos con Napalm por la 320.º división de artillería sobre el Viet Minh (Operación Mouette) en noviembre de 1953

     En 1953 los franceses conquistaron Dien Bien Phu (hoy, territorio de Laos), uno de los principales puntos de la línea de aprovisionamiento comunista, esperando atraer a los rebeldes a una batalla a campo abierto con ventaja para los franceses. Pero en vez de presentar batalla, las tropas vietnamitas bajo el mando del general Vo Nguyen Giap sitiaron la fortaleza del lugar. En marzo de 1954, 70.000 combatientes vietnamitas con apoyo logístico y de refuerzos de más de 100.000 efectivos aislaron a los 15.000 soldados franceses atrincherados en la ciudad; después de más de dos días de ataques y hostigamiento continuo, los franceses se rindieron. En la batalla de Dien Bien Phu, el ejército de una colonia humillaba por primera vez a una gran potencia industrial. Esa dura derrota convenció al gobierno francés de que era inútil continuar luchando; lo que al principio fue solo una guerra de independencia se transformó en un calvario para Francia durante casi una década.

     Tras la convulsión y el debilitamiento de las potencias europeas que supuso la Segunda Guerra Mundial, el desmantelamiento de los imperios coloniales parecía inevitable. Más aún en el caso de Francia, que era quien había sufrido el golpe más duro a su status internacional ya que había sido derrotada por los nazis en cuestión de días, luego había sido liberada por extranjeros y excluida de las decisiones que tomaban los vencedores (Estados Unidos, el Reino Unido y la URSS).

     Quizá esa necesidad de recuperar el orgullo herido tenga algo que ver con el empecinamiento francés en resistir, tanto en Indochina como en Argelia, años después. La realidad era que Francia no contaba ya con medios materiales ni con tropas para imponerse al Viet Minh.  

     Se iniciaron las negociaciones de paz y en poco tiempo se concedió la independencia a Indochina, en forma de cuatro estados: Laos, Camboya y Vietnam, este último dividido en dos partes, una para los comunistas (el estado del norte) y otra para los no comunistas (el estado del sur).

     La guerra de Indochina duró nueve años. Murieron más de 90.000 soldados franceses, además de unos 100.000 muertos más entre aliados indochinos, nativos de las colonias indochinas, nativos de otras colonias y miembros de la Legión Extranjera. Los cálculos de las bajas entre los vietnamitas son confusos e inexactos; posiblemente el número de combatientes muertos ascienda a 175.000, a los que deben sumarse unos 125.000 muertos civiles.

Homenaje a los caídos en Indochina bajo el Arco del Triunfo en París.
En el sentido de las agujas del reloj desde la parte superior : después de la caída de Dien Bien Phu apoyando a las tropas de Laos, retroceden a través del río Mekong hacia Laos; Los comandos de los marines franceses zarparon de la costa de Annam en julio de 1950; El tanque ligero estadounidense M24 Chaffee utilizado por los franceses en Vietnam; Conferencia de Ginebra el 21 de julio de 1954; Un Grumman F6F-5 Hellcat de Escadrille 1F se prepara para aterrizar en el portaaviones Arromanches (R95) que opera en el Golfo de Tonkin.
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