Los estigmas degenerativos

Cuando Edgar Degas expuso La pequeña bailarina de catorce años en su forma original —es decir, hecha de cera, con cabellos de crin de caballo y un tutú de seda— durante la Exposición de Impresionistas en 1881, se produjo un escándalo. No fue un debate artístico, la obra, para los cánones de la época, era bastante conservadora. ¿Cuál fue el problema entonces? Una discusión médica – antropológica sobre el cráneo de la bailarina. Esta es su historia.

Casi al mismo tiempo que Degas presentaba a su bailarina, expuso una obra llamada La fisonomía de los criminales. Los críticos no pudieron evitar relacionar el cráneo de la joven e inocente bailarina con la de Emile Abadie y Paul Krial, acusados de asesinato.

Degas asistió al juicio de los criminales con su cuaderno de apuntes para retratar a estos dos jóvenes que eran el comentario obligado de los positivistas franceses. La ciencia era la nueva religión, todo conocimiento debía pasar por la verificación científica y Cesare Lombroso imponía sus ideas del “criminal nato”, midiendo el cráneo de los convictos y relatando sus apreciaciones óseas como fuente de diagnóstico.

Fisonomías de criminales (detalle) • Edgar Degas • 1880 • Colección Privada.

Impregnado de estas ideas, Degas incurre en el naturalismo, reproduciendo la realidad con una objetividad documentada. No sólo había un interés artístico en esta fisonomía de los criminales, el tal Abadie había asesinado a la viuda de Joubert, en la Rue Fontaine, a pocos metros de la casa del artista.

En la obra resalta los rasgos “degenerados del criminal: los pómulos salientes, el cráneo oblongo (dolicocéfalo), los ojos hundidos”.

Es más, en uno de estos retratos Degas hace justicia por mano propia, la cabeza de Emile Abadie parece haber sido guillotinada.

Los frenólogos, a su vez, vieron en la joven bailarina “todos los vicios” impresos en la forma del cráneo. Las jóvenes bailarinas que pintaba Degas, las llamadas petite rats, muchas veces terminaban como amantes de señores aristócratas que las elegían entre las muchas aspirantes a entrar en el ballet. Era una de las pocas formas de estas jovencitas para escapar de la miseria y tratar de asegurarse una vejez alejada de la pobreza.

La modelo para esta obra, la jovencita Marie Van Goethem, no fue una excepción a esta regla. Hija de una planchadora, como Nana (la heroína de Zola), Marie terminó sus días alternando en los cabarets de Pigalle.

Estudios de bailarinas • Edgar Degas • 1875-81 • Museo del Louvre, París, Francia.

Con esta bailarina de catorce años Degas opera un cambio revolucionarios. Por sus problemas visuales va abandonando la pintura para convertirse en escultor y usa las técnicas de escultura para convertirse en fisonomista, estudiando en museos de medicina e influenciado especialmente por la criminología positivista. Eran los tiempos de Lombroso, de Berthillon y Sir Francis Galton (que inventó las técnicas primitivas de dactiloscopia perfeccionadas más tarde por Vucetich en la Argentina) que creen encontrar los secretos de la psiquis en los accidentes óseos del cuerpo, error de apreciación que ocasionará sinnúmero de injusticias y desastres, como toda vez que se poseen conocimientos superficiales sobre la naturaleza humana.

A little knowledge does a lot of harm” (“Escasos conocimientos producen grandes daños”), diría Thackery, y esta escasez le ha costado a la humanidad guerras y genocidios, de los que se recupera sólo para caer otra vez en errores semajantes producidos por la misma insuficiencia de conocimientos.

+

Texto extraído del libro CUADROS CLÍNICOS de Omar López Mato (Olmo Ediciones).

Ultimos Artículos

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

TE PUEDE INTERESAR

    SUSCRIBITE AL
    NEWSLETTER