Parece que los checos tenían la costumbre de arrojar a los políticos que consideraban corruptos por la ventana… A este acto reivindicatorio lo llamaban “defenestrar” (fenestra, ventana en latín) y tenía un antecedente bíblico, la reina Jezabel fue asesinada de esta forma por orden del rey Jehú (libro de los Reyes).
La primera defenestración de Praga tuvo lugar en 1419 en el contexto de las guerras religiosas que azotaron Bohemia. Una turba dirigida por el general checo Jan Žižka, seguidor de las ideas protestantes del predicador Jan Hus, irrumpió en el ayuntamiento de Praga tomando prisionero a un juez, al alcalde y cinco miembros del Consejo. Sin más, los arrojaron por la ventana a la calle donde fueron mutilados por una multitud enardecida.
Setenta años más tarde, otros seguidores de Jan Hus irrumpieron en el Consejo y arrojaron al vacío al alcalde.
El episodio más comentado fue el que aconteció el 23 de mayo de 1618 y que dio comienzo a la Guerra de los 30 años. La consagración de Fernando II como rey de Bohemia había incomodado a los protestantes checos que no veían con buenos ojos a este monarca católico. Si bien desde los tiempos de Rodolfo II existía libertad de culto en el reino, esta no siempre había sido respetada, y el nuevo monarca decretó que los protestantes no podían ocupar cargos públicos.
El conde Thurn encabezó a un grupo de disidentes hacia el palacio de Varaschin, en Praga, donde tomaron prisioneros a dos consejeros imperiales católicos, Jaroslav Martinitz y Wilhelm Slavata, los acusaron de no respetar la libertad de culto, los juzgaron en forma sumaria y los condenaron a ser arrojados por la ventana, como ya lo habían hecho en otras oportunidades. La condena se ejecutó inmediatamente y ambos funcionarios fueron defenestrados…
Pero, hete aquí, que Martinitz y Slavata no murieron en el proceso porque tuvieron la fortuna (¿?) de caer sobre un montón de estiércol que amortiguó su abrupto descenso pudiendo así salvar sus vidas, aunque no su ropa…
Para los protestantes esta fue una sanción justa y merecida por no respetar las consignas de Rodolfo ll, mientras que los católicos vieron una señal de intervención divina.
Como dijimos, esta defenestración dio comienzo a la Guerra de los 30 años que se extendió a todo lo largo de Europa marcando el inicio de hostilidades entre católicos y protestantes, especialmente de los holandeses que estaban bajo el dominio español.
Muchos políticos han sido defenestrado (en sentido figurativo) en la Argentina. Algunos se convirtieron en cadáveres políticos, otros fueron reivindicados y hasta hoy nos preguntamos por qué los hemos defenestrado, pero otros cayeron sobre pilas de estiércol que les permitieron sobrevivir al impacto y tener una nueva oportunidad para mostrar una vez más sus virtudes o confirmar sus defectos.