Sexo, droga y rock and roll” es una canción de Ian Dury de 1977. Algunos atribuyen la frase original a Frank Zappa, aunque lo más probable es que haya sido una versión actualizada de citas tradicionales como “naipes, mujeres y vino, mal camino” y otras por el estilo .
El rock and roll es la música distintiva de los baby boomers y generaciones subsecuentes, época que coincidió con una apertura sexual y un aumento del consumo de drogas (aunque sea este un tema debatible, lo que sí sucedió fue la penalización de ciertas drogas que antes se obtenían sin restricciones: el opio, la cocaína y el hachís se vendían libremente hasta principios del siglo XX, basta recordar las guerras del opio promovidas por Gran Bretaña para facilitar su consumo en el sudeste asiático).
Muchos cantantes y músicos lograron fama mundial a muy temprana edad y ostentaron sus maratones sexuales y buscaron una evasión en el uso de drogas que circulaban casi libremente en ciertos círculos del artista. Su sobreuso accidental o voluntario llevó a la muerte a un grupo de jóvenes que, casualmente, fallecieron a los 27 años.
Brian Jones, Janis Joplin, Jim Morrison y Jimi Hendrix murieron a esa edad entre 1969 y 1971, pero fue la muerte de Kurt Cobain en 1994 la que generó esta asociación, por una acotación de la madre de Kurt.
“Ahora se ha ido y se unió a este estúpido club…le dije que no se uniera al ese estúpido club” (Wendy Fradenburg Cobain O’Connor).
¿Acaso la madre de Cobain se refería a los otros músicos o a parientes de Kurt que se habían suicidado? Nunca quedó claro, pero allí quedó conformado este club de muertos juveniles.
Es curioso como los padres de estos artistas fomentaron el mito alrededor de la muerte de sus hijos, como en el caso de Jim Morrison y su padre, un almirante de la marina norteamericana quien colocó el misterioso epitafio en griego sobre la tumba de líder de The Doors en el cementerio parisino de Père Lachaise: Kata ton daimona eaytoy que significa algo así como “Fiel a su propio espíritu o fiel a sus demonios”, según las distintas acepciones de la palabra daimona .El lugar se ha convertido en sitio de peregrinación de los fans de Jim Morrison quienes aún lloran sobre su tumba, mientras se tejen las más absurdas teorías conspirativas, en parte gracias a este epitafio.
Lo cierto es que cuando Amy Winehouse murió de un coma alcohólico a los 27 años, el Club ya se había consolidado con estos 6 miembros, aunque puedan agregarse otros artistas como Alexandra, Alan Wilson y Lina Jones, quienes años antes habían muerto a esa edad.
HENDRIX, EL GUITARRISTA
Para muchos este joven de color, descendiente también de indios Cherokee y mexicanos, fue el mejor guitarrista de rock de la historia. Era un dotado, podía tocar la guitarra tanto con la mano izquierda como la derecha y hasta con los dientes. Sin embargo, sus composiciones no eran tan populares, pocas habían ingresado a los tops 40 de USA.
Jimi se había criado junto a su padre por el alcoholismo de su progenitora. Desde joven frecuentó sustancias prohibidas como las anfetaminas y la cocaína.
En 1966 fue invitado a Inglaterra donde su single “Hey Joe” trepó a los primeros puestos de venta.
Su música, sus presentaciones y sus ejecuciones progresaban al igual que la dependencia a las drogas. En 1969 fue arrestado por posesión de heroína y hachís. Ante las autoridades manifestó que no sabía que llevaba esas sustancias, aunque reconoció que en el pasado “había probado de todo”. Fue dejado en libertad después de estar detenido 3 días. Tres meses después tocó en el mítico festival de Woodstock ante 400.000 espectadores. Su versión del himno nacional de los Estados Unidos hizo furor. La guitarra de Hendrix reprodujo el sonido de las bombas que caían en Vietnam. Su prestigio como contestaría y virtuoso de la guitarra se consolidó en este concierto. Era el inicio de la leyenda …
Viajó a Europa y allí conoció a Monika Dannemann, una patinadora alemana.
El 17 de septiembre de 1970 pasaron la noche juntos en el Samarkand Hotel de Notting Hill Gate, Londres.
Monika declaró que esa noche lo había visto tomar una pastilla de anfetamina y después bebió alcohol… Fueron a dormir, pero cuando ella se despertó encontró que Hendrix había vomitado y no lo pudo despertar. Fue entonces que llamó una ambulancia. Esta llegó 20 minutos más tarde, lo trasladaron al hospital más cercano, pero Jimi Hendrix, el prodigio explosivo de la guitarra eléctrica, aquel que generaba sonidos que nadie había podido arrancarle a ese instrumento del rock, murió de neumonitis ocasionando por la aspiración de un vomito durante una inconsciencia inducida por drogas de las que abusaba.
La autopsia mostró que no se inyectaba cocaína, pero muy probablemente la inhalase. Esa noche para bajar el efecto despertador de la anfetamina, había ingerido barbitúricos y otras pastillas para dormir…. En ese sueño profundo vomitó y lo aspiró, y ese fue su fin…
No hay evidencia que haya querido suicidarse, estaba en el cenit de su carrera. Hasta entonces no había tenido signos de depresión o autodestructivos.
Jimi solía decir que la música iba a cambiar el mundo y, al menos, había cambiado su vida que podría haber sido la de un pequeño delincuente por el medio en el que se crió.
“La música no miente…El día que sienta que no puedo darle más a la música, ese día ya no estaré en este mundo, mi existencia perderá sentido… La historia de la vida es más rápida que la de un parpadeo, la historia del amor es la un de hola y un adiós, hasta que nos volvamos a en contra …La tristeza es cuando un bebe es traído a ese mundo cruel, una vez que estas muerto, todo se acaba” …Y sin embargo, su música perdura, aún pueden verse esos videos furiosos, esa vida veloz de drogas, sexo y rock and roll que terminó en un estúpido accidente. Quizás de no haber muerto a los 27, Hendrix hubiese caído en una cómoda mediocridad burguesa… o no. No podemos saberlo .
Como todas las personas que mueren en el pico de su fama, nadie puede achacarle renuncias o traiciones. Solo queda el brillo de su estrella muerta, incontaminada por contradicciones e inconsistencias.
Pero esta es una historia de éxito truncada, la inmensa mayoría de los jóvenes que caen en adicciones tiene una vida gris, cuando no negra, una vida de dolor, de soledad, prisión, miseria y delincuencia, de violencia y sin sentido… pero les encanta verse reflejadas en estas figuras fulgurantes que se ufanan de tomar esto a aquello para crear paraísos sintéticos que duran lo que dura una inhalación o un pinchazo. Hasta ven en su adicción una épica…aunque sepan que su final será deprimente.
Mucho hablan de los artistas o celebridades que mueren jóvenes, pero no he encontrado una estadística seria que me diga cuál es la expectativa de vida de un joven marginal del conurbano bonaerense que cae en la adicción. ¿Será que este patético Club de los 27, es infinitamente más grande, pero nadie se percata porque estas vidas a nadie le importan? Ni siquiera se las registra en una estadística. Y lo más probable es que estemos matando o desperdiciando una generaciónn por falta de educación, de políticas de prevención, de intereses mezquinos de los señores de la droga que cuentan con la complicidad comprada de políticos y funcionarios.
Hay miles o millones de Jimi, de Jim, de Janis que se van en una sobredosis (por ignorancia y omnipotencia), sin dejar rastros ni testimonios ni música estridente ni versos violentos, solo vidas oscuras marcadas por la marginalidad