Introducción:
Para comenzar, debemos mencionar por qué Europa se aventura hacia nuevos horizontes. El Siglo XV fue de contracción para los europeos; el Imperio Chino había caído en manos de la dinastía Ming, la cual se cerró en sí misma y provocó una ruptura con las relaciones comerciales que se mantenían con los cristianos. Por otra parte, el avance de los otomanos provocó que el Mediterráneo quede bajo su control y se tuvieran que buscar rutas alternativas de comercio. Las Guerras Santas contra el Islam habían tenido éxito sólo en Europa, lo cual generó que una gran cantidad de hombres quedaran ociosos y en busca de aventura. Estas razones, sumadas a un aumento en la tecnificación de ciertos instrumentos de navegación, facilitaron el avance europeo hacia nuevas tierras.[1]
Los iniciadores de esta expansión serán los ibéricos, pero me centraré en Portugal, ya que fue el de mayor importancia para la expansión y colonización de los territorios africanos y asiáticos.
La expansión y colonización portuguesa de Asia y África:
Siguiendo el planteo de Immanuel Wallerstein, quien nos comenta que entre 1150 y el 1300 d.C se había provocado una expansión comercial y demográfica en Europa, pero dicha expansión, tras el inicio del siglo XIV, se verá contraída por la crisis del sistema feudal que se prolongó hasta 1450 aproximadamente. Como producto de esta crisis en Europa se desarrollará una nueva forma de apropiación del excedente, la llamada “economía- mundo”. La cual dependía de la expansión geográfica para satisfacer las variadas necesidades que tenia Europa: alimentos, especias, oro, plata materias primas (sobre todo para las industrias textiles) y mano de obra.
Portugal se vio beneficiado para la expansión, por sus características geográficas y geopolíticas, ya que el avance por el Mediterráneo estaba bloqueado por la expansión otomana y en la Península estaban rodeados por Castilla, entonces su avance se debía producir hacia el Atlántico o hacia África. Además, los portugueses contaban con avances técnicos en la navegación, disponibilidad de capital (financiados por los genoveses para enfrentarse a los venecianos), poseían una economía mas monetarizada y principalmente, estabilidad interna[2].
Debemos tener en cuenta la conquista de Ceuta por parte de los portugueses, ya que desde allí, obtuvieron información del comercio por caravanas que se producía entre Asia y África, si bien gran parte del conocimiento europeo se remontaba a tiempos de Marco Polo. Para los últimos años del Rey Enrique “el navegante” se descubre la costa oriental de Guinea, lo cual despertó el interés por la exploración de África. Posteriormente comenzarán a establecer factorías comerciales en diversas zonas de África y Asia. De vital importancia fue la conquista de Ormuz, la cual le permitió dominar el comercio de las especies y Goa en la India[3]. Desde estos puntos se articulará el sistema comercial portugués diseñado por Alfonso de Albuquerque.
En 1494, se firma un Tratado, en la ciudad de Tordesillas, que tenía como antecedente el Tratado de las Alcáçovas, entre delegados de los Reyes Católicos y el rey Juan II de Portugal, por el cual se estableció un reparto de las zonas de navegación y de los posibles territorios a descubrir, lo cual benefició a los portugueses en su monopolio de exploración y colonización hacia la costa occidental africana[4].
Con el establecimiento de los españoles en América y el posterior decaimiento poblacional provocado por los cambios en los regímenes de trabajo y la contaminación de enfermedades europeas, a las cuales los indígenas no estaban inmunizados, se empezó a necesitar de nueva mano de obra, por lo cual los portugueses comenzaron a proveer de esclavos africanos a los territorios americanos españoles.[5]
La fundamentación ideológica de la esclavitud:
Con la conquista de América por los castellanos, se produjeron muchas discusiones en torno a la naturaleza de “los indios”. Después de 1532, las dudas sobre la legalidad de la colonización aparecieron junto con las preocupaciones e inquietudes del padre Bartolomé de las Casas, sobre los atropellos cometidos hacia los nativos. La contribución principal de la Escuela de Salamanca, representada por el padre Francisco de Vitoria fueron las conferencias universitarias conocidas como “de indis”. La deducción que se extrae de la obra es que el indio no es una “tercer especie” sino que sería como un “niño permanente”.Está completamente desarrollado, tiene todas sus facultades racionales, pero es necesario brindarle una educación para que perciban lo que otros hombres perciben sin esfuerzo. Se destruyó la teoría del esclavo natural como explicación del comportamiento heterodoxo del indio. Ahora era como los demás hombres, integrado a la sociedad. Lamentablemente no se vio de la misma forma a los africanos, se los consideraba como inferiores, entraban dentro de esos “esclavos naturales” del pensamiento aristotélico que dominaba la época; los portugueses, ni la Corona lusa[6], se preocuparon como lo hicieron los españoles por tratar de entender la condición de estos hombres.
Por otra parte, debemos tener en cuenta que los europeos no fueron ningunos precursores en cuanto a esclavizar a los africanos, la esclavitud existía anteriormente en las sociedades africanas, pero no hay que entender como esclavo al extranjero, el cual no se introduce dentro del ciclo reproductivo, sino, solamente dentro del productivo de una sociedad domestica, ya que:
“Sólo hay esclavitud, como modo de explotación, si se constituye una clase distinta de individuos, dependiente de un mismo estado social y renovándose de manera continua e institucional, de tal suerte que al estar aseguradas las funciones que desempeña esta clase de manera permanente, las relaciones de explotación y la clase explotadora que se beneficia de ellas se reconstruye también regular y continuamente” (Mellaissoux, 1990, p. 42).
El comienzo de la esclavitud africana tiene que ver con el bandidismo, el cual provoca que los clanes se organicen para resistir, como Mande en el siglo XIII, o como Segú a finales del XVI, donde se formó una sociedad cazadora. Las primeras se edifican en torno a la figura de un jefe, el cual provee los medios o tácticas para luchar y resistir a las bandas armadas esclavistas; las segundas se conforman tras una destrucción del orden social y la edificación de una nueva sociedad que se desprende de las relaciones de parentesco, arremete contra las jerarquías tradicionales, etc. Se toman decisiones colectivas en asambleas de guerreros, no tenían jefes y se repartían el botín de acuerdo a lo que capturaba cada uno. Posteriormente, en el seno de la asamblea se irá formando la figura de un rey y mediante la protección, en vez del saqueo de las poblaciones cercanas se formará un estado de base territorial en el cual se prohíbe la trata, pero se la orienta hacia las poblaciones vecinas[7].
Las condiciones de vida de estos estados están fuertemente ligadas a la permanente demanda de esclavos la sociedad mercantil, de la cual recibían armamento[8] para guerrear realizar las razias y para combatir contra otras sociedades esclavistas que hacían competencia[9].
Antes de la llegada de los europeos existían tres mecanismos por los cuales se sometía a los hombres en esclavos: la pignoración (esclavitud por deudas); la separación judicial de la protección de su linaje (por faltas cometidas dentro del sistema de reciprocidades); por la guerra. Estos mecanismos se pondrán al servicio de los europeos para la entrega de esclavos[10].
Por otra parte, desde siglos anteriores a la presencia europea, los africanos también habían sido esclavizados por los musulmanes, los cuales justificaban estos actos desde la consideración del primitivismo de la raza negra y por la esclavitud de guerra[11].
En cuanto a los europeos, buscaron una cierta fundamentación o justificación de estas prácticas a través de los Evangelios, pero no fue suficiente por el antecedente de los teólogos defensores de los amerindios, lo cual generó una contradicción con los tratos hacia los africanos. ¿Qué diferencias había entre unos y otros?
“Nació así un discurso específicamente anti-africano, inspirado en el mito bíblico de la maldición de los hijos de Cham y en el primitivismo negro, conectado con la teoría del derecho natural del dominador a dominar. Así el anti-africanismo comienza en el siglo XVI, y se va perfeccionando en los siglos posteriores a medida que se intensifica la trata de esclavos. Finalmente se irá generando una argumentación cada vez más sofisticada sobre la inferioridad de la raza negra, en la que lo religioso va desapareciendo a favor de una retorica científica que triunfa a partir del siglo XVIII” (Bessis, 2002, p.33).
El monopolio portugués ira decayendo[12], y para fines del siglo XVI la iniciativa náutica y comercial pasaría a manos de los Países Bajos e Inglaterra. Los cuales, comenzaran a desarrollar el sistema de Compañías comerciales que dominaran el tráfico de esclavos y en el caso inglés, la entrada al subcontinente indio, que posteriormente al desvanecerse el Imperio mughal[13], se irán estableciendo para controlar el territorio. El dominio de la India les permitirá obtener un importante producto: el opio. Con el cual lograrán entrar al “mercado” de China y balancear favorablemente la balanza comercial, históricamente desfavorable a los europeos.
En cuanto a la mirada y justificación que se le dio al periodo colonial, habrá que esperar hasta que los intelectuales de los nuevos Estados liberados del yugo colonial hagan tambalear esas certezas de superioridad europea y devuelvan su historia a los países colonizados[14]. En los años posteriores a la descolonización todavía se utilizaban manuales escolares que remarcaban la superioridad del blanco, se silenciaban los abusos, y se presentaba una historia puramente euro-centrista. Tras las atrocidades cometidas por los nazis durante la Segunda Guerra Mundial, y aunque estos no habían inventado nada nuevo en cuanto a la superioridad racial, los europeos comenzaron a tener que dejar de lado la justificación de la superioridad racial o genética y se apeló al tema de la falta de madurez de los pueblos colonizados y su necesario “acompañamiento hacia la adultez” antes de liberarlos.
Debemos esperar hasta que se produce el desarrollo de los estudios postcoloniales para que se empiece a estudiar dejando de lado el planteo puramente euro-centrista y así comprender los aportes de la periferia hacia el centro, y no solo del centro a la periferia. Y devolverle la historia a esos “pueblos sin historia”, estudiados como sociedades estáticas[15] y con fronteras delimitadas por la colonización.
“Los estudios postcoloniales, o por lo menos algunos estudios postcoloniales, invitan a complejizar el propio marco analítico, considerando las colonias como auténticos laboratorios de la modernidad y, por lo tanto, afinando nuestra mirada sobre el movimiento inverso, de <retroacción> desde las propias colonias sobre el centro del sistema (primero sobre Europa, luego sobre Occidente), mostrando el carácter constitutivamente hibrido de este”. (Mezzadra, 2008, p 19).
Conclusión: por lo tanto, podemos decir que la expansión europea, principalmente portuguesa, se dio por determinadas condiciones socio-económicas y geoestratégicas del Imperio luso. A diferencia de los españoles no se preocuparon tanto por tratar de comprender la situación de los pobladores nativos de los territorios conquistados y vieron en la escases de mano de obra en América una excelente oportunidad comercial que satisfacer mediante el tráfico de esclavos, el cual, no habría sido posible, al menos de la forma en que se dio, de no haber existido la esclavitud previamente en esas sociedades. Se formaron grandes reinos esclavistas africanos que desde las costas efectuaban razzias hacia el centro para abastecer y comerciar con los europeos. Primero serán, como vimos, los portugueses y luego la primacía comercial y de trata pasará a manos de holandeses e ingleses.
Por otra parte, debemos mencionar que recién tuvimos nuevas teorías interpretativas de este proceso con el desarrollo de los estudios post-coloniales que quitaron del foco la visión y justificación euro-centrista.
Bibliografía:
- Amin,S. (1972).“Subdesarrollo y dependencia en África negra. Los orígenes históricos y las formas contemporáneas”, prefacio a Barry, B., Le royaume du Waalo. Le Sénégal avant la conquete coloniale, Paris, Maspero (Traducción de cátedra, Oficina de Publicaciones de la Facultad de Filosofía y Letras (OPFyL). UBA.
- Bessis, S. (2002). Occidente y los otros. Historia de una supremacía, Madrid, Alianza.
- M´Bokolo, E. (s.f.). “La herencia africana de la esclavitud”, (traducción de cátedra, FFyL, UBA)
- Meillassoux, C. (1990). Antropología de la esclavitud. El vientre de hierro y dinero, México, Siglo XXI
- Meillassoux, C. (1983).“Esclavitud femenina”, en Robertson, C.; Klein, M., Women and Slavery in Africa, Madison, University of Wisconsin Press (Traducción de cátedra publicada por OPFyL, UBA)
- Mezzadra, S. (2008). “Introducción”, en Estudios poscoloniales. Ensayos fundamentales, Traficantes de sueños, Madrid.
- Parry, J. (1986). Europa y la expansión del mundo, México, FCE
- Rodney, W. (1982). “La contribución de África al desarrollo del capitalismo en Europa. El período precolonial”, en Rodney, W., De cómo Europa subdesarrolló África, México, Siglo XXI
- Tagliacozzo, E. (2002). “Comercio, producción e incorporación. El océano Indico, 1600 –1900”, en Itinerario 2002/1. (Traducción de cátedra, FFyL, UBA).
- Thornton, J. (1992). “El desarrollo del comercio entre europeos y africanos”, en Africa and Africans in the Making of the Atlantic World, CUP (Traducción de cátedra publicada por OPFYL).
- Todorov, T. (1991). Nosotros y los otros. Reflexión sobre la diversidad humana, México, Siglo XXI.
- Wallerstein, I. (1981). El moderno sistema mundial, México, Siglo XXI.
- Wolf, E. (1987). Europa y la gente sin historia, México, FCE.
[1] Desarrollo de cartas de navegación, barcos y navíos de guerra en (Parry, 1986, págs. 15 a 34) y (Wolf, 1987, pág. 287)
[2] Wallerstein explica que Portugal se logro aventurar hacia nuevas tierras, incluida América; los chinos, que también contaban con todas las capacidades necesarias para la expansión, no lo lograron porque su sistema (Imperio- mundo) buscaba el equilibrio político interno, ya que se basaba en la tributación. Por lo tanto, según el planteo del autor, es el sistema de economía- mundo el que va a provocar la expansión, que tuvo a Portugal en su vanguardia, pero que sería seguido por los demás europeos.
[3] (Parry,1986, pág. 53)
[4] (Parry, 1986, pág.43)
[5] (Wolf, 1987, pág 240)
[6] Debemos tener en cuenta que desde que el almirante Colón vuelve de su primer viaje a América, la Reina Isabel de Castilla declara que los indios son súbditos de la Corona al igual que todo español; posteriormente en su testamento, rectificará esta posición sobre los indios. A demás, a diferencia de los españoles, los cuales llevaron a cabo una conquista territorial y administraron amplios territorios y sus gentes, mientras que los lusos conquistaban puntos clave y construían factorías comerciales.
[7] (Meillasoux, págs. 168-175)
[8] (M´Bokolo, [s.f.], pág. 3)
[9]Meillassoux explica que la utilización de esclavos de palacio, los cuales cubrían las antiguas funciones de parientes de los reyes, se debe a las luchas dinásticas por el poder, ya que al ser esclavos no podían (aunque menciona casos en los que sucedió) usurpar el poder; los esclavos por excelencia serán los eunucos por no poder transmitir nada de forma hereditaria, y a las esclavas de harenes, las cuales terminaban cumpliendo importantes funciones políticas, además de dar placer a los reyes y retroalimentar la corte con sus hijos. (Mellaissoux, 1990, págs. 200-226) y (Meillassoux, 1983, págs. 13-18). En este último texto se explica el rol de las esclavas para los tres tipos de sociedades, y su mayor valor en el mercado de las sociedades mercantiles por la amplitud de tareas que podían desarrollar, no tanto por la reproductiva como se cree.
[10] (Wolf, 1987, págs. 254-255)
[11] (Bessis,2002, págs. 30-31)
[12] Explicación del decaimiento del Imperio portugués en comparación con los holandeses, en (Wolf, 1986, págs. 290-291)
[13] (Wolf, 1987, págs. 297)
[14] En su capítulo sobre “La raza y el racismo” Todorov realiza un recorrido histórico desde los primeros usos de la palabra raza por François Bernier en 1684 y de Buffon en su Histoire naturelle, llegando hasta las justificaciones del cientificismo. Nos dice Todorov: “El racismo es un comportamiento que viene de antiguo y cuya extensión probablemente es universal; el racialismo es un movimiento de ideas nacido en Europa occidental, y cuyo periodo más importante va desde mediados del siglo XVIII hasta mediados del XX”. (Todorov, 1991, págs.115-116)
[15] “La imagen de una África antigua aislada, cerrada sobre sí misma, ya no es de nuestra época: el aislamiento- naturalmente asociado a un supuesto carácter “primitivo”- correspondía únicamente a una exigencia ideológica del racismo colonial”. (Amin, 1972, pág. 3)