Nacida Lynn Petra Alexander, el 5 de marzo de 1938, en la ciudad de Chicago, en una familia judía y sionista (sus padres fueron Morris Alexander, un abogado que también dirigía una empresa que fabricaba pinturas para carreteras, y Leona Wise Alexander, una agente de viajes), Lynn Margulis fue una niña precoz. Aceptada en la Universidad de Chicago a la edad de quince años, en 1957, a los 19, obtuvo una licenciatura en Biología. Según sus palabras, de la universidad salió con un título, un permanente escepticismo crítico y un marido, el astrofísico Carl Sagan (Margulis se casó con Sagan en 1957 poco después de obtener su licenciatura. Sagan era entonces un estudiante de posgrado en física en la Universidad de Chicago. Su matrimonio terminó en 1964, justo antes de que ella completara su doctorado. Tuvieron dos hijos, Dorion Sagan, quien más tarde se convirtió en un escritor de ciencia popular y su colaborador, y Jeremy Sagan, desarrollador de software y fundador de Sagan Technology).
En 1958, Lynn Margulis continuó su formación en la Universidad de Wisconsin como alumna de un máster y profesora ayudante. Estudió biología celular y genética, teniendo como profesor a James F. Crow, del que afirmaba que influyó mucho en su vida. También fue alumna de Hans Ris y Walter Plaut (su supervisor de tesina). Se graduó en 1960 con una maestría en genética y zoología. Luego realizó una investigación en la Universidad de California, Berkeley, con el zoólogo Max Alfert. Antes de que pudiera completar su disertación, se le ofreció una beca de investigación y luego una cátedra en la Universidad Brandeis en Massachusetts en 1964. Fue mientras trabajaba allí que obtuvo su doctorado en la Berkeley en 1965. En 1966 se trasladó a la Universidad de Boston, donde enseñó biología durante veintidós años. Inicialmente fue Profesora Asistente Adjunta y luego fue nombrada Profesora Asistente en 1967, mismo año en el que volvió a contraer nupcias, esta vez con el cristalógrafo Thomas N. Margulis, del que adoptó el apellido (tuvieron un hijo llamado Zachary Margulis-Ohnuma, abogado defensor penal de la ciudad de Nueva York, y una hija, Jennifer Margulis, maestra y autora. Se divorciaron en 1980). En una entrevista televisiva en 1984, ella comentó: “Dejé mi trabajo como esposa dos veces” y, “no es humanamente posible ser una buena esposa, una buena madre y un científico de primera clase. Nadie puede hacerlo, algo tiene que irse”. –Y, evidentemente, era la ciencia su gran amor y creación favorita-
Para finales de mediados de la década del 60, Lynn, también, comenzó a estudiar los tapetes microbianos en una laguna (los tapetes son ecosistemas microbianos con características muy parecidas a las que debieron existir al principio de la historia de la vida). Margulis siempre se había sentido atraída por el mundo de las bacterias que hasta entonces, eran consideradas únicamente como gérmenes patógenos sin interés para el evolucionismo. Investigó en trabajos ignorados y olvidados para apoyar su primera intuición sobre la importancia del mundo microbiano en la evolución. Cuando conoció la obra de E.B. Wilson: The Cell in Developement and Heredity la consideró excelente y a partir de ese momento se centró en desarrollar su Teoría de la Endosimbiosis[1] en Serie (cuadro sinóptico de la Teoría: https://www.mindomo.com/es/mindmap/teoria-de-la-endosimbiosis-5a779c8f38194a2c94be2aa5a5ffa9fb ) y las consecuencias de la misma en la historia y el entendimiento prestablecido de la evolución –o sea de la teoría darwinista- y de la consideración de algunos biólogos que le eran contemporáneos de que la competencia era el mecanismo básico de la evolución de la vida, a lo que ella no solo no adhería sino que consideraba abismalmente errado, ya que pugnaba por la cooperación como el impelente substancial evolutivo -.
Escrito en 1966, pero recién publicado por la revista Theoretical Biology casi dos años después (tras más de una decena de rechazos por parte de todas las editoriales científicas más prestigiosas –y, por ende, legimitizadoras- del momento), su artículo formativo, Origin of Mitosing Cells es –ad eternum– considerado como su aportación más importante. En él, la científica describió el paso de las células procarióticas a células eucarióticas mediante incorporaciones simbiogenéticas de bacterias. Para formular su teoría se basó en los trabajos olvidados de científicos (Franz Schimper, Konstantin Merezhkovsky, Boris Kozo-Polyansky e Ivan Wallin) de finales del siglo XIX y principios del XX, que relacionaban la capacidad fotosintética de los vegetales con las cianobacterias y que proponían el origen simbiótico de los cloroplastos y de los eucariontes.–Todos los organismos estamos hechos de células que solo pudieron existir gracias a la cooperación entre células muy diferentes, las cuales con su interrelación física produjeron simbiogénesis creadoras de nuevas vidas, también coexistentes y cooperativistas, de las cuales descendimos (formas relacionales de las que se ve que, o nos quedó atrapada en la placenta o se nos escapó por la mollera al nacer o simplemente se la llevó un huracán junto a la casa de Dorothy del Mago de Oz, pero la cuestión es que la consciencia intraespecie cargada con el código genético capacitante de la coexistencia, coherencia actitudinal y reciprocidad emocional no parecerían estar haciéndose latentes dentro de nuestre ADN humane…)-.
Las aportaciones de la doctora Margulis a la biología y al evolucionismo son múltiples: describió paso a paso el origen de las células eucariotas; colaboró en la clasificación de los seres vivos en cinco reinos de Robert Whittaker; formuló su teoría sobre la simbiogénesis y la importancia de ésta en la evolución; apoyó desde el primer momento la hipótesis Gaia de Lovelock[2], contribuyendo a ella desde la biología, y realizó un gran número de trabajos sobre organismos bacterianos concretos, formas de vida simbióticas y otros temas relacionados con la materia en la que se doctoró (algunos de ellos publicados con su hijo Dorian Sagan). En la fecha de su muerte, el 22 de noviembre de 2011, estaba trabajando en el estudio de diferentes espiroquetas y su posible protagonismo en procesos simbiogenéticos. –Falleció en su métier, junto a su gran pasión: la ciencia-. Siguiendo su deseo, fue incinerada y sus cenizas fueron esparcidas en sus áreas de investigación favoritas, cerca de su casa en Amherst, Massachusetts. Lynn Margulis fue la científica que contribuyó a sentar las bases de la biología actual, una posthumanista que buscaba devenir de la herida narcisista antropocéntrica para entendernos como una especie igual que las otras, con las que compartimos la misma “materia vital” (compuesta por: hidrógeno, oxígeno, carbono, nitrógeno, sulfatos y fósforo), que evidencia que nuestra vida no se distingue de la de ningún animal, planta u hongo. “Todo lo interesante que le pase al humano, la bacteria lo pasó antes”, dijo su afamado astrónomo primer ex marido, cuestión puede que tan tautológicamente verdadera como que, tanto para las bacterias como para la historia de la humanidad, Lynn Margulis fue alguien más que interesante que supo sucederles a ambos organismos al mismo tiempo y en el mismo lugar.
Links a entrevistas y conferencias de Lynn Margulis:
Lynn Margulis diserta sobre su amor por la ciencia (2010): https://www.youtube.com/watch?v=SIXsKHIECAs&ab_channel=ChelseaGreenPublishing
Lynn Margulis en la Universidad de Concepción (2009): https://www.youtube.com/watch?v=V2T_Gjn0sVs&ab_channel=CarolaEspinoza
Activism, Deep Ecology & the Gaian Era – Lynn Margulis, Stephen Buhner y John Seed en el Amherst College (2005): https://www.youtube.com/watch?v=Zc99ikb3KXY&ab_channel=rainforestinfo
Acquiring Genomes, Lynn Margulis en la Universidad de Massachusetts con Dorion Sagan (2004): https://www.youtube.com/watch?v=jSoHxLO15pY&ab_channel=LinusPaulingMemorialLectureSeries
Los saltos de la evolución con Lynn Margulis y Dorion Sagan (2002): https://www.youtube.com/watch?v=lgvEf5RV1f4&ab_channel=DesdelaPart%C3%ADculadeHiggs
Lynn Margulis entrevista televisiva (1993): https://www.youtube.com/watch?v=2D2_ZZuNmQI&ab_channel=MedaphysicsRepository
Lynn Margulis presentando la Hipótesis Gaia en la NASA (1984): https://www.youtube.com/watch?v=c5m1pXX8NBM&ab_channel=GaianSystems
[1] Endosimbiosis: es la descripción del paso de las células procarióticas a eucarióticas, mediante incorporaciones simbiogenéticas de bacterias.
[2] El origen de la hipótesis Gaia se remonta a la época de la antigua Grecia, cuando los filósofos Anaxímenes y Tales de Mileto argumentaban que determinados elementos inanimados podían estar vivos. Asimismo, Pitágoras y su escuela de Trotona sostenían que “la Tierra es un ser vivo, íntegro e inteligente”. En 1785 el científico James Hutton llegaría a afirmar que la Tierra es un “superorganismo”. La hipótesis Gaia como tal fue propuesta en 1979, por James Lovelock. Lynn Margulis la apoyó y la desarrolló. La llamaron así en honor a la diosa de la Tierra, Gaia en la mitología griega. Esta hipótesis afirma que las formas de vida no sólo se adaptan a los cambios que sufre el medio, como se creía anteriormente, sino que la Biosfera influye en el medio ambiente haciendo que sus condiciones sean favorables para la vida. Lovelock definió Gaia como una entidad compleja que implica a la biosfera, atmósfera, océanos y tierra; constituyendo en su totalidad un sistema retroalimentado que busca un entorno físico y químico óptimo para la vida en el planeta. Este comportamiento se denomina “comportamiento homeostático” y hace que la propia Tierra actúe como un regulador. En su hipótesis inicial, Lovelock afirmaba la existencia de un sistema de control global de la temperatura, la composición atmosférica y la salinidad oceánica. La hipótesis Gaia constituye también una explicación a las grandes diferencias que existen entre las condiciones de nuestro planeta y otros planetas del sistema solar. Actualmente se está estudiando si otros factores, como la formación y distribución de grandes masas de hierro de la Tierra, son también consecuencia de la interacción con los seres vivos. La hipótesis Gaia fue muy atacada porque suponía un enfrentamiento con el pensamiento científico tradicional que afirmaba que la Tierra es simplemente materia inanimada, que evoluciona por sí misma y que constituye el hábitat de los seres vivos que no pueden hacer más que adaptarse a ella. Hoy día se acepta la interacción entre la parte viva y la parte inerte del planeta, además de su tecnoparasitaridad, digitalización de la cotidianidad, virtualización relacional sexo- afectiva y obligatoriedad comunicacional basada en la inmediatez (productora de ansiedad y desestabilizadora sideral del cortisol) y a la absoluta dependencia a un radiador de litio continuo (lo cual, silentemente, va esterilizando(nos) gracias a la costumbre ya instaurada de llevar el celular en alguno de los bolsillos delanteros de los pantalones) en el nombre de la bendita conectividad. –To be offline is the new luxury-.