Séneca destacó tanto como pensador e intelectual, así como político. Consumado orador, fue tanto una figura predominante de la política romana durante la era imperial como uno de los senadores más admirados, influyentes y respetados, y fue foco de múltiples enemistades y benefactores, a causa de este extraordinario prestigio.
De tendencias moralistas, Séneca pasó a la historia como el máximo representante del estoicismo romano, en una etapa tan turbulenta, amoral y antiética como lo fue la plena decadencia de la etapa imperial en que vivió, estoicismo y moralismo que, al final, lo llevaron a acabar con su propia vida.
La muerte de Séneca
En el año 65 se le acusó de estar implicado en la famosa conjura de Pisón contra Nerón. Aunque no existieran pruebas firmes en su contra, la conjura de Pisón sirvió a Nerón como pretexto para purgar a la sociedad romana de muchos patricios y caballeros que consideraba subversivos o peligrosos, y entre ellos se encontraba el propio Séneca. Así pues, Séneca fue, junto con muchos otros, condenado a muerte, víctima de la conjura fracasada.
Cuando Séneca recibió la misiva, ponderó con calma la situación y pidió permiso para redactar su testamento, lo cual le fue denegado, pues la ley romana preveía en esos casos que todos los bienes del conjurado pasaran al patrimonio imperial.
Sabiendo que Nerón actuaría con crueldad sobre él, decidió abrirse las venas en el mismo lugar, cortándose los brazos y las piernas.
Séneca, al ver que su muerte no llegaba, le pidió a su médico Eustacio Anneo que le suministrase veneno griego (cicuta), el cual bebió pero sin efecto alguno. Pidió finalmente ser llevado a un baño caliente, donde el vapor terminó asfixiándolo, víctima del asma que padecía.
Al suicidio de Séneca lo siguieron, además, el de sus dos hermanos y el de su sobrino Lucano, sabedores de que pronto la crueldad de Nerón recaería también sobre ellos. El cuerpo de Séneca fue incinerado sin ceremonia alguna. Así lo había prescrito en su testamento cuando, en sus tiempos de riqueza y poder, pensaba en sus últimos momentos.
Entre sus obras más destacadas están
– Cuestiones Naturales
– Edipo
– Las fenicias
– De la serenidad del alma
– De la clemencia
– Hércules furioso
Estas son algunas de las mejores frases de Séneca:
«Prueba es de virtud el desagradar a los malvados».
«Mal se agradece lo que mal se dio».
«Pesa las opiniones, no las cuentes».
«La voluntad es la que da valor a las cosas pequeñas».
«Amor de mujer casta, perpetuo es».
«Es mejor aprender cosas inútiles que no aprender nada».
«Cuando el sol se eclipsa para desaparecer se ve mejor su grandeza».
«Lo más importante de la curación consiste en querer ser curado».
«Hace falta toda una vida para aprender a vivir».
«No nací en un rincón remoto: mi patria es el mundo entero».
«Peores son los odios ocultos que los descubiertos».
«La llaga de amor, quien la sana, la hace».