La pasión según Kinsey

Alfred C. Kinsey nació en Hoboken, Nueva Jersey, el 23 de junio de 1894, hijo de Alfred Seguine Kinsey y Sarah Ann Charles. Su padre, un hombre estrictamente religioso e intimidante, y profesor en el Instituto de Tecnología de Stevens, insistió en que su hijo dejara de lado su interés inicial en la biología y se inscribiera para estudiar ingeniería. Después de 2 años intentándolo, Alfred se rebeló y se fue a Bowdoin College en Maine, donde se inscribió como estudiante de biología. Padre e hijo nunca se reconciliaron, cuando Alfred se graduó con altos honores en 1916, su padre se negó a asistir a la graduación.

Alfred se convirtió en estudiante de biología aplicada en Harvard, donde estuvo bajo la influencia de William Morton Wheeler, un eminente biólogo de campo, acérrimo darwiniano y confidente de la irreverente H. L. Mencken. Con Wheeler como su mentor, Kinsey descartó la mayoría de sus ideas religiosas, aunque no toda su educación represiva, y se embarcó en un estudio de caso darwiniano profundo y meticuloso sobre la taxonomía evolutiva de las avispas. Después de identificar varias especies nuevas, Kinsey recibió su doctorado en ciencias en 1919 y se unió a la facultad de la Universidad de Indiana el año siguiente.

Kinsey siguió avanzando en los rangos académicos y se convirtió en profesor titular en 1929. En 1936, publicó The Gall Wasp Genus Cynips: A Study of the Origin of Species, y The Origin of Higher Categories in Cynips. Aunque fueron bien recibidos por los especialistas, Kinsey se sintió decepcionado de que no se le ofreciera una cátedra en una universidad más prestigiosa.

Quizás a raíz de esto, Kinsey hizo un movimiento inusual en su carrera en 1938: accedió a dirigir un curso en colaboración sobre el matrimonio y la institución familiar. Los puntos más importantes del curso fueron las conferencias ilustradas de Kinsey sobre la biología de la estimulación sexual, la mecánica del coito y las técnicas de anticoncepción, al igual que sus denuncias a las leyes represivas y actitudes sociales. También intentó reemplazar las ideas convencionales de comportamiento sexual normal con una nueva definición biológica: “casi todas las llamadas perversiones sexuales se encuentran dentro del rango de la normalidad biológica”. Los estudiantes respondieron y las inscripciones para el curso llegaron a 400 en 1940.

Kinsey modifica entonces el enfoque de su investigación, de su obsesiva preocupación por la variación entre las avispas a las variedades de la experiencia sexual humana. Exigió que los estudiantes de su curso sobre matrimonio respondieran encuestas privadas en las que se tomara nota de sus historias sexuales. Los fines de semana y durante las vacaciones, realizó entrevistas similares en comunidades cercanas, y más tarde en ciudades como Gary, Chicago, St. Louis y Filadelfia. Kinsey recibió apoyo del Consejo Nacional de Investigación y la Fundación Rockefeller, lo que le permitió contratar asistentes, ampliar el alcance geográfico de su trabajo y fundó el Instituto de Investigación Sexual en la Universidad de Indiana en 1947.

En enero de 1948, Kinsey y sus colaboradores publicaron El comportamiento sexual del Hombre. Llegó a la lista de los más vendidos en 3 semanas, a pesar de su estilo científico duro y sus 800 páginas. A mediados de marzo, se habían vendido 200 000 copias. El libro, basado en más de 5000 historias sexuales, proporcionó una serie de revelaciones sobre la prevalencia de la masturbación, la actividad sexual adúltera y la homosexualidad. Un líder religioso atacó a Kinsey por publicar “el libro más antirreligioso de nuestros tiempos”. Algunos criticaron sus métodos y sus conclusiones, otros lo alabaron extravagantemente.

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El siguiente gran proyecto de Kinsey fue Comportamiento sexual en la mujer, publicado en 1953. Basado en casi 6000 historias sexuales, este libro contenía muchas revelaciones sobre asuntos como las prácticas de masturbación de las mujeres, la sexualidad premarital y las experiencias orgásmicas. El libro fue una sensación mediática, pero esta vez el contraataque fue tan feroz, incluida una investigación del Congreso, que la Fundación Rockefeller finalizó su financiación.

La salud de Kinsey se deterioró bajo la presión del ataque público y la incertidumbre sobre el futuro de su instituto. Padeció una enfermedad cardíaca y, después de una breve hospitalización por neumonía, murió en Bloomington el 25 de agosto de 1956. En su opinión, su principal legado era haber llevado el rigor científico al estudio de la sexualidad humana.

KINSEY

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