Kazimir Malevich buscó la simplicidad y la abstracción como máxima expresión del arte. Del arte por el arte. Expulsó toda realidad visible, y basó su obra exclusivamente en la fuerza del color y la geometría.
El artista ruso se enfangó en todos los estilos de sus contemporáneos y de ahí sacó un arte absolutamente experimental, íntegramente ruso y a la vez universal, y plasmó lo más sencillo para crear lo más complejo.