Joséphine Baker

Josephine Baker es una actriz, bailarina y cantante norteamericana, primera mujer negra en protagonizar una película, impulsora del charleston y un verdadero icono de los años 20.

Josephine Baker nació bajo el nombre de Freda Josephine McDonald en Missouri. Su madre era lavandera y su padre músico. El padre abandonó a su familia cuando Joséphine era muy pequeña y su madre se casó de nuevo.

Baker tuvo que dejar la escuela a los 8 años para poder contribuir a la economía familiar. Trabajó como empleada del hogar y después como camarera en The Old Chauffeur’s Club, donde conoció al que sería su primer marido. Se casó a los 15 años con William Howard Baker pero lo abandonó huyendo del racismo y la desigualdad racial que imperaban en su Saint Louis natal.

Se trasladó primero a Nueva York, donde trabajó en el Cotton Club y finalmente a París, la ciudad en la que le daría la fama y el reconocimiento. En la ciudad de la luz entró a formar parte del Folies Bergere. Allí hizo debutó el espectáculo La Revue Nègre, un show en el que Baker llevaba a cabo su “baile de las bananas” -apodado así porque vestía una falda hecha de 16 bananas-. En poco tiempo se convirtió en una auténtica estrella del espectáculo parisino con sus actuaciones a medio camino entre el humor y el exotismo, y que hundían sus raíces en la cultura del jazz.

Volvió a Estados Unidos en los años 30 pero acabó adoptando la nacionalidad francesa tras casarse con su tercer marido, Jean Lion, del que poco después se divorciaría. Se volvió a casar en 1947 con el director de orquesta Joe Bouillon. Libre y siempre precursora, junto a él adoptó a 12 niños. Los llamaba “la tribu del arcoíris” porque cada uno era de una etnia distinta.

Con el estallido de la II Guerra Mundial se alistó como voluntaria y fue miembro de la resistencia francesa. Este hecho le valió la Legión de Honor, que le fue concedida en los años 60.

Pasó la última mitad de su vida en el Château des Milandes, un castillo renacentista con vistas al río Dordoña en la región francesa del Périgord donde crecieron sus hijos.

Participó en la marcha por Martin Luther King, Jr de Washington y luchó intensamente contra el racismo y por romper las convenciones de género.

A finales de los años 60 comenzaron sus problemas económicos. Grace Kelly, que vivía en Mónaco con el príncipe Rainiero, se enteró de su situación y la invitó al principado para participar en el baile de verano de 1974 que fue un auténtico éxito y que revitalizó su carrera.

Un año después, Josephine entró en coma y murió el 12 de abril de 1975 por una hemorragia cerebral. El funeral tuvo lugar en París y convirtió a Baker en la primera mujer americana a la que le otorgaron honores militares en Francia. Sus restos descansan en Mónaco.

Apodada como La venus de bronce, La perla negra o La diosa de ébano, fue la mujer más fotografiada del año 1926 y se convirtió en el símbolo de una década. También fue la primera mujer negra protagonista de una película, Zouzou (1934).

Se considera que es la impulsora del charleston en Europa y su influencia en París fue tal que las mujeres se aplicaban crema de nuez para oscurecer su piel y parecerse a ella.

Considerada aún hoy como la estrella negra más importante del mundo, su influencia sigue resonando, más de 100 años después de su nacimiento, tanto en la moda como en el mundo de la música, de Prada (solo hace falta recordar sus faldas de bananas) a Beyoncé.

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