Herta Bothe, La sádica de Stutthof: Acusada de numerosas muertes en campos de concentración

“Qué quiere decir, ¿que cometí un error?, no… no estoy segura de lo que debería responder, ¿cometí un error? No. El error fue el campo de concentración, pero yo tenía que hacerlo, de otra forma yo habría sido puesta ahí. Ese sí fue mi error”. Las palabras pertenecen a Herta Bothe, conocida como “La sádica de Stutthof”, cuando fue parte de la Alemania nazi.

Su vida es un misterio, puesto que nunca se supo respecto de sus familiares y tampoco se sabe cuándo falleció.

Bothe, según consignó el libro “Guardianas Nazis”, nació en 1921, en la ciudad de Teterow, en el distrito de Mecklenburg. Fue una de las mujeres más importantes de los Konzentrazionslager nazis (campos de concentración) mientras se desarrolló la Segunda Guerra Mundial.

En la década del 30´ ingresó a la Bund Deutscher Madel, una Liga de Mujeres Alemana, la cual fue fundada con el propósito de operar paralelamente a las Juventudes Hitlerianas. De esta forma, el nazismo tenía su propia rama femenina para así adoctrinar mayor cantidad de personas.

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Al igual que sus colegas Irma Grese, llamada “El Ángel de Auschwitz; Ilse Koch, “La Bruja de Buchenwald” y Juana Bormann, “La mujer de los perros“; sus primeras “armas” las hizo en 1942 cuando fue enviada a al campo de concentración de Stutthof, ubicado cerca de Danzig, al este de Gdansk (Polonia).

En aquel campo, durante 1943, se implementó la temida “Solución Final” debido a que la cantidad de prisioneros judíos era enorme. En aquel entonces, el régimen nazi ordenó asesinar 150 personas de manera diaria mediante gas, pero Bothe asesinó a varios prisioneros todos los días sin ninguna razón.

Entre sus torturas preferidas, dicen testigos, destacaba dar latigazos y golpear con un palo de madera.

Después, pasó a otros campos y cuando fue detenida una polaca llamada Sala Schifferman declaró, en el juicio llevado en contra de Bothe, que la mujer golpeó hasta la muerte con una madera a una joven húngara de 18 años llamada Eva.

Estuvo presa varios años y fue puesta en libertad en 1951. De ahí en adelante se casó y cambió su apellido al de Lange. Fue entrevistada en un documental que dirigió el alemán Maurice Philip Remy, quien declaró que la ex carcelera nazi estaba confundida respecto de su actuar.

La última vez fue vista en aquella entrevista el 16 de marzo de 2000, en un humilde poblado al noroeste de Alemania.

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