El Ejército del Norte, que había sido llamado por el Director Supremo en su ayuda, se había sublevado para no ser obligado a luchar en una guerra civil. De todos modos, Rondeau enfrentó a los federales con el ejército de la capital.
El ejercito del litoral tenía a su favor la ventaja de que estaba íntegramente compuesto de caballería. Se componía de 300 a 400 correntinos y guaraníes de las Misiones, 600 a 700 entrerrianos y 500 a 600 santafesinos (formados sobre la base de la guardia de dragones de López). El contingente de Ramírez incluía una escolta de aventureros extranjeros como Carrera (Chile). Unos 1.300 participaron de la batalla
Las fuerzas porteñas se movilizaron con rapidez e invadieron la provincia de Santa Fe antes de que los federales llegaran a Buenos Aires. Rondeau ocupó el borde sur del bañado conocido como Cañada de Cepeda, y esperó.
Su infantería incluía el batallón de Aguerridos y el 3° de los Tercios Cívicos, este último formado principalmente por negros.1 En total 900 infantes. Su caballería eran originalmente los Dragones de la Patria, blandengues y voluntarios de la frontera a los que se sumaron durante la marcha milicias de la provincia en Arroyo del Medio, traídas por el general Rodríguez y el coronel Perdriel.
1° Febrero de 1820
Rondeau formó su ejército en una disposición clásica, con la caballería a los lados y la infantería y la artillería al medio; protegiendo sus espaldas quedaba la larga formación de carretas. Una posición muy difícil de vencer, si el enemigo atacaba de frente. Pero en medio de la llanura, los federales no estaban obligados a hacerlo, justamente porque sus tropas eran puramente de caballería.
López era el gobernador de la provincia en que se combatía (Santa Fe), pero aparentemente dejó el mando de las operaciones de la batalla a Ramírez (Entre Rios). López era experto en acciones de guerrilla, pero Ramírez había demostrado ser muy capaz en las batallas.
A las 8:30 horas los jefes federales cruzaron al galope la Cañada de Cepeda. De inmediato atacaron a la caballería, mientras la infantería trataba de asomarse entre los carros y los cañones aún apuntaban para el otro lado. La batalla duró aproximadamente diez minutos, y la huida de la caballería directorial arrastró a Rondeau.
El momento de las armas había terminado. Era tiempo de negociar.
Texto extraído del sitio: https://termometro.com.ar/2020/02/22/batalla-de-cepeda-la-batalla-de-los-diez-minutos/