Saturnino Sarassa, primer Teniente Gobernador de San Juan

Fue el primer teniente gobernador de San Juan. Antes de ocupar ese cargo, había desarrollado una importante carrera militar. En San Juan su gestión fue breve y terminó destituido. Murió pobre y olvidado, aunque años después la historia lo reivindicó.

Saturnino Sarassa (o Saraza) nació en Buenos Aires el 9 de agosto de 1760, siendo sus padres, Javier Saturnino de Saraza Mador y Juana Josefa de Tirado y Castro. Fue bautizado con los nombres de Saturnino José Lorenzo. Nada se sabe sobre su primera juventud, suponiéndose que recibió una esmerada educación, dedicándose al comercio, pues en 1794 figuró como vocal del Real Consulado del Comercio en Buenos Aires.

Su carrera militar empezó con motivo de la Reconquista de Buenos Aires. En esa oportunidad mereció que se le extendiesen despachos de teniente de la 7ª Compañía del 1er Batallón de la “Legión de Patricios” el 8 de octubre de 1806. Con ese grado asistió al malogrado combate de los Corrales de Miserere, el 2 de julio de 1807, y a los ataques que se sucedieron en los días subsiguientes. Fue especialmente señalado por el valor con que atacó con su compañía a las fuerzas enemigas que se dirigían a apoderarse del convento de Santo Domingo. En un estado que el jefe principal del Cuerpo de Patricios pasó el 21 de julio de aquel año al Virrey, acerca del comportamiento del personal bajo su comando en las jornadas del 3 al 6, recordó encomiásticamente al teniente Sarassa, que fue ascendido a capitán el 5 de octubre del año 1808.

Tomó parte en los días memorables que precedieron al 25 de mayo de 1810, y concurrió al Cabildo Abierto del 22, donde votó la proposición de Cornelio Saavedra por la cesación del mando del Virrey Cisneros. Tres días después firmó la petición popular elevada al mismo Cabildo, para la designación de los ciudadanos que debían componer la Junta de Gobierno.

Formó parte del ejército que a las órdenes de Belgrano expedicionó al Paraguay, mandando Sarassa la compañía de los Regimientos 1° y 2° “Patricios” con grado de teniente coronel. Se halló en la acción de Paraguarí, el 19 de enero de 1811; y en la batalla de Tacuarí cayó prisionero formando parte de la división del mayor general Machaín. Trasladado a Montevideo, fue embarcado en la fragata “Ifigenie”, conjuntamente con Machaín, capitán Ignacio Warnes, y capitán de Dragones Francisco Castellanos. Libertado a raíz de un canje de prisioneros que se verificó meses después, el 29 de enero de 1812 fue designado teniente gobernador de San Juan, donde le tocaron días difíciles de gobierno a aquel pueblo envuelto en disidencias domésticas que Sarassa no supo comprender.

Sus actos más importantes fueron la formación de un reglamento para la mejor explotación de los ricos minerales de Guachi y Gualilán y la dirección del personal trabajador en ellos, reglamento cuya redacción encomendó al alcalde mayor de minas Plácido Fernández Maradona; creó una administración; una compañía de infantería que efectuase los servicios que se necesitasen en la población, como guardias extraordinarias, publicaciones de órdenes superiores, etc. Mandó dicha compañía Juan Agustín Cano con el grado de teniente, el cual la organizó y disciplinó convenientemente. También se ocupó Sarassa del arreglo del regimiento de caballería existente, que instruyó su coronel Mateo Cano.

Pero el teniente gobernador Saraza era hombre de poca energía y un tanto descuidado, e incurrió en la antipatía de un núcleo de vecinos, que aprovecharon el estado de efervescencia en que se hallaban las facciones políticas, para separarle del mando.

El 30 de setiembre de 1813 se produjo un movimiento popular de protesta contra su conducta, exigiendo a la vez al Cabildo que lo destituyese inmediatamente junto con el alcalde del 1er voto, José Clemente Rivero, sospechado de ser su cómplice, remitiéndose al efecto una representación firmada por considerable número de vecinos. Sarassa estaba acusado de ser un adepto a la causa realista, favoreciendo a los partidarios de ésta disimuladamente, con armas para que estorbaran a los patriotas de San Juan.

El Cabildo, considerando razonable la protesta popular, votó el despojo del mando ejercido por Sarassa, el cual se vio obligado a huir precipitadamente con su familia a Mendoza, en medio de las persecuciones de sus implacables enemigos que pedían su muerte. Allí esperó el fallo del juez, Dr. José María García, nombrado por el gobierno de Buenos Aires, que se trasladó de esa capital a San Juan para abrir el sumario, del que resultó ser ilegal, inconstitucional e injusta la deposición de Sarassa y la del alcalde Rivero, los que fueron repuestos en sus cargos.

Sarassa continuó poco tiempo al frente de la tenencia de gobierno, pues presentó su dimisión el 18 de enero de 1814. El Supremo Director Posadas decretó el 6 de julio del mismo año el reemplazo de Sarassa por el teniente coronel Manuel Corvalán, quien se recibió del cargo el 12 de noviembre. Con anterioridad a su reposición en el gobierno de San Juan, Sarassa había sido nombrado teniente gobernador de La Rioja, cargo que no aceptó aduciendo razones de salud.

Sintiéndose enfermo, atacado por una ciática crónica adquirida en la campaña del Paraguay, el 8 de agosto de 1814, a su requerimiento, el general San Martín le concedió la cédula de retiro a inválidos con una módica pensión.

En 1818 fue miembro del Cabildo de Mendoza, donde residió algunos años; pero habiéndole el gobierno de aquella provincia suspendido la pensión de que disfrutaba por no ser natural de allí, debió regresar a Buenos Aires. El 24 de setiembre de 1824 solicitó Sarassa pasar a la ciudad de Mendoza, con 8 meses de licencia, para traer el resto de su familia a Buenos Aires, lo que se le concedió el día 25.

Después de largas gestiones, al fin consiguió entrar al Cuerpo de Inválidos el 1° de agosto de 1824, en calidad de teniente coronel con la pensión de 40 reales. Vivió pobre y olvidado en su retiro hasta su fallecimiento ocurrido en Buenos Aires, el 26 de setiembre de 1835, siendo enterrado en la Recoleta. Había contraído matrimonio el 5 de abril de 1790 con María de Herrero, porteña, hija de José de Herrero y San Martín, y Juana de Cosio Terán. Fallecida su primera esposa, se casó nuevamente en 1813 con María Felipa Matea Moyano, hija de José Florencio Matías Moyano y Luisa Moyano Godoy.

TEXTO PUBLICADO ORIGINALMENTE EN https://www.sanjuanalmundo.com/articulo.php?id=17225

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