Empecemos por ubicarnos en el lugar: Mongolia no tiene salida al mar, está encerrada entre Rusia (al norte) y China (al sur). Tiene montañas hacia al norte (cordilleras de Jangai y Jentii) y el oeste (macizo de Altai), extensas llanuras, lagos y algunos bosques hacia el centro y el este, mesetas y estepas en el sur y el oeste y el desierto de Gobi en el extremo sur (“gobi”, de hecho, es una palabra mongola y significa “desierto”).
Mongolia tiene una extensión de 1.500.000 km2 y una población de 3.400.000 habitantes, pero más del 40% de ellos viven en la capital, Ulaan Baatar (Ulan Bator, castellanizado), ciudad que está a 1350 m de altura sobre el nivel del mar. En las extensísimas llanuras, mesetas y estepas del país vive el resto de la gente, promediando una densidad poblacional de las más bajas del mundo (2,1 habitantes por km2). Históricamente, un elevado porcentaje de los habitantes eran nómades; en la actualidad, la población nómade es aproximadamente de entre un 25% y 30%.
Hace muchos años, cuando el porcentaje de nómades mongoles era bastante mayor, había costumbres bastante particulares que hoy, aunque no han dejado de existir, se han reducido notablemente. Entre esas costumbres, los mongoles podían casarse con sus parientes; un hombre podía casarse con su hermana, por ejemplo. Cuando un hombre moría, su hijo podía casarse con su mujer y, si se daba el caso de que el difunto era un hermano mayor, el menor estaba casi como obligado a casarse con su cuñada.
El verano en Mongolia es corto (la temperatura llega a los 33ºC, algo más en el desierto), en invierno hace mucho frío (el promedio es 20ºC bajo cero pero llega hasta los 40ºC bajo cero), siendo Ulaan Baatar (también puede escribirse Ulaanbaatar) una de las capitales más frías del mundo.
En Mongolia se habla el idioma mongol, que tiene reminiscencias del chino y del ruso. Hay dialectos en las zonas alejadas, pero todos hablan mongol. La escritura mongola estaba basada en un alfabeto llamado Uighur, que proviene del siglo XI. En el siglo XIII se adoptó el “nuevo alfabeto mongol”, llamado Phags-pa, derivado de la escritura tibetana. En el siglo XVIII se adaptó la escritura Soyombo, con reminiscencias chinas y sánscritas. A principios del siglo XIX empezó a usarse la escritura horizontal y de izquierda a derecha. Finalmente, desde 1943 (hace poco tiempo) Mongolia incorporó gran parte del cirílico ruso como su escritura oficial, y si bien coexisten ambos y se enseñan ambos, el cirílico predomina en las calles. Hay 35 letras en el alfabeto mongol; las letras tienen diferentes formas que designan diferentes sonidos de acuerdo a la posición de dicha letra dentro de la palabra y a qué letra continúe después. Así, en el alfabeto mongol predomina la importancia de las sílabas por encima de las letras individuales.
Mongolia no es un país muy religioso. Si bien predomina el budismo, casi la mitad de los habitantes no practica ninguna religión. El chamanismo era una tendencia religiosa muy asentada en el país, aunque se ha ido reduciendo con el tiempo y hoy los practicantes del chamanismo conforman el 10% de la población.
La esperanza de vida en Mongolia es de 77 años para las mujeres y de 68 años para los hombres, lo que muestra una diferencia entre ambos sexos mayor a lo habitual. El nivel de atención médica es básico en las ciudades y casi inexistente en el interior o en las estepas. Existe el seguro de salud para los trabajadores, centralizado por el Estado y no manejado por los sindicatos, existen empresas de medicina prepaga y un seguro especial para los jubilados o retirados.
Mongolia tiene buena relación con sus dos países vecinos, Rusia y China, y también con Corea del Sur, país del cual recibe la mayor afluencia de turistas.
La bandera de Mongolia es roja-azul-roja: el rojo representa el poder y la energía; el azul, el cielo.
En la parte izquierda de la bandera está el soyombo, un ideograma que es el símbolo de Mongolia. Cada parte de este ideograma tiene su significado; de arriba hacia abajo: el fuego, el sol, la luna, la punta de flecha, el escudo de los guerreros, el ying y el yang (en la época comunista ese significado cambió y se interpretó como dos peces), de nuevo el escudo, de nuevo la punta de flecha; a los costados, los dos pilares verticales son como muros que representan a la vez la fuerza y la independencia de sus vecinos.
Las tierras mongolas no son especialmente fértiles y no hay muchos cultivos, por lo tanto no hay ni se consumen muchos vegetales. Así, la dieta de los mongoles se basa en la carne y la leche (y sus derivados). La carne que se consume en forma casi exclusiva es la de cordero, y la mayoría de los platos se hacen con cordero, ya sea frito, asado, horneado o hervido. El ganado ovino provee carne, leche, queso (no se consume mucho queso), manteca, grasa para cocinar, lácteos fermentados. También se consume, aunque mucho menos, carne vacuna, de caballo, de cabra y de camello.
La carne de cordero suele acompañarse con arroz, fideos (noodles), papas, batatas, curry y especias. Una de las comidas más comunes es el buuz, una especie de empanadita babosa rellena de cordero (grasa incluida), parecida a los dumplings chinos. También está el khorkhog (cordero asado con papas), el boorstog (una especie de galleta o torta frita), el öröm, una especie de yogur o crema muy espesa a base de leche de vaca, cabra o yak, el airag o qurut (leche agria, seca y ácida, como un queso raro), y la leche de yegua fermentada (aaruul). El pastel de marmota (boodog) es otro clásico de la cocina tradicional, pero ahora está prohibido tanto por la notable disminución de la población de marmotas como por el temor generado por un brote de peste bubónica ocurrido en China, cerca de la frontera.
Con el cuero de la oveja se fabrica ropa y con las tripas para fabricar cuerdas de arcos y del instrumento musical típico, el morin khuur, un instrumento de dos cuerdas que se toca con un arco y que tiene en su parte superior la forma de la cabeza de un caballo en madera. En relación a eso, la música mongola tiene una magia especial, y hay instrumentos musicales propios de Mongolia además del ya mencionado morin khuur: dentro de los instrumentos de cuerdas, el tovshuur (dos cuerdas), el shudarga (una especie de laúd), el huuchir (cuatro cuerdas) y otros; entre los instrumentos de viento, el limbe (una especie de flauta horizontal delgadísima), el tsuur (una flauta vertical de tres agujeros); entre los metales, el ikh büree (una trompeta larga) y el tsordon büree (una trompeta corta); en percusión, el khengereg, el tsan, el bömbör, el kharanga y otros.
Una expresión musical notable es el khoomei (o khoomii), el “canto de garganta”: se trata de un canto gutural, una forma de cantar en la que el intérprete emite simultáneamente dos voces, dos sonidos: uno más agudo y otro grave producido exclusivamemnte con la garganta. Este canto gutural es muy llamativo e impactante y ha sido designado como patrimonio cultural de la humanidad por la Unesco.
Mongolia tiene una extraordinaria banda de rock: The Hu (“hu” en mongol significa “humano”). Esta banda de rock pesado utiliza instrumentos mongoles (principalmente el morin khuur) y también el canto gutural khoomei. Sus letras reivindican la tradición mongola, sus videos son excelentes, sus conciertos son sold-out en toda Europa y han sido invitados por Metallica a acompañarlos y tocar en sus giras.
Mongolia, que ha pasado por diferentes períodos políticos, es actualmente una democracia parlamentaria. Hay nueve partidos políticos, de los cuales se destacan dos: el Partido Revolucionario del Pueblo (PPRM), también llamado Partido Popular, que es comunista, y el Partido Nacional Democrático (PNDM). Actualmente gobierna el PPRM, con mayoría absoluta en el parlamento, siendo el presidente del país Ukhnaagiin Khürelsükh. A pesar de tratarse de un gobierno comunista, la economía en Mongolia es una economía abierta. De hecho, en los centros urbanos de Mongolia se puede encontrar de todo y en todos los rubros. Hay muchos malls y shoppings, todos ellos de perfil absolutamente occidental en cuanto a su estructura y a las marcas que se exhiben en los mismos. No hay McDonald’s en Mongolia, pero sí hay Burger King y Subway.
La economía de Mongolia tiene como puntos fuertes principales el carbón (que exporta a Rusia y a otros países), la minería (cobre estaño, molibdeno) y la lana. La calidad de la lana mongola es extraordinaria y es muy apreciada por los conocedores, aunque no ha llegado a los centros de consumo masivos del mundo.
Los mongoles tienen rasgos distinguibles de otros países asiáticos de oriente como Japón, China o Corea. Las caras de los mongoles tienen tendencia a ser algo más redondeadas, sus ojos son algo menos achinados, sus pómulos son altos y salientes, sus rasgos son armoniosos. La belleza de las mujeres mongolas es notable, aún para los parámetros de belleza de la cultura occidental. El mongol promedio no es muy alto, la obesidad es poco frecuente, son simpáticos, corteses, solidarios, puntuales, amigables.
El traje tradicional de Mongolia es el deel: una túnica de manga larga y solapa ancha que se dobla hacia arriba en el pecho, botones en el hombro derecho, cuello alto y cinturón de tela alrededor de la cintura. Se agrega a eso un sombrero-gorro sin ala y las botas mongolas, que no tienen horma (la bota derecha es igual que la izquierda) y cuya punta es hacia arriba, para no “lastimar” la tierra que pisan. Sin embargo, los mongoles usan en la vida cotidiana vestimenta de estilo occidental y reservan esos trajes para eventos o festividades tradicionales.
La educación en Mongolia es obligatoria en el nivel primario, el jardín de infantes no es obligatorio. La alfabetización es de un 98%. Hay una universidad estatal grande (la Universidad Nacional de Mongolia) con sede en Ulaan Baatar y varias universidades privadas, la mayoría subvencionadas por grandes empresas, sobre todo tecnológicas.
Mongolia tiene varios parques nacionales, destacándose el Parque Nacional Gorkhi-Terelj, a 60 km al este de Ulaan Baatar. En el mismo hay una impresionante estatua de Gengis Kan (Chinggis Khan) de 40 metros de altura. Gengis Kan es el máximo héroe nacional y padre de la nación mongola, reverenciado, amado, indiscutido; su nieto favorito, Kublai Kan (el cuarto hijo de su cuarto hijo), es la otra figura histórica sobresaliente, pero hay varias más.
Ese enorme parque nacional, en el que confluyen los ríos Tuul y Terelj, es de una gran belleza. En el mismo, además del monumento mencionado y de varios complejos turísticos, se encuentra el templo budista de Ariyabal, suspendido en la montaña y mirando al precioso valle.
Mongolia es uno de los pocos países en los cuales la tradición no se ha perdido con la creciente modernización del país. A pocos kilómetros del centro de Ulaan Baatar la gente anda a caballo “estilo mongol”. El caballo es el animal más importante para los mongoles; de hecho, es uno de sus símbolos nacionales y aparece en varias insignias. El caballo mongol es muy fuerte y resistente, y su tamaño es algo menor a los caballos que conocemos en occidente. Es importantísimo no sólo por la tradición histórica de los nómades mongoles, sino que se usa para arriar y conducir el ganado de un lugar a otro cuando los nómades deciden buscar otras llanuras con mejores pastizales para sus ovejas y cabras. Además, se usa su carne y la leche de yegua. Los otros tres animales principales en Mongolia son el camello, la oveja y la cabra. En segundo lugar son importantes también el yak (que no es originario de Mongolia sino del Nepal), el águila, el halcón y la marmota. Tanto en las llanuras como en las estepas hay lobos, zorros y unas 472 especies de pájaros, de las cuales 81 especies son aves no migratorias.
En Mongolia es muy popular el juego de shagai. “Shagai” es el nombre del hueso astrágalo de la oveja o de la cabra y tiene una forma parecida a la taba; en el juego, a cada una de las caras del shagai se le adjudica el nombre de uno de los animales trascendentes de Mongolia: los mencionados caballo, camello, oveja y cabra. El shagai se arroja al aire y de acuerdo a la cara que queda arriba al caer, el animal que corresponde a esa cara avanza un casillero en el juego.
Ulaan Baatar es una ciudad muy grande; su downtown, moderno y dinámico, con una gran actividad comercial que suele comenzar a las 9 hs y se extiende hasta las 20 hs. En el corazón de Ulaan Baatar está la plaza Sükhbaatar, que está frente al palacio de gobierno y es centro de ceremonias y eventos de todo tipo. En ella hay ferias de libros, actividades culturales y protocolares. Del otro lado de la plaza está el downtown, con el Blue Sky Hotel y su estructura con forma de vela como referencia destacada.
En Ulaan Baatar hay dos museos muy interesantes: el Museo Nacional Histórico y el Chinggis Khan Museum; este último es un imponente museo de seis pisos inaugurado hace pocos años en el centro de Ulaan Baatar.
En el downtown hay elegantes shoppings de varios pisos con productos de marcas internacionales, buena oferta de restaurantes, una eficiente oficina de información turística, el teatro y ópera nacional, lujosos comercios y oficinas. En los barrios algo más alejados hay tanto casas bajas como edificios altos y monocordes estilo monoblock. Hay dos cadenas de drugstore 24/7 (GS25 y Nice to CU), enormes supermercados y comercios de todo tipo. En Ulaan Baatar todo el mundo tiene teléfono celular y la conectividad es excelente.
Los automóviles en Mongolia son casi todos japoneses (con enorme mayoría de Toyota híbridos), algunos rusos y unos pocos de origen europeo. Tienen el volante a la derecha, pero a diferencia de los otros países con autos con volante a la derecha, en Mongolia no se maneja por el lado izquierdo de la calzada, sino por el lado derecho. Eso genera bastante complicación en el tránsito, que en Ulaan Baatar es directamente insufrible. A cualquier hora, en cualquier parte de la ciudad, el tránsito está absolutamente atascado. Los mongoles manejan en forma caótica y anárquica, se pueden dar giros en U en plena avenida, los bocinazos son constantes, cada uno se mete como puede y por donde puede. Además, hay relativamente pocos semáforos en la ciudad (predominantemente en el centro) y eso complica las cosas. En todas las avenidas de doble mano se puede girar hacia cualquier lado y los (pocos) semáforos tienen tres o cuatro tiempos. En las avenidas más importantes hay un policía de tránsito dirigiendo (es un decir) el tráfico en el medio de los cruces, parado sobre una tarima, con una especie de batuta que mueven de una manera bastante particular pero que parece evitar constantes colisiones.
Este caos de tráfico tiene bastante que ver con el hecho de que el transporte público es deficiente. No hay metro ni trenes urbanos, sólo hay algunas líneas de buses que van siempre repletos de gente.
En el interior del país, los pueblos nómades se mueven buscando mejores pasturas para alimentar a sus rebaños; cuando llega el momento de vender sus animales lo hacen a delegados o viajantes de diferentes empresas que los procesan y comercializan, aprovechando de los animales absolutamente todo. En esta parte “profunda” de Mongolia, en la Mongolia rural, en las llanuras, en las estepas, se encuentran los ger. Ger es el nombre que se le da a las yurtas (nombre genérico turco para las tiendas de estructura circular de los nómades) en Mongolia.
Hay ger grandes (alrededor de 10 metros de diámetro o más) y chicos, su puerta está siempre mirando hacia el sur (los vientos fuertes siempre vienen del norte), y está sostenido por tirantes al piso. El piso puede ser la tierra misma, un piso de madera o alfombras rústicas, y las paredes y el techo son de cuero de animales, telas rústicas, soga, lienzos o lonas muy resistentes, con un esqueleto de madera y un domo (techo circular) del mismo material o de plexiglas. En el centro del ger hay dos vigas sólidas y fuertes que ayudan a sostener la estructura, y al lado de esas vigas centrales hay una estufa a leña tipo salamandra y la cocina a leña. Desde allí y hacia arriba sale un tubo que es el tiraje y hace de chimenea. En una mitad del ger está la cama del padre de familia, en la otra mitad la cama de la madre y de los hijos; hay armarios y utensilios que son sostenidos entre las varillas de madera de la estructura y el espacio estea muy bien aprovechado. Los niños pequeños saben que no deben cruzar más allá de su mitad del ger, ya que allí se encuentra el fuego de la estufa y la cocina. El sanitario es una cabina precaria separada del ger, así como otra cabina que sirve para ducharse; en el caso de que haya varias familias cercanas de nómades, estas cabinas son de uso comunitario.
Los mongoles quieren tener su casa propia. Los sueldos son bajos y no es fácil comprar una casa, por lo cual muchos mongoles en el interior del país eligen otras opciones: comprar un lote (algo mucho más accesible) en un lugar alejado o urbano periférico, construir ahí un ger y vivir ahí, aún sin ser nómades.
En todo Mongolia, entre el 11 y el 13 de julio de cada año, se celebra el festival Danshig Naadam (“el Naadam”). El Naadam, que desde 2010 está considerado patrimonio cultural de la humanidad por la Unesco, es tan importante que los mongoles que, a partir del día 14 de julio, cuentan los días que faltan para el Naadam siguiente, y para ubicar determinadas fechas dicen, por ejemplo, “tantos días después del Naadam”.
El festival se inicia con la presentación del retrato de Undur Gegeen Zanazabar, un erudito mongol, artista, lingüista, líder espiritual y político, descendente de Kublai Kan, que fue quien produjo el renacimiento cultural de Mongolia en el siglo XVII. Luego es el turno del canto coral de los lamas y, después de ese imponente comienzo, comienzan las actividades.
El significado del Naadam está vinculado con modo de vida tradicional e histórico de los mongoles nómades y tiene como actividades principales los tres deportes nacionales, que guardan relación con los modos y condiciones de vida de los mongoles y de la cultura tradicional nómade, y se pone énfasis en su transmisión a las jóvenes generaciones. Esos tres deportes tradicionales de Mongolia (llamados “deportes viriles”) son la carrera de caballos, la lucha y el tiro con arco.
También ocupan un lugar destacado en el Naadam las tradiciones orales, las artes escénicas, la preparación de platos nacionales, la artesanía y expresiones culturales como el canto gutural (el ya mencionado khoomei), la danza (en especial la Tsam Kharaik, introducida en Mongolia desde el Tibet en el siglo XVIII) y la música con instrumentos mongoles.
Durante el festival los mongoles siguen una serie de rituales y prácticas, como llevar sus atuendos especiales y tradicionales (el mencionado deel). Los vencedores de las competencias son premiados y se entonan cantos y plegarias rituales en honor de los competidores. Al alentar y autorizar a todas las personas a tomar parte en el Naadam se fomenta la participación y convivencia de la comunidad; los rituales del Naadam también hacen hincapié en el respeto de la naturaleza y el medio ambiente.
Mongolia es un país impactante, subyugante, hermoso, exótico, hiperpoblado en su capital y despoblado en el resto del país, pacífico, extenso, orgulloso, remanente del imperio más grande entre los imperios conocidos en el planeta.
Vale la pena saber algo más de ese país tan distante y amigable a la vez.
