A medida que las urbes iban creciendo, surgieron necesidades de mejorar el entorno edilicio; En caso de Buenos Aires, surgieron varias ordenanzas que fijaban ciertas medidas de seguridad y avances durante la gobernación del general Martín Rodriguez. Mientras ejercía su reciente cargo, nombra al joven Bernardino Rivadavia como Secretario de Gobierno y Relaciones Exteriores el 19 de julio de 1821; Y apenas asumido su cargo comienza a impulsar varias ordenanzas para establecer un progreso en la salud, temas sociales y económicos entre tantas cosas. Rivadavia escucha y recibe una medida que debe aprobar, se trataba “las ochavas u ochavos”.
La disposición es que toda construcción emplazada en una esquina, debía ceder un triángulo de su terreno para mejorar la visibilidad para quienes caminaban por las veredas o iban en carruaje, de ese modo se evitaban los choques; Ésta medida nunca se puso en vigencia desde los tiempos de la colonia, aunque –en 1810– se dispuso que toda estructura que sobresalía hacia la estrecha veredones, debía ser quitadas… Esto incluía columnas y ventanas.
A partir del 14 de diciembre de 1821, fecha en que aprobada por decreto, toda construcción ubicada en una esquina debía construirse sin ochavas, se exceptuaban aquellas construcciones ya edificadas. No especificaba si la esquina debía ser plana o semi circular pero aquel tramo debía ser quitada para permitir la visibilidad entre los cruces de peatones o carretas, esto sólo fue aprobada en todo el territorio comprendido como Buenos Aires.
El 20 de junio de 1840, el gobernador de Córdoba Manuel López dio un discurso en donde comentó “La mal construcción de las veredas abandonadas a la dirección de cada particular hiba (sic) formando una notable irregularidad en sus calles, una desagradable simetría entre aquellas, y un trancito embarazoso por estas.”. Cada uno construía y ensanchaba sus veredas a su antojo, mientras otras personas simplemente no se ocupaban de ellas; Por ello, López decretó dar solución a los problemas y ordenaba la inscripción de los nombres de las calles en tablillas que serían colocadas en las casas y numeración en sus puertas.
En las siguientes décadas, surgirá un nuevo partido llamado Liberal (1852 – 1868) quienes buscaban otro tipo de progreso. Surgiendo varias figuras del interior como el próspero comerciante y político Félix de la Peña, un tucumano que vivía en la ciudad de Córdoba desde hacía muchos años. Joven ambicioso incursionó en la política apoyando a Mariano Fragueiro como Gobernador pero éste luego renunciaría, De la Peña debió asumir acorde al reglamento como gobernador interino, el 24 de Julio de 1860 y luego como gobernador en propiedad por la Asamblea de Diputados.
La ciudad cordobesa empezó a tener varios avances debido a las ideas liberales, obteniendo un mayor apoyo para una segunda gobernación. Durante su periodo, impulsará la idea de ochavar las viviendas y quintas de la ciudad cuya ordenanza será aprobada el 26 de Junio de 1869, constituyéndose nueve artículos en donde narra que todas las calles deberán tener diez y ocho varas de ancho, en todas las edificaciones con ochava tendrán cuatro varas (de frente plano), se fija la medida de altura para las casas, todo terreno debe ser marcadas conforme a los documentos con título formal y el procurador municipal asistirá a la operación y firmará el informe sobre el tema. En caso de no coincidir con la extensión del terreno según el informe, se llegará a una mediación en donde se volverá a realizar las medidas, así mismo todo plano que no lleve el sello municipal, no será tomado en cuenta. Dicha ordenanza fue publicada el 24 de Diciembre del mencionado año.
Debemos aclarar que el reglamento de las ochavas, no necesariamente fue respetada por algunos dueños de viviendas en aquellos parajes lejanos como Buenos Aires pero –con el tiempo– el reglamento fue formando parte de las medidas obligatorias para edificación. En el caso de Córdoba hubo algunas excepciones que fueron promovidas por el municipio, como el caso del achicamiento de la Plaza San Martín (sobre la calle San Jerónimo) en el Siglo 19 y con ello, el ensanchamiento de la calle para realizar las procesiones religiosas; Décadas siguientes se utilizará para estacionamiento de autos. Y a metros de allí se construirá el Hotel Plaza, respetando la ochava y, años más tarde, el municipio decidirá acortar unos metros de la vereda pero –a su vez– demolerá todos los comercios (ver postal) situados en la cuadra San Jerónimo desde Plaza hasta Bristol, para ensanchar las veredas mientras el hotel debió demoler sus paredes de los locales para dar lugar a una recova y permitir el paso de los peatones.
Y así iban surgiendo las nuevas normas y aspecto de la ciudad de Córdoba. De hecho, el 23 de Setiembre de 1869, por Ley N° 593 toda estructura edilicia recibiría la nomenclatura de las calles y numeración de puertas a cargo de Pablo Cyriera (o Criera), contando de tres artículos. Y el 20 de diciembre del mencionado año, por Ley N° 608 la municipalidad invirtió suma de dinero para la adquisición de terrenos para ensanche y empedrar de algunas calles, de dos artículos.
El gobierno liberal De la Peña llegó a ser muy próspero y no iba a finalizar su mandato en 1871 de modo simple, ya que el 22 de Julio de 1870, promulgó otras dos leyes, la N° 649 en donde se empedraría todas las calles de la ciudad y los gastos serían pagados por los propietarios de sus viviendas; También aplicó la N° 648 en donde se concedió al Sr. Leopoldo Rochi la concesión de instalación de aguas corrientes en la ciudad, según contrato realizado entre él y el municipio.
Las cuestiones urbanísticas eran de caso urgente y, en los siguientes años, fue una necesidad obligatoria para entablar una conformidad y armonía entre las estructuras edilicias en torno a las personas que iban caminando o en carruajes; Es así como surgen las aperturas de las calles jesuítica y franciscana o la formación de la planta catastral del Ing. Ángel Machado en donde hace un relevamiento de los edificios privados, públicos y calles para posteriormente evaluar las situaciones y “ordenar” la ciudad de Córdoba.
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