omo cada 26 de noviembre, hoy se conmemora el Día Nacional del Humorista, una fecha que rinde homenaje a quienes se dedican al humor gráfico y recuerda, especialmente, a Roberto Fontanarrosa: uno de sus máximos exponentes quien, con su aporte a la cultura argentina, dejó obras inolvidables.
La jornada se dispuso hoy por tratarse del día en que nació este dibujante rosarino, en 1944. A finales de la década del 70, el humorista comenzó su carrera en los medios de comunicación en la Revista Boom y, luego, gracias a sus inolvidables historietas, consiguió mayor popularidad con sus trabajos en las revistas Hortensia y Satiricón y en el diario Clarín. Con un estilo único y gran ironía, este artista utilizó sus destrezas artísticas para cuestionar a la sociedad y burlarse de ciertas normas.
Fontanarrosa, el mayor humorista gráfico
A lo largo de su vida, Fontanarrosa publicó tres novelas y 15 libros de cuentos, entre los que se destacan: El mundo ha vivido equivocado, El mayor de mis defectos, Uno nunca sabe, La mesa de los galanes y Los trenes matan a los autos. Además, este fiel simpatizante de Rosario Central dedicó varios libros a su fanatismo por el fútbol argentino, otra de sus grandes pasiones. Puro Fútbol, Cuentos del Fútbol Argentino y El área 18 son algunos de ellos.
En 2006, fue premiado por su carrera y aporte a la cultura y arte argentino con la Mención de Honor Domingo Faustino Sarmiento del Senado de la Nación.
Al año siguiente, el 19 de julio de 2007, murió a sus 62 años, luego de padecer Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA). Desde entonces, su legado se mantiene en la memoria colectiva. De hecho, en la Feria del Libro de Rosario 2022 fue homenajeado por su biógrafo Horacio Vargas, quien -frente a la audiencia- subrayó que este humorista tenía una creatividad “arrasadora”.
A continuación, una descripción de los personajes más importantes de Fontanarrosa:
Inodoro Pereyra
Sin dudas, la de Inodoro Pereyra es una de sus historietas más destacas. Fue publicada en 1972 en la Revista Hortensia y hablaba sobre la vida de un gaucho proveniente de la zona pampeana. Mediante esta obra, Fontanarrosa se valía de la ironía para realizar una crítica acerca de cómo otras piezas de humor gráfico representaban a estas figuras icónicas de la zona rural del país. Este personaje era complementado con Mendieta, su perro fiel, y juntos atravesaban el campo y enfrentaban aventuras que brindaron al público risas y frases memorables.
Boogie, el aceitoso
“Emblemático” y “polémico” son palabras que podrían utilizarse para describir a este mercenario de Estados Unidos que era veterano de la Guerra de Vietnam y despreciaba toda vida humana. En forma de sátira, y a través de este personaje, el rosarino criticaba el machismo, la violencia, la homofóbica, la misoginia, el racismo y el armamentismo. Esta historia fue adaptada para hacer un largometraje que fue protagonizado por Pablo Echarri y Nancy Dupláa en su película de animación de 2009.